Baño del recién nacido, ¿cómo realizarlo adecuadamente?

El baño del recién nacido es uno de los primeros retos con los que se enfrentan los padres cuando el bebé llega a casa. Requiere de trabajo en equipo, paciencia y persistencia. En este artículo te dejamos una serie de recomendaciones para que este proceso sea mucho más llevadero.

baño del recién nacido

¿Cuál es la frecuencia del baño del recién nacido?

Realmente no hay una cantidad específica de veces a la semana en las que deba realizarse el baño del bebé. Menos aún si es un recién nacido. Esto depende de factores como las condiciones propias de salud del bebé, el clima y qué tanto se ensucie el niño. Cabe destacar que más allá de regurgitar o mancharse, un recién nacido no se ensucia demasiado.

Lo que si debes limpiar muy bien cada vez que sea necesario, son sus partes íntimas, al momento de cambiar el pañal, para que las heces y el orine permanezcan el menor tiempo posible en contacto con la piel de tu bebé.

El baño del recién nacido entonces puede ser tan frecuente como se pueda. Hay quienes lo hacen diariamente, con paños húmedos o en una bañera para bebés. Otras personas lo hacen dos o tres veces por semana. Igual es algo que puedes consultar con el pediatra, para que te haga sus recomendaciones.

Durante los primeros baños puede que el bebé llore, por ser una experiencia nueva para él, pero es importante que poco a poco lo vaya asimilando como algo habitual. Incluso si no es un baño completo, es bueno que se acostumbre a que le limpiarás sus genitales, sus manos y carita con frecuencia, bien sea cada mañana o antes de dormir.

¿Cómo hacer el baño del recién nacido?

El primer baño del recién nacido puede ser un proceso complicado para muchos padres, y más si son primerizos. Para hacerlo más sencillo, te recomendamos que tengas todo lo necesario a la mano, así como contar con la ayuda de otra persona. Igual puede que te interese saber a los cuántos meses se sienta un bebé.

El bebé tiende a ser bastante resbaladizo, así que mientras una persona lo sujeta o lo frota, la otra puede ir aplicando el agua o los paños húmedos. Si es un baño en bañera, el agua no debe sobrepasar los 15 cm de altura. La temperatura debe estar alrededor de los 36 a 38°C.

Recuerda que antes de que el agua toque al bebé, debes comprobar qué tan caliente está el agua, en el dorso de tu mano o en el codo. También puedes usar un termómetro para estar más seguro. El agua debe estar tibia y no caliente.

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Utiliza un jabón suave, sin fragancia ni colorantes, de pH neutro, para enjabonar al niño delicadamente. El aclarado no debe tardar mucho, pues el agua se enfriará y el bebé también. La habitación debe tener una temperatura cálida, de unos 22-24°C, para que no le dé tanto frío al bebé cuando salga del agua.

Ten a disposición el paño suave en el que envolverás al bebé una vez terminado el baño, para que se mantenga cálido constantemente. Nunca dejes al niño en la bañera sin la supervisión de otra persona, pues podría caerse o ahogarse.

¿Cómo hacer el baño si el bebé tiene el cordón umbilical?

El cordón umbilical suele desprenderse entre los 7 a 15 días de vida del recién nacido. Sin embargo, debe limpiarse diariamente, de preferencia con cada cambio de pañal. Ten en cuenta tu higiene siempre que vayas a realizar este proceso: lávate bien las manos, limpia el área del cordón umbilical con agua y jabón suave, aclara y seca con delicadeza.

Es importante que el cordón se mantenga seco, así que también puedes valerte de gasa estéril para envolverlo y ayudar a evitar la humedad. En este sentido, hay quienes prefieren realizar los primeros baños del bebé con una esponja, para que no se moje tanto el cordón.

Para ello, lo mejor es acostar al bebé en una toalla limpia. Luego frota suavemente su piel, dando toques con una esponja o paño suave, impregnada en agua tibia y jabón para bebés. Ve secando cada área que laves con una toalla delicada. En caso de que se moje el cordón, sólo tienes que secarlo con esta toalla, suavemente.

¿Y una vez que se ha caído el cordón umbilical?

Si antes de caerse el cordón, lavabas a tu bebé con esponja, toalla o poca agua, ahora sí puedes mojarlo completo. Una buena idea para que no se resbale tanto en la bañera o lavamanos, es que coloques en la base una toalla. Nuevamente, te recordamos que es importante contar con la ayuda de otra persona mientras bañas al bebé, y que tengas todo lo necesario a la mano, durante y después del baño.

