La Navidad es considerada por un gran porcentaje de la población mundial, como la mejor época del año. Con su enorme variedad de platos típicos, tradiciones y costumbres, jamás podrías aburrirte en estas fechas. No sólo es una época especial para los creyentes, porque los que no creen también disfrutan mucho de estos días. Aquí te explicamos todo lo que necesitas saber sobre esta hermosa fiesta.
¿Qué es la Navidad?
La palabra Navidad es de origen latino, en donde tenemos que nativitas significa nacimiento. Es una de las celebraciones de mayor importancia para el cristianismo, pues recuerda y festeja el nacimiento de Jesucristo.
En inglés se le llama Christmas, lo que viene a significar “misa de Cristo” (Christ: Cristo; mass: misa). Por otro lado, en alemán es conocido como Weihnachten, cuyo significado es la “noche de bendición”.
Esta fecha se celebra en la mayoría de las iglesias a nivel mundial el 25 de diciembre, incluso por personas no cristianas, sin embargo, hay algunas excepciones. Casos como el de la Iglesia ortodoxa rusa o la Iglesia ortodoxa de Jerusalén lo festejan el 7 de enero, por no adaptarse a las reformas del calendario juliano al gregoriano.
Con la Navidad, comienza lo que se llama el tiempo de Navidad o pascuas, que dura hasta la Epifanía del Señor. La escogencia del 25 de diciembre como fecha para esta celebración tiene diversas teorías, porque realmente no hay ningún documento, ni en la Biblia, en el que se indique que Jesús de Nazaret haya nacido en esta fecha o en alguna otra en específico.
Orígenes de la Navidad
Tal como mencionamos antes, la Biblia no registra ni la fecha ni la hora en la que nació Jesús, en ninguno de los dos Testamentos. Pero como hay diferentes aspectos culturales y aproximaciones teóricas de otras actividades al mes de diciembre, pues se ha tomado esa fecha para la Navidad.
Según los Evangelios, hay teorías que proponen que Jesús de Nazaret pudo haber nacido en septiembre. Si esto fue así, tiene sentido al pensarse que en esta época, aún no comienza el invierno en Jerusalén. Es así como había rebaños pastando al aire libre alrededor del sitio donde nació Jesús.
Otro aspecto que respalda esta hipótesis es el relacionado con el censo que ordenó el César para estas fechas. El pueblo de Jerusalén, con sus tendencias rebeldes, no permitiría que en la época más fría se realizara un censo a la población.
Hay cálculos que indican que más bien, el nacimiento de Jesús pudo haber sido en diciembre, 9 meses después de la anunciación del Ángel Gabriel a María, el 25 de marzo. Este día corresponde también a la Pasión del Señor, pues se dice que fue concebido en la misma fecha en la que murió.
En todo caso, desde la antigüedad hay muchas festividades que se realizan en el mes de diciembre, típicas de diferentes ritos. Para unificar celebraciones, fue con el calendario litúrgico filocaliano que se adoptó el 25 de este mes para conmemorar la natividad, desde el 354 después de Cristo.
Aquí te dejamos una selección de historias, para que disfrutes narrando a tus hijos estos Cuentos Cortos de Navidad.
¿Y cómo era en otras culturas?
La mayoría de las celebraciones decembrinas de la antigüedad son de origen pagano. Suelen estar relacionadas con eventos astrológicos o con dioses de diversos panteones.
Romanos: celebraban el Nacimiento del Sol Invicto el 25 diciembre, y lo asociaban al surgimiento de Apolo, el dios Sol. Para esta fecha tenía lugar el solsticio de invierno. Luego, con el calendario gregoriano, pasó a ser el 21 de diciembre. Con esta festividad se asoció el nacimiento de Jesús.
No obstante, también para este época se hacían las fiestas en honor a Saturno, llamadas Saturnalias. Era una celebración por 7 días seguidos, en los que se suspendían guerras y negocios, se daba libertad temporal a los esclavos y las personas intercambiaban regalos. De allí el origen de algunas tradiciones navideñas actuales.
Escandinavos y germanos: festejaban el nacimiento de Frey cada 26 de diciembre. Este es el dios nórdico de la lluvia, el sol que nace y trae consigo fertilidad. Para celebrar, estos pueblos adornaban un árbol que representaba al árbol universal o Yggdrasil. Se presume que esta es la base del árbol de navidad de nuestros días, pues se continuó con la tradición cuando el norte de Europa conoció el cristianismo.
