Hábitos de vida saludable para niños, descúbrelos aquí

Al crear hábitos de vida saludable para niños, estás ofreciéndole a tu hijo un sinfín de capacidades y aptitudes para su vida actual y a futuro. Para lograrlo, se requiere de tiempo y paciencia, pero una vez alcanzado el objetivo, los resultados son muy gratificantes. Sigue leyendo para saber cómo hacerlo.

hábitos de vida saludable para niños

¿Qué es un hábito?

Un hábito es esa acción que de tanto hacerla, se hace costumbre. La repetición hace que en cierto punto, hagamos eso sin necesidad de un recordatorio. Cosas como cepillarse los dientes después de comer, lavarse las manos antes de preparar los alimentos o tender la cama luego de levantarse, son algunos de los hábitos cotidianos saludables.

En la infancia, es muy importante establecer hábitos de vida saludable para niños. De esta manera, nos ahorraremos en el futuro complicaciones de salud o problemas de conducta, entre otras situaciones no deseadas. Mira aquí cuáles son las enfermedades comunes en los niños.

Crear hábitos saludables desde que los niños son pequeños, es una forma de prevención. Por eso, es mejor incentivar al chiquillo a que tenga una alimentación adecuada, realice actividad física adecuada para su edad, se interese por hobbies o actividades saludables, etc.

Como en la infancia los niños aprenden más de lo que ven que de lo que puedan leer o escuchar, los padres deben dar el ejemplo con los mejores hábitos.

¿Cuáles son los hábitos de vida saludable para niños?

Los hábitos de vida saludable para niños pueden ser muy variados, sin embargo, a nivel general, pueden ser los siguientes:

Tener una alimentación balanceada

Como es bien sabido por todos, un consumo de alimentos que incluya todos los grupos de vitaminas y minerales, además de los carbohidratos y demás nutrientes necesarios, es fundamental. No significa que el niño no pueda comer más dulces, pero esta ingesta debe ser moderada.

Hay niños que comen prácticamente todo tipo de alimentos, mientras que hay otros con los que es todo un reto hacerles comer una ensalada. Los padres deben tener en cuenta que obligar al niño a comer algo que ya ha demostrado en reiteradas ocasiones que no le gusta, no es correcto.

Se debe invitar al pequeño a que pruebe todo lo que pueda. No obstante, muchas veces los gustos de los niños pueden cambiar con el paso del tiempo. Así, el alimento que rechazaba cuando era más chico, puede que le agrade de grande, o viceversa.

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En cualquier caso, es importante que los padres puedan ser creativos para poder darle una alimentación equilibrada y variada a los niños, a través de recetas que les llamen la atención.

Siempre es bueno en este sentido, contar con las recomendaciones de los médicos, para saber si el niño se encuentra bien alimentado o si le hace falta consumir más de cierto tipo de alimentos. También puede ayudar a elaborar dietas adecuadas a la necesidad del pequeño y adaptarlas a las condiciones de la familia.

Estos son algunos de los hábitos de vida saludable para niños en lo que a la comida se refiere:

  • En la medida de lo posible, se deben establecer y respetar horarios fijos para cada comida. Esto incluye no sólo los platos principales, sino las meriendas.
  • Diariamente se debe consumir suficiente fruta, verduras y cereales como arroz o pasta, mientras que el consumo de proteína puede estar limitado a una sola comida durante el día.
  • La comida rápida o procesada de forma industrial debe limitarse tanto como se pueda. Consumirla un par de veces al mes estaría bien, en caso de que sea muy difícil evitar este tipo de alimentos.
  • El desayuno es conocido como la comida más importante del día, ya que nos da la energía necesaria para realizar todas las actividades de cada jornada. Por eso es muy importante no saltarlo o postergarlo demasiado.
  • Si las comidas del día o la semana se planean con antelación, es más fácil pensar en alimentos que cumplan con todos los requerimientos nutricionales. Igualmente sucede con las meriendas. Esto también facilita que se pueda pensar en las compras que deben realizarse para preparar cada comida.
  • Las meriendas deben ser un complemento nutritivo a las comidas principales. Galletas, frutas o cereales con yogurt son una excelente opción. No sólo porque a los niños les suelen agradar bastante, sino porque también contribuyen a mantener una alimentación balanceada.
  • Los niños tienden a fastidiarse y perder interés en la comida cuando es muy repetitiva. Te invitamos a variar la preparación de los alimentos, incluso si son los mismos que compras regularmente. Una presentación diferente puede marcar la diferencia entre un plato aburrido y uno muy agradable para los chicos. Incluso les puedes pedir que te acompañen al mercado para escoger algo que quieran comer en casa. Si se animan a cocinar contigo, mejor.
  • Procura compartir al menos una comida en familia y sin la presencia del televisor. No importa si es el desayuno, el almuerzo o la cena. Este tiempo sirve para pasar un rato en familia, conversar de los temas del día y seguir inculcando hábitos de vida saludable para niños.

