Síntomas de anemia en niños, todo sobre este trastorno

Los síntomas de anemia en niños pueden ser diversos, dependiendo de las causas y la gravedad de la enfermedad. Signos como palidez del rostro y la lengua, cansancio y somnolencia podrían ser indicadores de problemas de anemia en los niños. A continuación, te explicamos todo lo que debes saber para que estés atento ante la aparición de este trastorno.

Síntomas de anemia en niños

¿Qué es la anemia?

La anemia es la falta o disminución de los glóbulos rojos en el organismo. Estos glóbulos son los portadores de la hemoglobina, la proteína que permite que se transporte y llegue el oxígeno a las demás células del cuerpo.

Cuando la hemoglobina está muy baja, las células no reciben la cantidad de oxígeno necesaria para el buen funcionamiento, por lo que se puede sufrir de estrés, agotamiento, debilidad, entre otros trastornos.

La anemia en los niños es bastante frecuente, sobretodo en el primer año de vida y en la adolescencia, por el rápido crecimiento. Aunque los síntomas de anemia en niños pueden ser molestos y preocupantes, si se detecta a tiempo, es una condición relativamente fácil de tratar, En cualquier caso, no se debe descuidar.

Para que vayas preparando mejor las loncheras de tus niños en edad preescolar, te traemos un excelente artículo sobre la alimentación en preescolar.

Síntomas de anemia en niños

La anemia puede ir desde moderada, grave o crítica, dependiendo de los síntomas que presente el paciente. El avance de la enfermedad dependerá de qué tan rápido sea detectada y se aplique un tratamiento adecuado. Tenemos entonces que los síntomas de anemia en niños pueden ser los siguientes:

Moderada

Es cuando la anemia está en su etapa inicial o leve.

  • Es normal ver que el niño tiene la piel cetrina, es decir pálida o amarillenta.
  • Igualmente se perciben los labios, mejillas, parte interna de los párpados y uñas de un color más pálido.
  • El niño presenta cierta debilidad e irritabilidad, lo que puede causar que tenga sueño y cansancio con más frecuencia.
  • Así como el color amarillo de la piel o los ojos, la orina tiende a oscurecerse cuando hay disminución de los glóbulos rojos.

Síntomas de anemia en niños

Grave

La anemia puede estar causada por otras enfermedades, o puede ser una consecuencia a un largo período sin tratamiento.

  • El niño presenta dificultad para respirar y un mayor ritmo cardíaco.
  • Se queja de dolores de cabeza.
  • Puede que sufra mareos o incluso desmayos sin razón aparente.
  • Las manos y los pies podrían inflamarse.
  • Algunos niños comienzan a sufrir del síndrome de piernas inquietas. Éste es un trastorno que se caracteriza por la necesidad urgente de mover las piernas por una sensación de incomodidad o ansiedad y que suele ocurrir durante las tardes o noches.

Crítica

Un grado de anemia que requiere atención inmediata, ya que podría generar consecuencias fatales.

  • En este punto, los síntomas de la anemia siguen siendo los mismos de la anemia grave, aunque se manifiestan con mayor agresividad, principalmente en la insuficiencia respiratoria y la aceleración del ritmo cardíaco.
  • También es posible que el niño presente mayor irritabilidad, así como pérdida del apetito por completo.
  • Unos de los síntomas de anemia en niños más graves son las infecciones constantes, problemas en el proceso de crecimiento y en el desarrollo psicomotor.

Causas de la anemia infantil

Como se mencionó antes, una de las causas principales de la anemia es la deficiencia en los glóbulos rojos que puede venir de una dieta baja en nutrientes y minerales como el hierro. Igualmente, los síntomas de anemia en niños pueden ser una consecuencia de otras enfermedades que afectan el nivel de hemoglobina.

Cuando se presenta algún sangrado anormal y prolongado en el cuerpo, también se puede desarrollar anemia. Un ejemplo puede ser el caso de deposiciones con sangre o un abundante flujo durante la menstruación. Aquí puedes consultar un listado de las enfermedades comunes en los niños.

La alimentación también juega un papel muy importante. El consumo de alimentos altos en hierro, vitaminas y minerales puede evitar la pérdida de glóbulos rojos en el organismo y el posible desarrollo de anemia. Es recomendable incluir en la dieta de los niños, frutos como tomates, guayabas, espinacas, remolachas, avena, entre otros.

¿Cómo es el diagnóstico de la anemia?

La forma más eficaz para diagnosticar la anemia es a través de un análisis de hematología. Allí se puede observar el número existente de glóbulos rojos o los niveles de la hemoglobina y/o hematocrito.