Incas: para esta civilización, quien renacía en diciembre era Inti, el dios Sol. El nombre de esta fiesta, bautizaba también todo el mes de Cápac Raymi, es decir, Fiesta del sol poderoso. Este es el momento en el que el sol alcanza su máximo poder y, al ser viejo, muere. Luego renace para llegar en junio a la madurez, durante el solsticio de invierno austral o Inti Raymi.
Declina hasta diciembre y se completa el ciclo del sol. Durante Cápac Raymi, se estilaba que sólo los incas estuvieran en el Cusco, dejando en las afueras a los forasteros. Se hacían sacrificios de animales, mascaban coca, bebían chicha de jora y bailaban. Este era el primer mes del calendario inca.
Aztecas: entre el 7 y el 26 de diciembre tenía lugar el advenimiento del dios del sol y la guerra, Huitzilopochtli. Se realizaban múltiples celebraciones que fueron aprovechadas por los evangelizadores europeos que llegaron al continente americano. De esta manera, se mantuvo la festividad, pero con el protagonismo ahora del dios cristiano.
¿Cuándo se estableció la Navidad el 25 de diciembre?
Diversas celebraciones paganas ocurrían en diferentes lugares del mundo durante el mes de diciembre. Por esta razón, la Iglesia católica adoptó la fecha del 25 de diciembre para celebrar el nacimiento de Jesús de Nazaret y así facilitar su aceptación social.
Pero, ¿desde cuándo fue así? Según algunos historiadores, desde el siglo III ya había cristianos celebrando la Navidad en diciembre, mientras los romanos aún festejaban al Sol Invicto.
Por otro lado, hay quienes señalan que el catolicismo se valió de las celebraciones del nacimiento del sol en el solsticio de invierno y las adaptó a la tradición cristiana. Era una forma de hacer más sencilla la conversión de todos los paganos en la nueva fe.
Algo similar sucedió con las saturnalias del Imperio romano. En el 350 después de Cristo, el papa Julio I solicitó celebrar el nacimiento de Jesús en el último día de las fiestas de Saturno, es decir, el 25 de diciembre. Posteriormente, en el 354 d.C., fue el papa Liberio quien decretó oficialmente esta fecha para la natividad de Cristo.
En Constantinopla se registró el primer banquete de Navidad para el año 379 d.C., y al año siguiente, en Antioquia. Esta celebración llegó a Jerusalén en el siglo IV y en el siglo V a Egipto. En cuanto a la región de Escandinavia, se adaptó la tradición germánica de Yule para hacer el árbol de Navidad. Sin embargo, allá todavía se le llama Yule o Jul a esta celebración.
¿Sabías que la Navidad estuvo prohibida un tiempo?
Pues sí. Hubo una época, durante los tiempos de la Reforma protestante, en la que muchas iglesias protestantes prohibieron la celebración de la Navidad. Esto fue porque consideraban que al tener raíces paganas la fecha del 25 de diciembre, eran trampas de la iglesia católica y hasta del demonio.
Para 1647, en tiempos de la Guerra Civil Inglesa, la celebración navideña fue prohibida por los gobernantes puritanos. Como la población comenzó a protestar, defendiendo el carácter religioso de la festividad, incluso en ciudades importantes como Canterbury, se logró levantar la prohibición.
Pero no fue sino hasta 1660 cuando se logró anularla por completo, porque todavía quedaban muchos grupos protestantes que repudiaban y rechazaban la navidad.
En los Estados Unidos sucedió algo parecido en la época colonial. La navidad también fue rechazada, por las mismas razones, por los puritanos de Nueva Inglaterra, siendo declarada ilegal desde 1659 hasta 1681.
Posteriormente, en 1820 y toda esa década, las tensiones en Inglaterra comenzaron a aliviarse. Muchos escritores preocupados por la posible desaparición de la Navidad, trabajaron para restaurar la celebración.
De esa época viene el famoso relato de Charles Dickens “Un cuento de Navidad”, que fue publicado para el año 1843. Como es sabido, este cuento y muchos otros relatos, tienen su foco en la importancia de la unión familiar, la compasión, el amor y la buena voluntad hacia todas las personas.
Hacia el año 1870, fue que por fin se decretó como feriado el día de Navidad en los Estados Unidos. El presidente Ulysses S. Grant firmó esta declaración, a pesar de que todavía no sea aceptada por el movimiento puritano.
