¿Cómo deben dormir los bebés?, todo lo que debes saber

Para comprender cómo deben dormir los bebés, hay que estar atento a muchos factores. Los niños recién nacidos todavía no tienen control de su movilidad gruesa, así que es muy importante colocarlos en una postura cómoda y segura para dormir. Aquí te explicamos lo que debes saber al respecto. Sigue leyendo para que no te pierdas ningún detalle.

Cómo deben dormir los bebés

¿Qué es el Síndrome de Muerte Súbita del Lactante?

El Síndrome de Muerte Súbita del Lactante (SMSL) consiste en, tal como su nombre lo indica, la muerte de forma repentina en bebés menores de 1 año. Esto ocurre generalmente durante la siesta o el sueño nocturno, por estrangulamiento o asfixia. Según las estadísticas mundiales, el mayor número de casos de SMSL tiene como víctimas a niños cuya edad está entre los 2 a 4 meses de vida.

Para reducir tanto como se pueda el riesgo de que el recién nacido sufra SMSL, es muy importante saber cómo deben dormir los bebés. Los padres o cuidadores deben estar muy atentos a todos los detalles. Desde la posición en la que se acuesta al niño, hasta los elementos que hay alrededor de él y las características del colchón son fundamentales.

Es por ello que hemos preparado una serie de recomendaciones que se deben tomar en cuenta al momento de la siesta o sueño de tu recién nacido. Recuerda que, en términos generales, son para niños de hasta 1 añito de edad, a menos que el pediatra indique otros consejos.

¿Cómo deben dormir los bebés para evitar el Síndrome de Muerte Súbita?

Revisa atentamente las siguientes indicaciones que te ayudarán a garantizar un sueño seguro para tu bebé. Tampoco olvides que debes permanecer atento, incluso si sigues las recomendaciones. Los bebés muchas veces nos sorprenden con su agilidad para moverse, a pesar de su pequeño tamaño o corta edad y no se deben dejar descuidados. Para comprender adecuadamente cómo deben dormir los bebés, estos tips son fundamentales:

El bebé debe dormir boca arriba: Es lo que llaman posición supina. Esto es muy importante, tanto para las siestas cortas como para los periodos de sueño más prolongados. De esta manera, el bebé tendrá mejor capacidad respiratoria, comparado con los que duermen boca abajo, o sobre su estómago.

Incluso un bebé que duerma de costado tiene mayor probabilidad de sufrir una asfixia, en vez de un niño acostado boca arriba. Como recordatorio para los padres que temen que el bebé pueda ahogarse si está sobre su espalda, un bebé de meses tiene un buen reflejo de náuseas, aparte de que sus vías respiratorias funcionan de forma que resulta más complicado que el bebé se pueda atragantar.

Cómo deben dormir los bebés

  • En este punto, vale acotar que en la primera hora de nacido, es recomendable que el bebé tenga contacto piel con piel con su madre. Posteriormente, debe ser acostado boca arriba en una cuna o moisés. Hay condiciones particulares que pueden cambiar en el caso de los bebés prematuros, pero ya eso depende de lo que indique el médico especialista.
  • Si se trata de un niño con más agilidad y motricidad, que le permita voltearse boca arriba o boca abajo, lo mejor es no tener más nada a su alrededor. No vale insistir en mantener al niño en posición supina, pero es importante mantener el área de descanso despejada de peluches, mantas o cualquier objeto que pueda bloquear el paso del aire.
  • Para los bebés que puedan quedarse dormidos en sillas, coches o asientos de seguridad, lo mejor es cambiarlo a la brevedad posible a una superficie más firme, cómoda y segura.

El bebé debe dormir en su propia cuna o corral, pero en la misma habitación que tú: Al menos durante los primeros 6 meses de vida, es muy recomendable compartir habitación, porque podrás prestar mayor atención al sueño del bebé. Mejor aún si puedes colocar la camita del bebé cerca de tu cama. Así podrás traerlo a tu regazo cuando vas a amamantarlo y colocarlo de nuevo en su espacio cuando ya se esté durmiendo.

