Muchos padres se notan preocupados cuando dicen “mi bebé duerme mucho de repente”. Para algunos esto es un privilegio, mientras que para otros puede ser un motivo de inseguridad sobre el bienestar del bebé. Aquí te contamos por qué puede ser que un niño duerma muchas horas seguidas y qué hacer en caso de que se salga de los hábitos saludables. Sigue leyendo para saber más.
Los bebés y sus ciclos de sueño
“Mi bebé duerme mucho de repente y no sé si eso es normal”… Si te resulta familiar ese pensamiento, no te preocupes, muchos padres se preguntan lo mismo. Esto es porque estamos acostumbrados a escuchar que los bebés, sobre todo si son recién nacidos, se despiertan frecuentemente para comer durante las 24 horas del día.
Esto es cierto, pero también es cierto que durante esta etapa del desarrollo de los infantes, todavía no tienen patrones de sueño definidos. Tampoco diferencian el día de la noche, así que se despiertan según les venga la necesidad de comer, pudiendo estar activos durante algún momento del día en particular.
Si notas que tu bebé duerme más que otros, no significa necesariamente que algo esté mal. Recuerda que el pediatra te indicará en cada control médico si el bebé se encuentra saludable o, si por el contrario debes ayudarlo de otra forma. Por lo tanto, si tu bebé es de los dormilones que te permite descansar por más tiempo seguido durante la noche, siéntete afortunado.
De todas formas, a continuación te explicamos por qué puede un bebé dormir más de lo “normal”, en comparación con otros niños de su edad. Lee también cómo deben dormir los bebés.
Razones por las que mi bebé duerme mucho de repente
Un bebé suele dormir muchas horas durante el día, hasta unas 20, dependiendo de su edad. Este tiempo de sueño se distribuye entre las horas de comida, por lo que no debe ser motivo de alarma. La situación cambia cuando el bebé no se despierta ni para comer o te cuesta mucho trabajo poder despertarlo. Si te cuestionas pensando “mi bebé duerme mucho de repente”, estas pueden ser algunas de razones:
Fase de crecimiento más acelerado: esto suele sucederle a algunos niños. Es un período en el que su crecimiento ocurre un poco más rápido de lo normal, por lo que requieren siestas más largas. Es un proceso del desarrollo que requiere un mayor consumo de energía, que debe ser recuperada durante el sueño.
Dentición: por lo general, el surgimiento de los dientes hace que los niños se muestren más irritables e inquietos. También puede pasar que por la misma incomodidad de las nuevas piezas dentales, les cuesta más dormir de día o tengan pequeñas siestas y terminen durmiendo por más tiempo durante las noches.
Estar enfermo: un niño con malestar o fiebre por alguna enfermedad, por lo general se mostrará adormilado por más tiempo. Incluso si no logra dormirse por completo, seguramente estará más decaído o cansado de lo normal. Si notas que el bebé presenta mucha somnolencia o cansancio ante un cuadro de enfermedad, lo mejor será que lo consultes con el pediatra.
Muchos estímulos diarios: si el bebé recibe constantes visitas o por alguna razón se le mantiene despierto por más tiempo de lo usual, probablemente luego necesite recuperar las horas de sueño perdidas. Esto hará que sus siestas sean más largas en la noche, incluso teniendo hambre.
En caso tal de que ni siquiera para comer se despierte el bebé y no encuentras alguna explicación, será mejor que se lo plantees al pediatra.
¿Cuántas horas debe dormir un bebé?
Como es de esperarse, los bebés tienen ritmos de sueño diferentes a los de un adulto, o incluso un niño más grande. De esta manera, se tiene que un recién nacido puede dormir alrededor de 17 horas, distribuidas a lo largo del día y la noche. Pueden ser incluso más si son bebés muy dormilones.
