Reflejos en el recién nacido, cómo estimularlos y más

Cuando nace un bebé, solemos pensar que no puede hacer nada por sí mismo. Esto no es del todo cierto, porque los reflejos en el recién nacido le permiten defenderse a su manera y cumplir con las funciones básicas de supervivencia propias de su edad. En este artículo te damos toda la información necesaria para que aprendas más sobre el comportamiento del bebé en los primeros días de vida.

reflejos en el recién nacido

¿Qué son los reflejos?

Los reflejos son respuestas del cuerpo, que suceden de forma involuntaria. Algunos desaparecen a medida que pasa el tiempo, sobre todo en los recién nacidos. Otros, nos acompañan por toda nuestra vida. Son un producto de nuestro pasado animal, como la forma en la que respondíamos ante los ataques de los depredadores o los peligros del medio ambiente.

Los reflejos son necesarios para adaptarse y sobrevivir en el entorno, aun cuando el cerebro no esté totalmente desarrollado. Si tienes un recién nacido, entérate aquí de lo que necesitas saber sobre a qué edad gatean los bebés.

Como son conductas que se han repetido desde el origen de la especie humana, nacemos con ellos como algo natural. En los recién nacidos, gran parte de su comportamiento responde a reflejos. Es por esto que si ve una luz brillante, cerrará con fuerza sus ojitos. De la misma manera, cuando algo se acerca a su rostro o boca, la respuesta automática de su cuerpo es buscar la succión, como forma de alimentarse.

Los bebés recién nacidos manifiestan una serie de reflejos que duran algunas semanas o meses. Esto es mientras el infante va creciendo y aprendiendo a controlar mejor su cuerpo y a desenvolverse en el medio que le rodea. Es importante realizar una evaluación que permita determinar que los reflejos en el recién nacido funcionan correctamente y de acuerdo a su etapa de desarrollo.

¿Cómo evaluar los reflejos en el recién nacido?

La evaluación de los reflejos en el recién nacido permite ver en qué condiciones neurológicas se encuentra, dependiendo de lo ágil o adormecido que pueda mostrarse durante la prueba de Apgar. Este test, que lleva el apellido de su creadora, Virginia Apgar, sirve para medir los reflejos en el recién nacido, la frecuencia cardíaca, la respiración y el tono muscular, así como el color de la piel.

Si todos estos factores están dentro de los valores adecuados, entonces se trata de un neonato saludable. En caso de que algún indicador esté fuera de lo normal, se deberá realizar la asistencia médica correspondiente para ayudar al bebé a adaptarse mejor a la vida externa del útero.

Esta prueba se realiza tan pronto haya nacido el bebé y no dura más que algunos minutos. La razón es que muchos de los reflejos en el recién nacido tienden a desaparecer a las pocas semanas o meses, a medida que se va desarrollando. Para comprobar que esto suceda así, sólo debes preguntarle al pediatra de tu pequeño como es el proceso.

reflejos en el recién nacido

¿Cuáles son los principales reflejos en el recién nacido?

Cuando el bebé nace, tiene una serie de reflejos normales para su edad y que realizará durante cierto tiempo. Recuerda que cada infante es particular y los tiempos pueden variar entre uno y otro, así hayan nacido el mismo día.

Reflejo de Galant: sucede cuando el bebé arquea su cuerpito hacia un lado, cuando siente que se le pasa la mano por uno de sus costados, en la parte inferior de la espalda. Este reflejo por lo general dura hasta cumplir el año.

Reflejo de Moro: este reflejo se cree que es defensivo. Es posible notarlo cuando, teniendo al bebé recostado, se le sostiene por las muñecas y se levanta ligeramente de la superficie. Al dejarlo caer hacia atrás, el niño abrirá sus brazos y los moverá hacia adelante, como queriendo abrazar.

Lo más probable es que llore también. Es una respuesta que se percibe igualmente cuando suena un ruido o golpe fuerte, incluso cuando de pronto se enciende una luz muy brillante. El reflejo de Moro se hace muy evidente en el primer mes de vida y tiende a desaparecer entre el segundo y cuarto mes.

Reflejo prensil: es ese que vemos cuando, al rozar la palma de la manito del bebé, éste la cierra con fuerza, agarrando lo que le haya rozado. Es un reflejo que le permite sujetarse, aunque no hay que confiarse en la fuerza del bebé, pues en realidad no tiene control sobre este reflejo. Esto tiende a suceder con cada vez menos frecuencia a partir del sexto mes de vida.