Prefiere los colchones firmes para el bebé: No importa si lo tienes en cuna, moisés o corral, siempre y cuando la superficie no sea blanda. Esto es importante porque en un colchón más duro, el bebé tiene menos probabilidades de hundirse y quedar atrapado o asfixiarse. Igualmente, debes cuidar que la ropa de cama se ajuste bien al colchón. También debes mantener el espacio del bebé despejado de mantas, peluches o cojines.

Evita acostar al bebé en almohadas, muebles o sillas: Estos lugares no ofrecen seguridad para tu bebé, aparte de que las superficies tienden a ser muy blandas o irregulares.

No compartas la cama del bebé: Incluso si se trata de acostar allí a otro niño pequeño. En general, hay ciertas condiciones que limitan el compartir el espacio del bebé, por ejemplo:

  • Si se trata de un bebé prematuro o bajo de peso.
  • Es un bebé que aún no llega a los 4 meses de vida. Aquí puedes aprender más sobre el bebé de 1 mes.
  • Alguna persona que vaya a usar la cama es fumadora o consume drogas.
  • Si la persona que se va a acostar con el bebé ha consumido medicamentos para dormir o que dificulten despertar.
  • La persona acaba de consumir alcohol o drogas recientemente.
  • Hay ropa de cama o de vestir, almohadas, peluches o algún otro objeto alrededor.
  • Si la superficie donde se va a acostar al bebé es muy blanda, como un colchón viejo, un puff o una cama de agua.

Procura que el bebé no esté demasiado abrigado: Esto incluye los gorros para dormir, ya que muchas veces los bebés se mueven y se pueden correr las capuchas, sin poder luego alejarlas de su rostro. Para evitar que el bebé pase frío, es mejor colocarle una mantita para vestir.

También puedes envolverlo si aún no se mueve demasiado, pero no olvides cómo deben dormir los bebés: cuida que esté boca arriba, pueda respirar bien y mover con facilidad sus caderas.

Cuida la temperatura del ambiente: Tanto si hace mucho frío, o si hay demasiado calor, puede que el bebé se sienta incómodo y le cueste respirar. Trata en lo posible de mantenerlo en un espacio lejos de corrientes de aire frío, pero con ventilación suficiente.

Amamanta a tu bebé: Siempre que tengas la posibilidad, dale el pecho a demanda a tu hijo, ya que esto aumenta sus defensas y le permite un mejor desarrollo integral. Los estudios han demostrado que el Síndrome de Muerte Súbita del Lactante puede disminuir hasta en un 50% en aquellos bebés que se alimentan con lactancia materna.

Cómo deben dormir los bebés

Prueba darle un chupete o chupón al bebé: Esto puede ayudar a que el bebé a evitar el SMSL, incluso después de que ya se ha dormido y lo deja caer. A algunos bebés no les gusta el chupete y eso es normal. En caso de que al tuyo le guste, puedes usarlo como una herramienta preventiva del SMSL, además de que entretiene al niño.

Mantén el control con las vacunas: Así como ocurre con la lactancia materna, un bebé que tiene todas las vacunas correspondientes tiene menos riesgo de sufrir SMSL.

Cambia las posturas del bebé: Esto es válido cuando el niño está despierto. Lo puedes colocar un rato sobre su estómago, o boca abajo, para que vaya fortaleciendo sus brazos y músculos poco a poco. Luego, a la hora de la siesta, lo colocas boca arriba.

No fumes: Lo ideal es que no lo hagas, ni antes, ni durante el embarazo y mucho menos después. Pero, en el caso de que seas fumadora, evita en lo posible hacerlo en el tiempo de gestación o muy cerca del bebé cuando éste haya nacido. De la misma manera, lo mejor es que más nadie lo haga cerca de ti o del infante.

Evita el consumo de alcohol: Así como el cigarrillo, el alcohol también puede afectar mucho la salud del bebé cuando está en el útero. Una vez que nazca, también es importante minimizar los riesgos al evitar que una persona con alcohol en la sangre se acerque demasiado al recién nacido.