Este tiempo irá disminuyendo a medida que el infante crece. Un bebé con tres meses de edad suele dormir unas 15 horas, mientras que si es mayor de un año, el tiempo de sueño podría reducirse de 13 a 14 horas. En cualquier caso, no olvides que cada bebé es particular y tiene su propio patrón de sueño, por lo que algunos pueden dormir más o menos que otros y esto es normal.
Debes fijarte en aspectos como el estado de ánimo del bebé cuando está despierto, las veces que ensucia el pañal durante el día y su aumento de peso. Estos factores te pueden ayudar a determinar que el bebé está saludable y no presenta carencias de sueño o alimentación.
Mi bebé duerme mucho de repente y no se despierta para comer
Normalmente, un bebé pasa despierto entre 7 u 8 horas al día, intercaladas con las horas de sueño. En estas horas de vigilia es cuando suele comer y necesitar cambios de pañal. Algunas personas piensan que al bebé se le debe dar de comer cada 3 horas, alargando entonces el tiempo de espera entre una toma y otra para cumplir con ese horario.
Sin embargo, actualmente los especialistas recomiendan que el bebé sea alimentado a demanda. Esto significa que puede pedir comida cada dos o 3 horas, dependiendo de su apetito y entonces se le debe alimentar. Esto aplica tanto si el bebé consume leche materna o alguna fórmula de leche artificial.
Por otro lado, si te dices constantemente “mi bebé duerme mucho de repente” y quieres saber cuánto tiempo puede pasar sin comer, considera que los bebés se autoregulan. Esto significa que en condiciones normales, los bebés que ya tengan unos dos meses, se despertarán cada vez que sientan hambre o sed. En cambio, si la sensación de saciedad es mayor, probablemente se vuelvan a dormir.
Si se trata de un recién nacido, se despertará con mayor frecuencia. En caso de que notes que un bebé de pocos días o semanas de edad duerme seguido por más de 3 horas, entonces sí deberías despertarlo para que se alimente. Un punto a tomar en cuenta es que si sólo consume leche materna, las tomas serán más frecuentes que si bebe fórmula artificial.
Nuevamente te recordamos que si en general tu bebé presenta un buen ánimo y sube de peso de forma saludable, no debes preocuparte por si duerme mucho más que otros niños. A menos que el pediatra te recomiende despertarlo para hidratarlo o alimentarlo más seguido, entonces es mejor dejarlo dormir.
El sueño y la alimentación del bebé durante la noche
Debemos asociar el sueño con un estado de relajación. Esto aplica no sólo para los adultos, sino también para los bebés, por lo que si vemos que nuestro bebé está durmiendo plácidamente, ¿para qué despertarlo? Esto sólo debe hacerse si se trata de un bebé recién nacido que pasa más de 4 o 5 horas sin alimentarse.
Es importante tener presente que un niño que se encuentre en su primer trimestre de vida, tiene un estómago bastante reducido, por lo que sus tomas serán más frecuentes. No obstante, si no se despiertan para comer durante la noche, hay que procurar despertarlo al menos una vez para que se alimente.
Esto se debe a que la alteración de las necesidades alimenticias de un bebé recién nacido puede ocasionar una hipoglucemia. Incluso puede generar una reducción de la leche materna, especialmente si este es el medio de alimentación del bebé.
Otra cosa que sucede muchas veces es que asociamos el hambre del bebé a los momentos en los que está despierto, pero no siempre es así. Muchas veces el infante sólo ha tenido una interrupción de su siesta por factores externos, como mucha iluminación o ruidos.
En otros momentos, puede ser que se despierten y lo que quieran sean mimos. Hay bebés que disfrutan de succionar, incluso si no tienen hambre, pero lo hacen porque les genera una sensación de relax. Luego de esto, es probable que se vuelvan a dormir. Mira aquí cómo quitar el pañal de noche.
En el caso de que digas mi bebé duerme mucho de repente, pero sólo durante el día, pues debes armarte de paciencia y amor. Como se ha mencionado antes, los bebés muy pequeños no diferencian las horas del día. Por eso puede que tengan largas siestas en las horas de sol, mientras que están más activos o requieren de más tomas por la noche.