La concentración de la hemoglobina se expresa en la relación de gramos por cada 100 ml de sangre completa, mientras que los segundos, hematocritos, se expresan en forma de porcentajes y cuando están por debajo de dos desviaciones estándar, se considera que hay una deficiencia.

Es necesario resaltar que los valores considerados normales en un examen de hematología, pueden variar notablemente de un individuo a otro. Esto depende de factores como: edad, género, raza, altura sobre el nivel del mar y condiciones particulares de cada paciente, como el proceso de gestación de un embarazo.

Por medio de un examen de sangre no sólo se pueden conocer estos valores, sino que también se pueden determinar otros datos que faciliten el diagnóstico.

De esta manera, se puede identificar qué tipo de anemia es y así brindarle un tratamiento más adecuado a las necesidades de cada paciente.

En caso de que se requiera un análisis más profundo, el médico será quien solicite la realización de un aspirado o en todo caso, una biopsia de médula ósea.

Cómo tratar los síntomas de anemia en niños

Ante la sospecha de anemia, lo más recomendable es realizar un análisis de sangre para ver cómo están los valores de glóbulos rojos. En función de los exámenes de este examen, los médicos pueden determinar si efectivamente se trata de un caso de anemia y cuáles podrían ser las causas.

Posiblemente, el médico te haga una serie de preguntas sobre la alimentación del niño y los síntomas que ha estado presentando. Es común que también haga indagaciones sobre antecedentes familiares de hemorragias o enfermedades relacionadas con la pérdida de sangre.

En los casos de anemia nutricional, por lo general los médicos recomiendan un régimen alimenticio rico en hierro y vitamina B12. Estos componentes se consiguen principalmente en las carnes rojas, frutas rojas y vegetales verdes crudos.

Síntomas de anemia en niños

En algunos casos, sobre todo si la anemia es grave, se puede recomendar el consumo de vitaminas y minerales de forma oral. La vitamina C es una de las más recetadas, ya que favorece a la absorción de hierro en el cuerpo.

Para los cuadros más críticos de anemia que puedan estar vinculados a otras enfermedades, como asma, neumonía o insuficiencia respiratoria, el tratamiento incluye procedimientos más fuertes. Entre estos se encuentran las transfusiones de sangre, bien sea completa o en paquetes de glóbulos rojos.

En cualquier caso, el tratamiento recomendado suele tener una duración de algunos meses que determinará el médico especialista. Sólo cuando los valores de hemoglobina estén repuestos, se suspenderá el tratamiento por indicaciones médicas.

¿Se pueden prevenir los síntomas de anemia en niños?

Así es. Si sabes que tu niño no ha presentado enfermedades que puedan derivar en anemia, entonces puedes optar por tratamientos preventivos. La mejor forma para prevenir cuadros anémicos es a través de una alimentación adecuada, rica en hierro, vitaminas y minerales.

En caso de que haya alimentos que por alguna razón, el niño no pueda consumir, consulta con tu médico cuáles podrían ser las alternativas para suplir los requerimientos nutricionales.

En el caso de que tengas un niño menor a un año de edad, debes saber que por lo menos hasta los cuatro meses, tu bebé contará con los nutrientes y el hierro necesarios provenientes de la lactancia materna o en su defecto, leche de fórmula. Si este último es el caso, procura que sea una fórmula con contenido de hierro adicional.

Evita darle leche de vaca a tu bebé antes de que supere el año de edad. Este alimento podría causar irregularidades en el sistema digestivo del pequeño y hacerlo perder sangre en las deposiciones. En caso de que ya le estés dando leche de vaca, trata de que no sean más de 2 tazas al día, para evitar que disminuyan los niveles de hierro del niño.

Para niños mayores, así como el resto de la familia, lo mejor es incluir en la alimentación cotidiana, cereales y alimentos con alto contenido de hierro.

Puedes obtener este mineral en las carnes rojas, la yema del huevo, avena, uvas pasas, tomates, legumbres y frijoles, entre otros alimentos. Igualmente, no debe faltar la vitamina c, ya sea de fuentes naturales o procesadas.

Cuando se trata de enfermedades hereditarias relacionadas con los glóbulos rojos, es mejor que inicialmente consultes a un hematólogo. Junto con el pediatra, te ofrecerán las mejores opciones para aplicar el tratamiento que tu niño requiere.

Por último, recuerda que antes de realizar diagnósticos empíricos y aplicar tratamientos por cuenta propia, lo mejor es que consultes la opinión de un experto en la materia.

El médico pediatra es quien tiene los conocimientos para recomendar y recitar medicamentos o terapias en caso de que se necesiten. Finalmente, te dejamos para los chicos más grandes, estos menús para niños de 6 a 12 años.

Deja un comentario