Reflejo de flexión plantar: así como el reflejo prensil o de agarre palmar, este sucede en la planta de los pies. Cuando el bebé siente el roce, tiende a flexionar el pie, recogiendo los deditos. Es como si quisiera sujetarse también con los pies, como hacen los monos. Se trata de un reflejo que puede durar fácilmente hasta el primer año del bebé.

Reflejo de búsqueda: si acaricias la mejilla o la boca de tu bebé recién nacido, seguramente girará su cabeza en tu dirección, buscando una fuente de alimento. Como la mayoría de los reflejos en el recién nacido, esto es un acto involuntario. Sin embargo, es un reflejo que le facilita al bebé el encontrar el pezón cuando quiere ser amamantado. A medida que vaya creciendo, este reflejo se hará más consciente.

Reflejo de succión: es uno de los primeros y más importantes reflejos en el recién nacido. Consiste en que el bebé comienza a succionar o chupar cuando tiene algo en la boca. Muchos bebés lo hacen desde la vida intrauterina, por lo que es posible ver en las ecografías al bebé chupando uno de sus dedos.

Una vez que el bebé nace, cuando tiene el pezón, biberón o chupete en la boca, debería comenzar a succionar inmediatamente. Puedes leer más información sobre los alimentos de tu pequeño con este artículo sobre el agua para bebés recién nacidos.

El proceso de succión ocurre por etapas. Primero, el bebé coloca su boca sobre la aureola del seno y, al encontrar el pezón, lo aprieta con la lengua y el paladar. De esta manera, el bebé mantiene el pezón dentro de su boquita. Lo siguiente, es mover la lengua entre la aureola y el pezón, para poder succionar u ordeñar.

No todos los bebés consiguen succionar efectivamente desde el primer momento, por eso la madre debe ayudarlo los primeros días. También hay que brindarle al bebé todas las comodidades posibles para que pueda aprender a succionar, tragar y respirar hasta que pueda hacerlo sin mayor complicación.

Reflejo de arrastre: si colocas al bebé sobre su estómago, o boca abajo, probablemente moverá sus piernitas para intentar desplazarse, como si quisiera gatear. Este reflejo suele dejar de ocurrir al tercer mes de vida.

Reflejo de marcha: a pesar de que un bebé recién nacido no puede caminar todavía, si se lo levanta por las axilas, apoyando ligeramente los pies sobre una superficie, él intentará desplazarse. Es un movimiento parecido al de caminar y que desaparece al cabo de unos dos meses. Posteriormente, después de cumplir el primer año, comenzarán los gateos y primeros intentos por caminar nuevamente.

Reflejo tónico del cuello: también se asocia con un movimiento de defensa. Si el bebé gira su cuello hacia una dirección, de seguro estirará el brazo de ese lado y doblara el brazo opuesto. No sucede con tanta frecuencia, pero es un reflejo que no dura más de los 5 meses.

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Importancia de los reflejos en el recién nacido

Los reflejos en el recién nacido permiten evaluar sus destrezas y agilidad durante la primera etapa de vida del bebé. Podría parecer que en este momento, los niños están totalmente indefensos. En cierta forma es así, dependen totalmente de los padres o cuidadores. Sin embargo, los reflejos les permiten defenderse a su manera, de los cambios del entorno en el que se encuentren.

Es por eso que vemos que, al dirigir un objeto hacia el bebé y acercarlo mucho, el niño, cuando menos, girará la cabecita para evitar un impacto frontal. De la misma manera, el poder succionar, respirar, tragar y llorar, son los medios de los que dispone un recién nacido para sobrevivir y expresarse.

Debes estar muy atenta a los reflejos de tu bebé durante los primeros meses de vida. El neonatólogo o pediatra te irá guiando en este proceso, por lo que le debes consultar cualquier duda que se te presente al respecto. Recuerda que algunos de los reflejos en el recién nacido tienden a desaparecer con el tiempo, así que no te preocupes cuando veas que deja de hacer alguno de ellos.

Por último, recuerda mantenerte informada sobre cómo ayudar a tu bebé a desarrollar sus reflejos y demás habilidades a lo largo de su desarrollo. La interacción entre padres e hijos es fundamental para estrechar vínculos y hacer que el bebé gane más confianza en sí mismo.

En este sentido, puedes hacer muchas cosas que mejoren este lazo y que a su vez refuercen las destrezas del bebé. Por eso, te recomendamos este artículo con una lista de actividades para niños de 6 a 11 meses.

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