De hecho, en pleno siglo XXI, congregaciones como los Testigos de Jehová y algunas iglesias bautistas siguen sin celebrar esta festividad el 25 de diciembre. Justifican esta decisión en la falta de una fecha establecida como tal en la Biblia para el nacimiento de Jesús, además de las connotaciones paganas de esta época para otras culturas de la antigüedad.
Celebración litúrgica de la Navidad
Actualmente, la mayoría de las iglesias de origen cristiano honran la Navidad. Esto incluye a la Iglesia católica, ortodoxa, anglicana y algunas protestantes, entre otras. El transcurrir de la festividad puede implicar más o menos celebración, dependiendo de cada iglesia.
Iglesia católica: es una de las que celebra con mayor entusiasmo la Navidad. Desde las vísperas del día 25 de diciembre, se inicia el Tiempo de Navidad con la festividad de la Sagrada Familia, pasando por la Solemnidad de la Virgen María, la Epifanía del Señor y cierra con el Bautismo del Señor. También hay otras fechas especiales como la de San Esteban, San Juan Apóstol, los Santos Inocentes y Nuestra Señora de la Esperanza.
Entre el 24 y el 25 de diciembre se celebran varias misas. La Nochebuena (el 24) tiene lugar la Misa de Gallo o de Medianoche, para recibir el día de Navidad (el 25) en vigilia. Una vez que amanece, se hace la Misa del día o de Navidad. Para seguir en la temática navideña, te invitamos a disfrutar con tus pequeños de este hermoso Cuento de los Reyes Magos.
Iglesias ortodoxas: una peculiaridad es que estas iglesias orientales no se rigen por el calendario gregoriano, sino por el anterior, el juliano. Así, la Navidad es celebrada el 25 de diciembre, pero que para ellos caería el 7 de enero. En el caso de la Iglesia apostólica armenia, la celebración es el 6 de enero, que coincide con la Epifanía. Para las demás iglesias, este día corresponde al día de Reyes.
Como siempre hay excepciones a la regla, las iglesias que sí festejan el 25 de diciembre son: Alejandría, Grecia, Chipre, Rumania, Bulgaria, Albania y Finlandia. Un dato interesante es que en Belén hay dos celebraciones: la de la Iglesia católica el 25 de diciembre; mientras que la Iglesia ortodoxa de Jerusalén festeja el 6 de enero.
Protestantismo: como mencionamos antes, los protestantes no celebraban la navidad hasta el siglo XIX. Sin embargo, en Estados Unidos esta fiesta se realizó entre católicos y protestantes desde la primera vez, en 1607.
Mormonismo: consideran que el nacimiento de Jesús de Nazaret ocurrió el 6 de abril y lo celebran en esa fecha. Para ellos no han sido necesarias las investigaciones cronológicas, pues su fe y las revelaciones que han tenido sus líderes han bastado para creer en el cumpleaños de Cristo en abril.
¿Cómo es la celebración popular de la Navidad?
La Navidad o Natividad tiene un origen principalmente religioso. Pero como es de esperarse, la población fuera de las iglesias siempre busca la manera de hacer y sentir más suyas las celebraciones. De esta manera, es posible encontrar gran variedad de costumbres y tradiciones que varían de un lugar a otro, todas en torno al nacimiento del Hijo de Dios.
Es así como vemos que además de Jesús, en algunos lugares existen otros personajes que no tienen que ver con la religión. Estos ayudan a transmitir los mensajes de paz, amor y unión familiar, llevan regalos a los niños o escarmientan a quienes no respetan la santidad de esta fecha.
Entre decoraciones y comidas especiales, música festiva o de recogimiento, días libres y gran comercio, festejan creyentes y no creyentes. La Navidad se ha transformado en una época especial para una gran parte de la población mundial.
Aún sin profesar la fe cristiana, muchas personas se reúnen en estos días para compartir con sus allegados o hacer algunas transformaciones en el hogar y hasta para planificar el año próximo.
Principales tradiciones navideñas
Estas son las actividades tradicionales de navidad a nivel general. Cada país tiene sus modificaciones y costumbres particulares, que hacen de sus navidades tan características y propias de su cultura. En vista de que la Navidad es una fiesta eminentemente católica y cristiana, es normal que muchas regiones tengan tradiciones similares alrededor del mundo. Las principales son:
Novenarios: Para la tradición cristiana, es muy común realizar novenas de aguinaldos después de la primera quincena de diciembre hasta el día de Navidad. Para esto, las personas se reúnen en una casa, que puede ser distinta cada día, para compartir comidas típicas navideñas y cantar villancicos.
