Granitos en el bebé, ¿por qué le salen en la cara? y más

Los granitos en el bebé son más comunes de lo que muchas personas piensan. Sin embargo, en la mayoría de los casos no representan una verdadera amenaza para los pequeños, así que no hay por qué alarmarse. De todas formas, puede haber algunas excepciones y aquí te explicamos qué hacer en cada caso.

¿Por qué salen los granitos en el bebé?

Si bien los bebés tienen la piel con mayor suavidad y tersura que nadie, esto mismo la hace extremadamente delicada. Genera gran propensión a que sufra de erupciones y granitos. Como padre o cuidador de un bebé recién nacido, debes tomar en cuenta muchos factores, para distinguir los distintos tipos de erupciones que puede sufrir en su piel.

Por suerte, la mayoría de estas pequeñas lesiones cutáneas son benignas y no requieren un tratamiento específico, además de la higiene. Otras incluso desaparecen espontáneamente a los pocos días de nacido el bebé. Esto es algo que ya determinará el pediatra, si el caso lo amerita.

Existen tres causas comunes por las que aparecen estos granitos: el acné neonatal, el sudor y una erupción benigna llamada eritema tóxico. También puede haber otras causas relacionadas con bacterias o algún virus, como es el caso del sarampión, y otras erupciones como las ampollas del impétigo.

En este artículo te dejamos una breve descripción de estas afecciones que suelen aparecer en la piel, como forma de granitos en el bebé. Si estás interesado en conocer cómo afecta a tu bebé lo que come, te invitamos a leer el siguiente artículo sobre la alimentación de un bebé de 15 meses.

granitos en el bebé

Principales causas de los granitos en el bebé

Aquí te explicaremos no sólo las 3 causas más conocidas, sino las otras que también son causantes, en menos medida, de los granitos en el bebé. Son los siguientes:

Acné neonatal

Se le conoce también como neonatorum. Son unos granitos que aparecen a veces en los recién nacidos, en las primeras semanas de vida, siendo más frecuentes en los varones que en las hembras.

Se reconocen fácilmente porque son puntitos rojos o blancos, en las mejillas, por lo general. Estos granitos suelen estar llenos de agua. Por fortuna, no molestan al bebé ni se asocian con su alimentación. Surgen porque durante el embarazo, las hormonas de la madre estimulan las glándulas sebáceas del bebé. Así que no hay por qué alarmarse, estos granitos en el bebé desaparecerán en cuestión de días.

Este acné no tiene tratamiento específico, pero puedes lavar la carita de tu hijo con agua y jabón especial para bebés. En caso de usar alguna crema o loción (que no es necesario), evita que sea muy grasa, para que no se obstruyan los poros de la piel del bebé y consulta antes la opinión de un médico especialista.

Granitos causados por el acné del lactante

A diferencia de los granitos que explicamos antes, estos otros están asociados a la lactancia materna o alimentación del bebé. Aparecen entre el segundo y tercer mes de vida y pueden durar hasta más allá del año.

Así como los puntitos blancos y rojos, este tipo de acné también incluye puntos negros. Es más parecido al acné de las mejillas de un adolescente. De hecho, los estudios muestran que este tipo de acné en el lactante puede tener su origen en problemas de acné hereditarios en el grupo familiar.

Ya que este tipo de granitos en el bebé pueden dejar marca en la piel, los pediatras suelen tratarlo con cremas o eritromicina. La finalidad de estos productos es la de reducir las bacterias o actuar como antibiótico y antiinflamatorio.

 

Granitos en el bebé causados por miliaria

Estos granitos también son inofensivos. Lucen como gotitas blancas o amarillentas, en la barbilla, las mejillas o la nariz. Estos granitos no están infectados y desaparecen de forma espontánea, entre el primero y segundo mes de vida.

Ocurren cuando los poros se obstruyen como consecuencia de las secreciones propias de la piel del bebé. En algunos casos, estas erupciones pueden aparecer también dentro de la boca, ya sea en el paladar o en las encías. Al igual que los puntitos cutáneos, estos de la boca tampoco son dañinos. Como desaparecen pronto, no hace falta aplicarles tratamiento.