Como ves, si desde pequeños los niños aprenden a tener una alimentación saludable, tendrán menos probabilidades de desarrollar problemas como obesidad, diabetes, bulimia en la adolescencia y la adultez. Aquí encontrarás información sobre los síntomas de anemia en niños.

Comer adecuadamente

Sabiendo cómo es una comida balanceada, otro de los hábitos de vida saludable para niños es el de comer cuando es necesario. Evitar “picar” por aburrimiento o ansiedad. Tampoco hay que obligar al infante a terminar con toda la comida del plato. Si dice que ya no puede más o simplemente que está lleno, entonces hay que dejarlo. De lo contrario, puede que le caiga mal la comida.

El espacio dedicado a la comida debe ser agradable e invitar a la calma. Comer no debe ser un proceso apurado. El niño debe poder comer a un buen ritmo, pausado pero sin prolongarse más de lo normal.

Beber suficiente agua

El agua es necesaria para todos los seres vivos. En el caso de los humanos, nuestro cuerpo está compuesto de agua en un 70%, por lo que debemos mantenernos bien hidratados. Un niño que esté en los primeros meses de su vida, o aún sea lactante no requiere agua, pues la leche materna le proporciona la hidratación necesaria.

Sin embargo, una vez que comience a ingerir otro tipo de alimentos, deberá tomar agua regularmente durante el día.

Antes que los refrescos o zumos de frutas, es preferible beber agua. En cada comida debería colocarse una jarra de agua, para que ese sea el líquido que ayuda a pasar los alimentos. Los zumos no se descartan, pero debido a su alto contenido de azúcares, es mejor no abusar de ellos en cada momento de comer.

Para desarrollar el hábito de beber agua, incluso cuando no se siente sed, se puede comenzar ofreciendo al niño un vaso de agua luego de levantarse, antes de desayunar. También se le puede colocar en el lugar donde suele estudiar o realizar sus tareas, jugar o ver televisión.

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Tener buena higiene dental

Este es uno de los hábitos de vida saludable para niños que se enseñan primero en la infancia. Suele ser un poco complicado al principio, porque muchos niños lo encuentran incómodo. Pero es muy importante que lo acepten cuanto antes para evitar problemas de caries o malestares de encías.

Cuando comienzan a aparecer los primeros dientes, las encías aun están muy sensibles, por lo que se debe comprar un cepillo que sea adecuado para ser usado por bebés. La crema dental no es obligatoria en esta etapa, mientras el cepillado se realice frecuentemente. Invita a tu hijo a limpiar sus dientes al mismo tiempo que tú lo haces, para que se vaya familiarizando con este hábito y explícale la importancia de hacerlo.

Hábitos de vida saludable para niños: Ver menos televisión

Un niño no debería pasar más de dos horas diarias viendo televisión, según señalan los expertos. Resulta conveniente entonces que el resto del tiempo que no estén frente a la pantalla del televisor, lo dediquen a jugar con otras cosas o realizar otras actividades.

Procura jugar con tu hijo en el jardín, o en el interior de la casa, para fortalecer el vínculo y estimular su desarrollo psicomotor. Te recordamos que tú como padre o cuidador, eres un ejemplo para el pequeño, por lo que si pasas demasiado tiempo viendo televisión, no puedes esperar un comportamiento diferente del pequeño. O, de esperarlo, te va a costar más que cambie de hábito.

Realizar más actividad física

Hacer por lo menos una hora diaria de actividad física es bueno no sólo para el bienestar corporal, sino para el mental y emocional, tal como indica la Organización Mundial de la Salud. Puede ser un rato practicando alguna disciplina deportiva, jugando al aire libre, o simplemente caminando.

Pasear al perro puede ser un buen motivo para hacer una breve caminata. Lo importante es que sea un rato agradable y no una obligación. Así como con las comidas, los niños que desde temprana edad se acostumbran a la actividad física, serán menos propensos a sufrir de sobrepeso o descuidar su cuerpo en el futuro.

Hacer ejercicio en familia también es una práctica saludable para todos los miembros. Puede ser el momento de distensión y entretenimiento mientras se realiza la actividad física que acuerden. No importa si no es posible salir de la casa, porque siempre se pueden hacer rutinas dinámicas en alguna habitación o salón del hogar.

Dormir lo suficiente

Dormir bien es otro de los pilares del sano desarrollo de los niños. Entre los hábitos de vida saludable para niños, tener un horario establecido para el sueño, es muy importante. Se debe tomar en cuenta el tiempo de sueño durante la noche y la siesta de la tarde, si es posible realizarla.

Estos horarios deben respetarse y pueden variar dependiendo de la edad del niño y de las actividades que realice durante el día. Es importante que antes de irse a la cama, el niño no haga actividades que lo sobre estimulen, para que entonces pueda conciliar el sueño rápidamente.