Adicionalmente, se hacen rezos de novenarios y algunas actividades especiales de entretenimiento como patinatas o intercambios de regalos.
Corona de Adviento: Antes de la Nochebuena, también es costumbre en muchos lugares hacer una Corona de Adviento. Se trata de una corona elaborada con ramas de pino o ciprés, unidas con una cinta roja y decorada con flores. Cada domingo del tiempo de Navidad, se enciende una vela alrededor de la corona y se hacen oraciones y villancicos. Esta corona debe ser bendecida por la Iglesia católica.
Cena de Nochebuena: también es típica en la mayoría de las casas durante estas fechas. La noche del 24 de diciembre se reúnen las familias para disfrutar de un banquete compuesto por los platillos propios de cada región para la Navidad, mientras aguardan el 25.
El plato fuerte suele estar constituido por una carne que puede ser de cerdo, pavo, cordero o bacalao. Las guarniciones tienden a ser ensaladas, bollería, frutos secos, frutas de estación o golosinas.
Pesebres: San Francisco de Asís fue el primero que montó un Belén o pesebre para conmemorar el nacimiento de Jesús de Nazaret. Esto fue durante la Nochebuena de 1223 y es una tradición que se mantiene hasta nuestros días en miles de hogares.
Las maquetas de Belén, donde se ven pastores, casas de la época en la que nació Jesús, junto a las figuras de la Sagrada Familia son sumamente populares, sobre todo en América Latina.
Incluso hay familias en las que no se coloca la figura del niño Dios sino hasta el 25 de diciembre, cuando ya ha nacido. Es tradicional cantar aguinaldos y villancicos en este momento, como un acto de fe y amor por la celebración que se está llevando a cabo.
Árbol de Navidad: es una tradición originaria de Alemania y que tenía que ver con el nacimiento del dios Frey. San Bonifacio fue un evangelizador que comenzó esta tradición, al escoger un árbol de hoja perenne, como un pino o un abeto, que era la representación pagana del Yggdrasil, o árbol de los mundos.
El santo le dio un nuevo significado, de forma que el árbol simbolizara el amor de Dios. Solía decorarse con manzanas, como representación del pecado original, y velas, que significaban la luz de Jesucristo para salvarnos.
Actualmente se decora con diversos elementos. Las velas fueron sustituidas por luces eléctricas, pero también se agregaron bambalinas en vez de manzanas, lazos o flores como símbolo de la unión familiar y una estrella que evoca a la estrella de Belén.
Regalos: si hay algo muy típico en la época navideña, tanto entre creyentes como no creyentes, son los regalos. Según los historiadores, esta tradición viene de la fiesta pagana de Saturnalia. En aquel entonces, se acostumbraba a dar ofrendas al dios Saturno, mientras que entre las personas se regalaban ramas de laurel para la buena suerte.
A los niños, en cambio, se les daba muñecos de arcilla que elaboraban los artesanos. Para otras personas, los regalos son una remembranza de los presentes que le dieron los Reyes Magos a Jesús al nacer: oro, incienso y mirra.
Costumbres navideñas regionales
En México y algunos países vecinos de Latinoamérica hay una tradición llamada las Posadas. Se realiza del 16 al 24 de diciembre, para recordar el recorrido de José y María mientras iban camino a Belén. Se estila que en cada casa o Posada haya una piñata para romper.
Estas piñatas son elaboradas de barro o cartón y decoradas con cintas coloridas y 7 picos, que representan los pecados capitales. En su interior, contienen dulces, confeti, frutas y hasta juguetes.
Una costumbre muy europea y que con el tiempo ha llegado al continente americano y el resto del mundo, es el decorado de calles principales y avenidas en las grandes ciudades. Esto incluye las plazas, parques y bulevares de muchas ciudades y hasta pueblos alrededor del mundo. Igualmente, las personas gustan de decorar sus balcones y ventanas con luces coloridas, guirnaldas y flores de la estación.
El Desfile de Luces de Toronto, es uno de los eventos más esperados de diciembre. Se trata de un recorrido por esta hermosa ciudad, que cada navidad deslumbra a locales y turistas con sus adornos de luces que se mantienen hasta Año Nuevo.