¿Cómo deben dormir los bebés para mejorar el sueño?

Una vez que ya sabes cómo deben dormir los bebés para evitar un SMSL, puedes ver cómo mejorar la calidad de su descanso. Para ello puedes seguir los siguientes consejos:

Crea rutinas: acostumbrar al pequeño a seguir rutinas de comida, baño o sueño en la medida de lo posible, trae grandes beneficios. Puedes probar bañar al bebé antes de la última toma de leche y luego llevarlo a la cama, para que su sueño sea más profundo. Cualquiera que sea tu decisión, trata de escogerla en función de tus tiempos y los del bebé para llegar a un acuerdo cómodo para ambos.

Reorganiza las siestas diarias: a medida que el bebé va creciendo, puedes ir recortando poco a poco la duración de las siestas que toma durante el día. De esta forma, es muy probable que para la noche tenga más sueño y pueda descansar por un tiempo más prolongado.

Respetar los horarios propios del bebé: antes de intentar hacer las siestas más cortas u obligarlo a dormir a determinada hora, debes prestar atención a los horarios naturales del niño. Evita hacer cambios bruscos, pues esto le causará ansiedad al bebé. Las modificaciones de hábitos deben ser paulatinas.

Preparar el momento previo al descanso: el niño debe entender que está entrando en un proceso de relajación y que ya se acerca la hora de dormir. Puedes optar por un baño de agua tibia o con esencias relajantes, como la lavanda o manzanilla. También podrías darle un pequeño masaje para que se calme y logre dormirse más rápido. Aquí te enseñamos cómo hacer masajes para bebés.

Cenas ligeras: si ya el bebé come otros alimentos además de la lactancia materna, procura que la comida antes de dormir sea algo ligero. Esto ayudará a que el proceso digestivo no se vea entorpecido ni se altere el sueño.

Evita pasear al bebé para que se duerma: lo ideal es que el sueño llegue sin necesidad de cargar y pasear al bebé o acunarlo para que duerma. Si esto se hace costumbre, será necesario hacerlo cada vez que el niño quiera dormir para que pueda conciliar el sueño.

Cómo deben dormir los bebés

Coloca música relajante: mucho mejor si es música clásica a bajo volumen en la habitación. Esto puede ayudar al bebé a relajarse y comenzar a descansar de forma rápida y tranquila.

Enseñar al bebé a estar despierto y calmado: esto es, que si se despierta luego de la siesta y ve que está solo, no comience a llorar, sino que se mantenga sereno. Puedes utilizar móviles o música relajante de fondo, en el caso de las siestas diurnas. Esto hará que el bebé desvíe su atención a otras cosas al momento de despertar mientras tú llegas con él.

¿Qué hacer si el bebé se despierta y llora cuando lo acuesto?

Hay bebés que después de haberse dormido, comienzan a llorar cuando por fin los acuestan en su cama. En este caso, lo mejor es que esperes unos minutos cerca de él. Puedes hablarle suavemente para que se calme y se vuelva a dormir, o acariciarlo un poco.

Si pasado un rato, el bebé sigue llorando y demuestra incomodidad, acércate para revisar que todo esté bien. Asegúrate de que se encuentre en una posición adecuada, o no necesite un cambio de pañal.

Si la situación persiste y ya lo has alimentado y arreglado previamente, puedes intentar darle un poco más de pecho, para calmarlo. Debes tener en cuenta que muchas veces los bebés hacen ciertos movimientos mientras duermen, así que no te alarmes por eso, si llega a suceder. Lo ideal es que siempre esperes un tiempo prudencial antes de levantarlo de nuevo, dándole oportunidad de que se calme y se vuelva a dormir si ayuda externa.

Cómo deben dormir los bebés

A modo de cierre, ten siempre en consideración la comodidad y seguridad de tu bebé al momento de la siesta, bien sea diaria o nocturna. Recuerda que a medida que el niño crece, sus patrones de sueño se van modificando, así que debes tener paciencia. Para saber más sobre este y otros temas, te invitamos a leer nuestro artículo sobre el agua para bebés recién nacidos.

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