Sudamina

El origen de estos granitos en el bebé es el sudor acumulado en la piel, específicamente de la espalda, los pliegues o el cuello. Tienen un aspecto particular, pues la base suele ser rojiza pero con la puntita blanca. Al tacto resultan ásperos, sin embargo, no implican una molestia para el bebé.

Son granitos frágiles, de hecho se rompen cuando se frota de forma suave la piel del niño. Lo ideal es mantener la piel lo más seca posible, sin perder la hidratación, claro está, sobre todo luego del baño. Revisa que las axilas, pliegues y áreas más sudorosas del bebé, se mantengan frescas y secas.

granitos en el bebé

Es importante recordar que cuando los niños tienen poco tiempo de nacidos, aun no han desarrollado la madurez necesaria en sus glándulas sudoríparas. Por esto, tienden a obstruirse y retener el sudor. En momentos en los que hay altas temperaturas, no sobre abrigues al bebé, para que su piel pueda respirar. Ocurre de forma similar cuando hay casos de fiebre.

El mejor tratamiento es hidratar la piel del bebé con productos no grasos. Evitar las prendas de vestir demasiado abrigadas o que dificulten la transpiración.

El eritema tóxico del bebé

No te dejes llevar por el nombre de esta erupción. Realmente son unos granitos benignos. Aparecen muy pronto, entre las primeras 24 a 48 horas de nacido el bebé, pero igualmente se desvanecen a los días. Este eritema tiene aspecto como de piquetes de insectos, son pequeños puntitos rojos muy juntos, formando placas o ronchas.

Resulta entonces en una inflamación que, aunque no tiene una causa clara, afecta a más del 50% de los bebés recién nacidos. El tratamiento consiste en constante hidratación.

Costras lácteas

Estas lesiones son como caspa que se forma en el cuero cabelludo del bebé, o en su frente. Pueden estar presentes durante el primer año de vida y el tratamiento es bastante sencillo. Basta con pasar paños suaves con aceites esenciales por el área afectada, durante la noche, y retirar en la mañana con una toalla.

Si estás leyendo en este artículo, seguro tienes un bebé en casa y te puede interesar este otro con todo lo que debes saber de un bebé de 12 meses.

Síntoma de enfermedades infecciosas

El sarpullido o las erupciones, llamados exantemas, generalmente se asocian con enfermedades de tipo infeccioso. Por ejemplo:

Varicela

Esta enfermedad se caracteriza por presentar granitos llenos de agua, que causan mucha picazón y derivan en ampollas. Por esto es importante cortar las uñas del bebé o del niño si ya es más grande, para evitar que se rasquen y terminen con cicatrices en la piel.

No es peligroso, aunque puede aparecer fiebre unos días antes del brote y es altamente contagiosa, a través de los granos y la saliva. Se deben aplicar baños con agua templada y jabón de bebés o muy suave.

Enfermedad mano-boca-pie

Se trata de uno granitos en el bebé, que comienzan a aparecer primero en la boca, después en las manos y terminan llegando hasta los pies y los talones. Suele tener como precedente un cuadro de fiebre, dolor de garganta, falta de apetito y malestar general.

La forma de contagio es a través de las vías orales o fecales. Aunque tampoco es una enfermedad peligrosa, resulta muy incómoda para los niños, porque cuando se rompen los granitos, dejan llagas. Por suerte, éstas tienden a desaparecer a los pocos días.

Sarampión

El sarampión es bastante contagioso desde días antes del brote, hasta unos días después. Son granos pequeños que aparecen desde la frente y se extienden por el cuerpo, junto con manchas rojas. Este cuadro incluye fiebre, llaguitas blancas en la boca y lagrimeo.

Para aliviar los síntomas del sarampión, te puedes valer de compresas frías húmedas, que ayuden a bajar la fiebre y manteniendo al niño muy bien hidratado.

Herpes neonatal

Si de casualidad ves un grupo de pequeñas ampollas en un área específica de cuerpo, como el tronco o en el cuero cabelludo, debes ir al pediatra. De lo contrario, estas ampollas se esparcirán por el resto del cuerpo del bebé.

Esta enfermedad es muy poco común y suele transmitirse de madre a hijo, en el momento del parto. El tratamiento suele constar de antivirales. Los médicos deben realizar una serie de exámenes en el bebé antes de determinar las características de la enfermedad y recetar los medicamentos correspondientes.