En Filipinas se realiza el festival de los farolillos gigantes, el sábado antes de Nochebuena. Once pueblos se reúnen en la ciudad filipina de San Fernando para competir con su farolillo, buscando el más grande y vistoso. Son farolillos realizados en papel japonés de papiroflexia, entre otros materiales y que contienen una bombilla en el interior, para crear reflejos de caleidoscopio.
En Colombia hay una costumbre similar a la de Filipinas, pues el 8 de diciembre celebran el día de la Inmaculada Concepción con velitas y farolillos en las ventanas. Incluso algunos mantienen este ritual hasta el día de Navidad, por lo que es posible ver farolillos durante todos los días hasta la Nochebuena.
En Letonia hay un procedimiento muy creativo y bonito para abrir los regalos de Navidad. Luego de la cena navideña, la familia se reúne alrededor del árbol para buscar cada quien su regalo. Pero antes de abrirlo, debe recitar un poema. Mientras más regalos tengas, más poemas debes recitar.
Las navidades en Australia son un poco diferentes a lo que todos conocemos gracias al comercio y la publicidad. Allá no verás personas abrigadas en torno a un árbol, sino muy frescas alrededor de una barbacoa en la playa. Allí celebran con la comida, la música y los regalos, en compañía del sol y el mar.
Gastronomía típica de la Navidad
Algo tan variado como autóctono de los lugares es la gastronomía. La culinaria navideña en general tiene algunos elementos compartidos en muchas culturas. Sin embargo, este tema tiene mucho de qué hablar y más cuando se trata de cómo surgieron muchos de los platos típicos navideños de muchos países. Mira algunos a continuación:
Estados Unidos: Como es de esperarse, el plato central de la cena de Navidad en este país, es el pavo relleno. Puede contener pasas, cebolla, picadillos, etc., todo depende de las costumbres de cada hogar. Por lo general va acompañado de puré de papas, guisantes y pan de maíz.
No obstante, ante la gran cantidad de inmigrantes, las costumbres culinarias navideñas pueden cambiar un poco y adaptarse a las tradiciones de cada nacionalidad. Así es como se ve que, por ejemplo, en las zonas con mayor población italiana, se consigue lasaña o cappellettis en caldo.
México: El pavo sigue siendo protagonista en esta zona, pero relleno de almendras y acompañado de otros contornos y especias. Se consumen en Navidad los romeritos, una preparación a base de una planta llamada quelite, de gran aroma. Los contornos son el típico mole con papa y va junto a tortas de camarón.
Dependiendo del estado, puede haber platos con protagonismo de productos marinos como pescado o camarones, mientras que en otros lugares consumen tamales de maíz. Como postre, es infaltable la tarta de manzana con el respectivo ponche o tequila.
Venezuela: en Venezuela es todo un deleite la gastronomía navideña. La hallaca es la reina de la mesa, una especie de tamal relleno de carne y vegetales, que se cocina envuelta en hojas de plátano. Normalmente va acompañada de ensalada de gallina, con papas, zanahorias, manzanas y guisantes, así como el pernil de cerdo. Un acompañante casi obligatorio es el pan de jamón.
Este es el plato típico de la Nochebuena, sin embargo se come de forma indiscriminada durante todo el mes de diciembre y hasta en enero. El ponche crema es una bebida icónica, como lo son el dulce de lechosa y la torta negra entre los postres.
La mesa venezolana en Nochebuena y Año Viejo suele ser igual, aunque en esta última celebración algunas personas acostumbran a consumir una sopa de lentejas para atraer prosperidad.
Perú: aquí se acostumbra a realizar chocolatadas en los días previos al 24 de diciembre. En teoría, son reuniones de carácter infantil, pero la realidad es que participan niños y adultos por igual, porque nadie se resiste a una taza de chocolate caliente con un trozo de panetón.
Para la Nochebuena, el pavo relleno junto con el arroz amarillo son el centro del banquete, con sus vegetales y frutos secos. También es muy común el lechón al horno y la ensalada de vegetales. Entre los postres, puedes probar el puré de manzana o de camote. Para hacer estas fiestas más alegres, te sugerimos una lista de juegos para fiestas infantiles.
Brasil: el país luso parlante de Latinoamérica cuenta entre sus platos navideños con el arroz natalino o de natal, preparado con guisantes, pasas, champiñones, maíz y otros vegetales. El pavo asado o pollo, en su defecto, también es muy común, como lo puede ser el pernil de cerdo o el bacalao en cualquiera de sus múltiples presentaciones.