Igualmente, el espacio destinado a la siesta de la tarde o la noche debe ser agradable y tranquilo. Evita incluir televisores o luces muy brillantes, que puedan perturbar la calidad del sueño.

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Cuidar la higiene corporal

Lavarse las manos frecuentemente puede reducir en un gran porcentaje, el riesgo de contraer virus y bacterias. Se debe enseñar a los niños a lavar sus manos y rostro luego de jugar, estornudar, acariciar a su mascota y llegar de la calle. También hay que hacerlo antes y después de ir al baño, comer o realizar las tareas de la escuela.

Este es uno de los hábitos que se enseña desde que los niños son muy pequeños, así que ármate de paciencia y fomenta la buena higiene corporal diariamente.

Ser cuidadoso y ordenado

En la infancia se puede cultivar este buen hábito cuando le pides al niño que guarde sus cosas después de jugar. Que cuide sus juguetes y demás objetos personales y mantenga el orden en su habitación. Luego se le irá solicitando esta misma conducta con otros objetos y actividades. Este es un hábito que si se mantiene hasta la vida adulta, le facilitará labores básicas de la vida diaria, no sólo personal sino laboral.

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Ser respetuoso consigo mismo y con los demás

El valor del respeto es uno de los más importantes de la sociedad. Que un niño sea respetuoso, implica el conocimiento de lo que esto significa y cómo se manifiesta. Que se haga respetar y tenga la misma actitud con otras personas es un hábito que se forma en casa y que es fundamental para las relaciones interpersonales.

Cuidar el medio ambiente como hábitos de vida saludable para niños

Tal vez esto no parezca un hábito a simple vista. No obstante, el hecho de guardarse el envoltorio de una comida o producto hasta encontrar un lugar adecuado para depositarlo, en vez de arrojarlo a la calle, también es un hábito. Uno que permite respetar y cuidar el ambiente que nos rodea.

Expresar sentimientos y gestionar emociones

Dentro de lo que se considera el bienestar de una persona, no sólo está lo físico, sino también lo psicológico y emocional. Por lo tanto, enseñar inteligencia emocional a los niños es un hábito que los ayudará a expresar lo que sienten. También será muy beneficioso para mejorar la interacción entre todos los miembros del grupo familiar.

Aprender a enfrentar la frustración, junto con las demás emociones desde la infancia, prepara al niño para la vida en la adolescencia y la adultez. Así mismo, el aprender a decir lo que se piensa o siente de una forma que no resulte hiriente para los otros, también es una habilidad y un hábito que debe cultivarse.

¿Cómo crear hábitos de vida saludable para niños?

No te desesperes si tu niño tiene algunos hábitos y otros no. Recuerda que no van a hacer todo lo que les indiques de forma automática. Por otra parte, algunos de los hábitos, por muy normales o necesarios que sean, pueden resultar fastidiosos para los niños en un principio. Una vez que comiences a realizar una actividad, debes ser reiterativo con la misma, para que al cabo de un tiempo se logre crear el hábito.

Comienza por un hábito a la vez. Una vez que ya esa actividad esté bien asimilada por el niño, puedes introducir otra nueva. No seas demasiado exigente, pues el aprendizaje es un proceso continuo. Procura tú también hacer las cosas que le pides al niño. Así serás su ejemplo y le resultará más cómodo habituarse a hacerlo.

Evita el lenguaje negativo y fomenta la comunicación asertiva. En vez de prohibirle al niño que coma dulces, invítalo a comer una deliciosa fruta. No le digas que se va a poner muy gordo o feo si no hace ejercicio o come galletas, es mejor que organices un día de paseo al aire libre y comenten lo bien que se sienten luego de la caminata o actividad física.

Recomendaciones para crear hábitos de vida saludable para niños

Las siguientes pautas te pueden ayudar a establecer cuáles hábitos quieres para tus hijos y cómo hacerlo:

  • Anota los hábitos de vida saludable para niños que deseas inculcarle a tus hijos. Trata de ser específico en este aspecto, escribiendo hábitos que sean alcanzables.
  • Piensa con detenimiento cómo esos hábitos que escribiste pueden ayudar a tus niños. En qué les beneficiará a corto, mediano o largo plazo.
  • Prepara el ambiente o entorno en el cual pondrás en práctica esos hábitos. Recuerda que la mayoría se aprenden desde el hogar, así que no tienes por qué elaborar algo muy complicado. Todo debe salir de la cotidianidad, pero en un ambiente que facilite la repetición y el aprendizaje del hábito.
  • Valora y felicita a tus hijos por los avances. Deben sentirse apoyados y capaces de hacer las cosas por sí mismos. De esta manera se mantendrán motivados y ganarán más auto confianza.

Finalmente, no olvides que siguiendo estas recomendaciones, será más fácil crear hábitos o introducir unos nuevos en la rutina de tus niños. Mantén la calma y disfruta del proceso, pues tú también te tomaste tu tiempo para aprender cuando eras pequeño. Encuentra aquí más actividades en familia.

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