Impétigo

Causada por una bacteria, esta infección crea ampollas grandes que se rompen con cierta facilidad. Tienden a dejar unas costras oscuras o amarillentas en la piel y suelen encontrarse cerca del área del pañal o el ombligo, pero también alrededor de la nariz y la boca del niño.

Hay mayor propensión en los niños a sufrirla cuando ya tienen otros problemas de piel, como eccemas o picaduras de insectos y hasta raspaduras. El tratamiento debe proporcionarlo un médico, porque requiere antibióticos.

granitos en el bebé

Eccema atópico

Se distingue porque la piel además de estar enrojecida, luce como pequeñas escamas, con resequedad y aspereza. Puede aparecer en las mejillas, los codos o el área del pañal, con frecuencia. Un rasgo hereditario es la existencia de asma o alergias en la familia.

Para tratar estos eccemas, lo primordial es mantener una gran hidratación. Si el caso es muy grave, puede requerir cremas corticoides, con prescripción médica. Esta condición puede incluso llegar a la edad adulta.

Tratamientos para los granitos en el bebé

Dependiendo de las características de los granitos en el bebé, la etapa de vida en la que se encuentre y las demás condiciones ambientales o genéticas, puede variar el tratamiento.

Recuerda que muchas veces estos granitos desaparecen por sí solos. En caso contrario, es necesario que consultes al médico especialista antes de suministrar cualquier tratamiento. Según los meses de vida, puedes ver lo siguiente:

  • 0-6 meses: Como hemos mencionado anteriormente, en este tiempo, los bebés suelen presentar granitos que no constituyen ninguna enfermedad grave. Aparecen y desaparecen relativamente rápido. Basta con mantener una higiene adecuada, tanto del bebé como del espacio donde se encuentra, una buena ventilación y usar productos hidratantes no grasosos.
  • 6-12 meses: En esta etapa suele presentarse otro tipo de acné, que puede requerir mayor atención. En ese caso, el médico pediatra será quien determine os productos y medicamentos necesarios para tratar la afección. Recuerda que muchas veces este tipo de acné puede tener consecuencias hasta la adolescencia.

Sea cual fuere el tipo de acné o granitos en el bebé, si se presenta por demasiado tiempo, seguramente el pediatra te indicará un tratamiento médico específico. Ahora, si no hay necesidad de esto, entonces es mejor que simplemente evites el uso de jabones o lociones recomendadas para tratar estas afecciones en adultos.

Lo mejor es que siempre laves la carita del bebé con agua tibia, usando los jabones más suaves, destinados a limpiar la delicada piel de los bebés, sin irritarla. De la misma manera, utiliza toallas muy suaves y siempre limpias para secar al niño. por otro lado, si tu hijo usa pañales pero ya está en proceso de dejarlos, aquí te explicamos cómo quitar el pañal de noche.

Otros tratamientos sencillos contra los granitos en el bebé

En el mercado puedes encontrar gran variedad de productos que no requieren prescripción médica y te pueden ayudar a cuidar la salud de tu bebé. Los jabones de glicerina o artesanales suelen ser buenos aliados para limpiar la piel de tu bebé sin lastimarla.

Prefiere también los jabones neutros o que no contengan ninguna fragancia ni colorante. Mientras más naturales, mejor. Igualmente, puedes aprovechar los baños con agua filtrada de mar, para devolverle a la piel del niño su protección natural. En este punto debes ser cuidadoso, para que no le lastime en los ojos por el contenido de sal.

granitos en el bebé

La limpieza diaria de la carita de tu bebé debe ser suave. Debes ser cuidadoso también con las prendas de vestir y la ropa de cama, procurando lavarlas con jabones delicados y enjuagarlas muy bien. De esta forma evitarás que queden residuos de detergente y serán más seguras al entrar en contacto con la piel del niño.

Finalmente, jamás presiones los granitos en el bebé. Al igual que los puntitos de acné, al ser presionados, puedes no sólo lastimar al niño, sino generar una infección que podría incluso dejar cicatrices en la piel.  Es mejor que siempre consultes la opinión de un médico especialista, si tienes inseguridad sobre cómo tratar los granitos en el bebé.

Igualmente, recuerda que puedes informarte con todos los artículos sobre bebés que te ofrecemos en nuestro blog.

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