La bollería es súper popular durante todo el año en Brasil, así que ¿por qué no incluirla en la comida navideña también? Las frutas tropicales, junto con las nueces, el pudin y las castañas cocidas son parte de los alimentos que no faltan en una mesa brasileña decembrina.
Rusia: en este país no hay un platillo específico para la navidad, sino un conjunto de ellos. En todos abundan el pescado o las papas. Hay algo llamado zakuski, que consiste en tapas o entremeses, algunos fríos y otros calientes, con caviar o salmón. El vodka no puede faltar entre las bebidas. También es muy popular la ensalada rusa o, como la llaman ellos Olivier y el pelmeni, unas bolsitas de pasta rellenas de carne.
Italia: sin duda, uno de los países cuya extensa culinaria no cabe en pocas líneas. La navidad italiana está representada típicamente por la ensalada marina o caponata di pesce y los cappellettis. Este es un tipo de pasta, como los tortellini, horneados y rellenos de carne o queso. Adicionalmente, se les añade un chorro de vino tinto y caldo de gallo.
Inolvidables los postres a base de frutas, sidras y chocolate, así como el panetón o el pandoro.
Francia: otra cuna de las delicias de cocina europea. Para celebrar el día de Navidad o, como ellos le llaman, Le Réveillon, consumen el famoso foie gras, es decir, el hígado hipertrofiado de pato o ganso que es toda una delicatessen. Lo acompañan con carne de venado, ostras o las coquilles de Saint Jacques, que son como las vieiras, pero más grandes y exquisitas.
El tronco de Navidad es el toque dulce de esta comida. Consiste en un pastel de origen celta, relleno con crema de chocolate.
Reino Unido: si bien no es el único plato navideño, el pudding de Yorkshire es muy famoso en esta época. Está hecho a base de harina, huevos y leche, con una peculiar forma de cuenco. Esto se debe a que anteriormente, los cocineros recogían en él las grasas que soltaba la carne. Es por ello que puede comerse salado, relleno de carne y verduras, o solo, con un sabor más dulce para el postre navideño.
En este mismo plato especial decembrino se cuenta el pavo relleno y las galletas de jengibre.
Filipinas: un platillo exótico, muy propio de este país, es el arroz puto bumbong. Este arroz de color púrpura es la insignia de la navidad filipina. Se utiliza el arroz pirurutong, que ya es un poco rosado, por la mezcla con el ñame. Este arroz se introduce en un tubo de bambú, donde será cocinado al vapor. Luego se le agrega mantequilla y coco rallado, para servirlo finalmente en hoja de plátano.
India: un país eminentemente hindú, pero que tuvo muchas influencias británicas, francesas y portuguesas, que llevaron la tradición cristiana de la Navidad.
Quienes celebran la natividad en la India, preparan el pastel de frutas, con base de caramelo, frutas desecadas, coco y vino dulce. Así mismo, es común encontrar el arroz biryani, con vegetales, carne y yogur y el pollo massala, que lleva salsa de carne y leche de coco.
Ghana: este país africano tiene una cocina muy rica en frutos de la tierra. Así tenemos que en el tiempo de Navidad, las familias cristianas preparan la sopa de okra o quimbombó. Esta es una verdura muy parecida a los frijoles o judías verdes, pero un poco más grande, típica de África. Se le añaden camarones, cebolla, carne de res y aceite de palma.
Se combina con fufú, un alimento típico ghanés, elaborado con mandioca y ñame.
Japón: aunque en el país nipón son pocos quienes celebran la Navidad como la entendemos los occidentales, no se quedan atrás. La variación es que desde hace algunos años, la cena navideña para acompañar las reuniones sociales y los regalos, es ni más ni menos que de Kentucky Fried Chicken (KFC).
Tanto así que, desde que comenzó la tradición, cada diciembre esta franquicia propone un menú navideño en donde el pollo frito nunca falta.
Personalidades de la Navidad
Cada región tiene sus personajes característicos navideños. La tradición gira en torno al nacimiento de Jesús, pero el imaginario popular se vale de seres con cualidades particulares y hasta mágicas para darle más vida y sentido a la navidad. Algunos de ellos son:
Carbonilla: es un paje que acompaña a los Reyes Magos. Se dice que vigila a los niños durante todo el año, para saber si serán recompensados el 6 de enero. Cuando los pequeños se han portado mal, Carbonilla pasa por sus casas y en vez de regalos, les deja un trozo de carbón.