¿Qué es todo lo necesario? Pues, para empezar, una toalla grande que permita envolver al bebé, la esponja o paño suave, hisopos o bolitas de algodón un cepillo para bebé y jabón para bebé (o para el agua de la bañera).

Estos baños no deben durar mucho, pero deben ser completos y efectivos. Para la limpieza del rostro, puedes usar las bolitas de algodón humedecidas, mientras el bebé se acostumbra al contacto con el agua. Debes dedicar atención especial a las áreas de pliegues en el cuello, las axilas, las rodillas y los muslos. Revisar entre los dedos de las manos y los pies, así como detrás de las orejas, los genitales y la zona del pañal.

Baño del recién nacido y cuidado de la cabeza

Hay bebés que nacen con mucho cabello y otros que no tienen. Si tu bebé tiene suficiente cabello, puedes lavarlo con un champú suave para bebés, durante el baño.

Esta podría ser la última parte del baño, para que el niño no pase más tiempo en contacto con el agua jabonosa. Finalmente, lo secas bien y lo peinas con un peine o cepillo de cerdas suaves, para bebés.

El cerumen que se acumula en sus oídos, protege al bebé de agresiones externas, sobre todo en estos primeros días de vida. Es mejor que no lo extraigas, usando sólo un paño húmedo para limpiar esta área por fuera.

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¿Puedo aplicar crema a mi bebé recién nacido?

Realmente no es necesario, a menos que sea un caso de resequedad excesiva en la piel del bebé. De ser así, basta con aplicar un poco de crema hidratante, sin colorantes ni perfumes, especial para los más pequeños de la casa.

La ausencia de perfumes o colonias es importante, porque el bebé tiene el olfato muy desarrollado y es uno de sus principales medios para reconocer el olor de su mamá. Los olores fuertes de cremas o fragancias, pueden dificultar este reconocimiento.

Es normal que durante los primeros días de vida del recién nacido, la piel tienda a secarse naturalmente, pero esto es porque antes estaba acostumbrada al contacto con al líquido amniótico, mientras que ahora es con el aire seco. Esto no es motivo de alarma, porque pronto te darás cuenta de que la piel de tu bebé se pondrá muy suave.

En lo que se refiere a la zona del pañal, si se irrita un poco, puedes colocar cremas antipañalitis o “pasta al agua”, un ungüento que consigues en la farmacia y protege a la piel contra las agresiones.

Baño después del cambio de pañal

Un bebé recién nacido requiere que se le cambie el pañal varias veces al día, entre 6 y 8 cambios. Pero esto no significa que en cada oportunidad, debas someterlo a un baño completo. Debes cambiar el pañal tan pronto te des cuenta de que ya el bebé ha hecho una deposición, para evitar posibles irritaciones en la piel. Aquí puedes ir aprendiendo cómo quitar el pañal de noche.

Para limpiar el área del pañal, como se ha mencionado antes, puedes utilizar un paño suave o una esponja impregnada con agua tibia y jabón para bebés. De esta manera, retiras toda la suciedad sin mojar por entero al bebé. Puedes pasar también toallitas húmedas para bebé, al final de la esponja. Esto retirará cualquier residuo que pueda haber quedado y le dará frescor a la piel.

Es muy importante que en el caso de las niñas, la limpieza de los genitales sea hacia atrás, en dirección al ano. Así evitarás que las heces hagan contacto con la vagina. Luego de la limpieza, debes secar muy bien toda esta área, tanto en hembras como varones. Puedes aplicar un poco de talco para bebés o alguna “pasta al agua”, si observas irritación, y finalmente, el pañal.

¿Qué hay del corte de uñas de los recién nacidos?

Además del baño del recién nacido, hay otras situaciones que pueden resultar un poco complicadas. Un claro ejemplo es el corte de uñas de un bebé de pocos días de vida. Para muchas personas, esta tarea es realmente un reto, porque las uñas del bebé suelen estar muy largas, pero también adheridas a la piel.

Para evitar lastimar al pequeño, es mejor dejar el corte de las uñas para luego de los primeros 20 días. Mientras tanto, se puede usar una lima fina, o ir desprendiendo poco a poco la punta sobrante de la uña, cada vez que se realiza el baño del recién nacido.

Una vez logrado esto, puedes usar un corta uñas de bebé y darle a las uñas una forma recta, procurando que no queden picos que puedan causar rasguños o encarnarse en la piel.