Este patrón de sueño irá cambiando con el tiempo, pero mientras tanto, deberás respetarlo. Una recomendación para que el bebé duerma por más tiempo durante la noche, es que le des una buena toma de leche materna o de fórmula artificial, antes de ir a la cama.
No olvides que mientras el bebé manifieste el deseo de comer, debes alimentarlo. Por lo tanto, el bebé hará tomas nocturnas por el tiempo que sea necesario. En algún momento reducirá las veces que se alimenta en las noches, hasta eliminarlas por completo. No trates de acelerar este proceso, pues es normal que incluso al año de edad hagan alguna toma en la noche para dormir mejor.
Hay quienes piensan que si buscan el destete, lograrán reducir las tomas que haga el bebé durante la noche. Pero esto no es garantía de que lo conseguirán, porque los bebés igualmente necesitan alimentarse en la noche, sin importar si es con leche materna o artificial.
¿Cómo controlar las tomas si mi bebé duerme mucho de repente?
Dependiendo de la edad del bebé, sus momentos de alimentación serán más o menos espaciados, por lo que tendrá más tiempo para dormir. Si se quiere tener un mejor control de las tomas, para que el niño no deje de comer cuando le corresponde, entonces habrá que prestar atención a las horas de sueño del bebé y adaptarlas a las tomas necesarias.
En el caso de que se quieran eliminar las tomas que se hacen durante la noche, antes de que sea el bebé quien lo hace por sí mismo, es conveniente que haya superado los 7 meses. Si esto ya ocurre, entonces puedes probar darle un biberón o el pecho materno justo antes de dormir. Así lograrás que duerma por más tiempo durante la noche.
Otra sugerencia es buscar algún elemento distinto a la comida, pero que relaje al bebé. Puede ser una manta, un chupete, o un sonajero que le ayude a calmarse y conciliar el sueño más fácilmente.
Si el bebé ya no se alimenta de leche materna o lo alterna con la leche de fórmula, el padre puede ser quien se encargue de velar por las tomas nocturnas, mientras mamá descansa. Así el niño tendrá otro tipo de contacto con la figura paterna para calmarse o alimentarse con el biberón.
Consejos extras
Como se ha podido determinar en estudios realizados por especialistas, el sueño tiende a cambiar y madurar a medida que crecemos. Un bebé irá modificando su ritmo de sueño con el tiempo, hasta que cada vez sea más parecido al de los adultos.
Adaptarse a las horas de sueño de otra persona no se logra tan rápido, por lo que habrá días donde el bebé duerma más que otros. Esto es totalmente normal, así que no hay por qué perder la calma.
Trata en lo posible que el momento de ir a la cama sea tranquilo y agradable. No solo para el bebé, sino para ti también. Puedes cantar una canción de cuna, mecerlo un poco en tus brazos, hacerle caricias mientras se duerme o darle un suave masaje. Recuerda que dependiendo de la edad del bebé, estas necesidades pueden variar.
Mi bebé duerme mucho de repente, incluso cuando está comiendo. Esto es normal. Muchos bebés se quedan dormidos en mitad de una toma, pero eso es porque el acto de succionar resulta relajante para ellos. Puedes acariciar su mejilla suavemente para que siga comiendo si lo desea, o simplemente retirar el pecho o el biberón con cuidado y dejarlo dormir.
Muchas veces es de gran ayuda hablar con amigos u otros parientes sobre los hábitos de sueño de sus hijos. Incluso lo puedes comentar con tus padres, que seguro te dirán cómo era tu rutina de sueño cuando eras bebé. Puede que te des cuenta de que tu preocupación no es sino una repetición de tus hábitos en la infancia.
Finalmente, ten presente que la felicidad de tu bebé y su estado de salud te pueden indicar si todo marcha bien con su sueño y alimentación. Te invitamos a leer también nuestro artículo sobre el mal de ojo en bebés.