Hay variaciones en las que este personaje acompaña también a Santa Claus para cumplir con la misma función de escarmentar a los niños con mal comportamiento.
Duendes navideños: los duendes forman parte de casi todas las mitologías y tradiciones paganas alrededor del mundo. Para incluirlos en las tradiciones cristianas, específicamente en navidad, se cree que ayudan a Santa Claus con los regalos de los niños.
Los duendes, típicamente menudos y con ropas de colores verdes o rojos, ayudan en la selección de las cartas de los niños y ven quienes se han portado bien, para que reciban sus regalos el día de Navidad.
La Befana: es la bruja italiana de la navidad. ¿Una bruja? Efectivamente, pero de las buenas, porque entrega regalos a los niños que se han portado bien durante el año. Se dice que ella vio la estrella de Belén cuando nació el niño Jesús, por lo que quiso llevarle regalos y juguetes. Como no logró llegar al establo, se dedicó a entregarle los regalos a los niños buenos de su zona y carbón para los malos.
El Olentzero: es un personaje del País Vasco, en España. Se trata de un carbonero que vivía en las montañas y sólo bajaba al pueblo para comer y beber. En Navidad, le dejaba regalos a los niños que se habían portado bien y carbón a los que no. Es una tradición vigente actualmente, sobre todo en Navarra. Los niños le envían cartas al Olentzero para que les traiga los regalos navideños.
El Apalpador: este es el carbonero de Galicia. Recibe su nombre de la costumbre de palpar el vientre de los niños durante la Nochebuena para saber si han comido bien en el transcurso del año y dejarles golosinas y frutas como regalo. También puede bajar de las montañas el 31 de diciembre o Noche Vieja.
Tió de Nadal: es una tradición de origen precristiano, que se celebra en Cataluña y que con el tiempo se adaptó a la nueva fe. En Occitania se le llama Cachafuóc. Tió de Nadal en catalán significa “tronco de navidad”. Es un tronco o leño grueso que se recoge el 8 de diciembre, el día de la Inmaculada Concepción, se lleva al hogar y se le ofrece comida y abrigo.
El día de Navidad, los niños lo golpean hasta que “defeque” los regalos, que suelen ser golosinas y dulces pequeños dispuestos debajo de la manta. En la actualidad se le pinta una cara en el lado descubierto del tronco. Los regalos más grandes se dejan para el 6 de enero, cuando llegan los Reyes Magos.
Reyes Magos: son los 3 reyes que le entregaron los presentes a Jesús de Nazaret por su nacimiento. En países como España, Portugal, Guinea Ecuatorial y Filipinas, así como en América Latina, los niños reciben los regalos de los reyes el 6 de enero. Se celebra entonces la fiesta de la Epifanía.
Santa Claus: es el nombre más conocido, además de Papá Noel, en Estados Unidos y la zona norte de Europa. En Reino Unido se le llama Father Christmas. Es el protagonista comercial de la navidad a nivel mundial. También se le conoce como Viejito Pascuero o San Nicolás. Según la historia, el personaje original es San Nicolás, un sacerdote de Italia, que llevaba regalos a los niños en Navidad.
Con el paso del tiempo y el arrastre de la leyenda de un país a otro, se fue deformando el nombre hasta llegar a Santa Claus. Gracias a la mercadotecnia, se le asignaron los colores rojo y blanco a las vestiduras, así como el aspecto bonachón a este personaje. Lo mismo sucedió con el trineo tirado por renos procedente del Polo Norte.
Niño Jesús o Niño Dios: es el protagonista de las navidades en Latinoamérica. También se lo celebra en la República Checa, Eslovaquia, Suiza, Austria y Alemania. Este es el propio Jesús de Nazaret, siendo un niño muy pequeño, que deja regalos para los niños el día de Navidad. En muchos hogares se estila que los regalos aparezcan el 25 de diciembre a los pies del árbol de Navidad o del pesebre.
Los pequeños también suelen elaborar sus cartas y las dirigen al Niño Jesús para que les traiga todos los regalos deseados. En Perú, especialmente en la región de selva, se le conoce como Wawito Jesús, pues en lengua quechua amazónica, wawito significa bebé.
¿Navidades de… miedo?
Así como están los personajes bondadosos y alegres que llevan regalos a los niños en Navidad, hay otros que son menos amigables y también forman parte de esta festividad. Cada región o país tiene una contraparte encargada de escarmentar a quienes no respetan la importancia de la Navidad.