Errores comunes durante el baño del recién nacido

Recapitulando, estos son los errores que debes evitar cuando se trata del baño del recién nacido:

Dejar al bebé solo: Jamás debes descuidar al bebé y menos si está recién nacido. Incluso si lo tienes sobre la cama, en cuestión de segundos podría sufrir algún accidente. Por obvias razones, la bañera es aún más peligrosa.

No medir la temperatura del agua: El agua que para ti está agradable, puede que resulte muy caliente para el bebé. Recuerda que su piel es mucho más sensible que tuya. Si no estás seguro sobre la temperatura que tiene el agua del baño del recién nacido, usa un termómetro para comprobar que esté alrededor de los 36 y 37°C.

Usar demasiados productos químicos: Si tu bebé no presenta erupciones o resequedad, evita el uso de cremas, talco o colonias. Recuerda que estos productos, por suaves que sean, siempre tienen una serie de químicos a los que la piel del bebé no está acostumbrada. En caso de usar alguno, como los jabones para el baño, procura que sean pH neutro, para evitar alergias en el bebé.

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Descuidar las corrientes de aire: Trata en lo posible de mantener al bebé en espacios en donde no haya fuertes corrientes de aire, para evitar que le dé frío. Menos si es el lugar donde se le dará el baño al recién nacido.

No tener las cosas a mano: No solo al momento del baño, sino cuando vas a vestir al bebé, debes tener todo lo que necesitas a disposición. Así ahorras tiempo y el bebé no se incomoda tanto.

No secar adecuadamente al bebé: Para que al bebé no le salgan erupciones o se irrite su piel, debes secarlo por completo, revisando muy bien los pliegues en su piel.

No bañar al bebé mientras tenga el ombligo: En algunas culturas, el baño del recién nacido no debe realizarse hasta que se desprenda el cordón umbilical. Sin embargo, ya te hemos explicado cómo puedes hacer para mantener la buena higiene de tu bebé mientras aún tiene el cordón.

No lavar la bañera: La acumulación de jabón en la superficie de la bañera, puede crear una capa de gérmenes que afecten la salud del bebé. Es necesario lavar la bañera o el recipiente donde se dará el baño del recién nacido, tanto antes como después de esto.

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No usar una bañera: Si no bañas al bebé en un lavamanos o una bañera, corre el riesgo de resfriarse. Esto sucede porque su piel está mojada y en constante contacto con el aire frío.

Baño muy largo: El baño del recién nacido debe ser rápido. Para evitar que el agua se enfríe y se pueda resfriar el bebé. A medida que el niño va creciendo y se va acostumbrando al agua, puede que incluso lo disfrute y el baño puede demorar.

No sujetar bien al bebé durante el baño: El bebé debe sentirse seguro, por lo que debes sujetarlo con firmeza, para que no se te resbale o sufra un accidente. Si tú lo sujetas y otra persona le aplica el agua o el jabón, el proceso del baño del recién nacido será más cómodo para todos.

Curar el cordón antes del baño: La cura del cordón umbilical debe realizarse después del baño del recién nacido, siguiendo los pasos que explicamos anteriormente.

Realizar el baño sin orden lógico: Introducir al bebé en la bañera inmediatamente después de retirar el pañal, sin limpiar antes esta zona, contaminará toda el agua y puede hacer que las heces toquen los genitales. Debes bañar al bebé siguiendo un orden de cada parte del cuerpo, podrías comenzar por la cabecita, luego el cuerpo y las extremidades para finalizar con las partes íntimas.

Perder la calma si el bebé está llorando: Es muy normal que el bebé llore durante sus primeros baños. Trata de mantenerte sereno y calmarlo. Si resulta imposible, da el baño por terminado y procede a limpiarlo con toallas húmedas, si es necesario.

Frotar en exceso la piel: Como hemos mencionado, la piel de tu bebé es sumamente delicada, por lo que puedes lastimarlo si lo frotas demasiado durante el baño.

Usar hisopos para limpiar los oídos: Evita usar hisopos o bastoncillos para limpiarle o secarle los oídos al bebé.

Dejar caer jabón en el rostro: La carita de tu bebé debe ser limpiada sólo con agua tibia, procura que no le caiga jabón o podría molestarle mucho. Si hay alguna irritación, lee este artículo sobre los granitos en el bebé.

Para concluir, no pierdas de vista que todos los cuidados que tengas con tu hijo deben ser desde el amor, el respeto y la comprensión. El baño del recién nacido no tiene por qué ser una pesadilla si cumples los consejos que te dejamos aquí, así como las recomendaciones de personas expertas.

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