En algunos casos, no se trata de asustar a nadie, aunque las decoraciones o tradiciones puedan ser un poco perturbadoras.
Krampus: hay una película del 2015 con este título y que cuenta la leyenda del Krampus. Pero si no la has visto, aquí te contamos de qué va. El Krampus es un demonio de la mitología austríaca y alpina, que recorre las calles buscando a los niños que se portan mal. Si han sido muy malos, este ser mete a los niños en un gran saco, para llevárselos al infierno y devorarlos.
Los que logran escapar o incluso verlo sin que los atrape, quedan realmente arrepentidos y mejoran su comportamiento. La noche del Krampus o Krampusnacht en alemán, es el 5 de diciembre. En ese momento es posible escuchar los cencerros y las cadenas oxidadas que usa esta criatura para asustar a quienes lo perciben.
Jóvenes de Yule: en Islandia hay una tradición navideña un poco pesada. En los 13 días antes de la Navidad, un grupo de 13 muchachos salen a cometer fechorías con trajes muy vistosos. Se les conoce como los Jólasveinar o Jóvenes de Yule.
Los niños islandeses tienen la costumbre de dejar sus zapatos en la ventana, para recibir regalos, allí es cuando entran en acción los Jóvenes de Yule. A quienes consideran que han sido buenos chicos, les dejan dulces en los zapatos, pero también les pueden dejar papas y verduras podridas a quienes se han portado mal.
Espíritus noruegos: en Noruega se creía que durante la Nochebuena los espíritus salían a espantar a las personas. Para ello, se valían de las escobas que encontraban en las casas, por lo que la gente empezó a esconderlas cada 24 de diciembre. Es una tradición de muchos siglos atrás, pero todavía se cumple que durante el banquete de Navidad, no se ve ni una sola escoba o cepillo en ningún hogar.
Las arañas del árbol: muchos árboles de navidad de Ucrania tienen una decoración particular: telas de araña. Parece más a ornamento de Halloween, pero tiene un origen navideño muy antiguo. Cuenta la leyenda que hace mucho tiempo, había una familia muy pobre que no tenía cómo decorar el árbol de navidad y lo cubrieron con telas de araña.
Durante la Nochebuena, un grupo de arañas apareció y decoró el árbol con cintas de colores dorados y plateados. Luego de eso, la familia salió de la miseria y fueron prósperos hasta el fin de sus días. Hoy día, las decoraciones son con material falso, pero que hace referencia a este relato.
El secuestro de los padres: los niños de Serbia secuestran a sus padres para pedir como rescate los regalos de navidad. Es una tradición algo perturbadora, pues se realiza durante los dos domingos previos al 25 de diciembre. El primer domingo, “secuestran” a uno de los padres, atándolo a una silla y no lo liberan hasta que el otro les trae los regalos.
El domingo siguiente, le corresponde el secuestro al otro padre, mientras que los presentes debe traerlos el que ya fue liberado.
Curiosidades navideñas
Como ves, son muchos los elementos añadidos en cada cultura en torno a la celebración de la Navidad. Muchos aspectos que consideramos normales en esta época, los hacemos sin saber realmente de dónde provienen. Algunos son:
La estrella de Navidad: simboliza a la estrella que sirvió de guía a los Reyes Magos para encontrar el pesebre donde se cree que nació Jesús. Usualmente se coloca en los Belenes o en la punta del árbol de Navidad. El significado de este ornamento es la luz, fe y esperanza de Cristo que alumbra el camino de los creyentes. Te invitamos a leer también sobre la celebración del Día de la Familia.
La ofrenda de oro, incienso y mirra: son los presentes que llevaron los Reyes Magos a Jesús cuando nació. El viejo rey Melchor, que venía de Europa, llevó mirra. Esta es una sustancia aromática, de color rojizo, utilizada en perfumes, pero también para la santa unción. Desde Asia llegó Gaspar, el más joven de los tres reyes, con una ofrenda de incienso.
Esta mezcla de sustancias de uso sagrado es símbolo de la divinidad. El rey Baltasar, con su oscura piel, vino de África, trayendo oro. El metal más precioso, símbolo de riqueza, poder y gobierno.
Los renos de Santa Claus: para que Santa Claus o San Nicolás pueda hacer la entrega de todos los regalos, necesita mucha ayuda mágica. Para ello cuenta con figuras como los duendes, Carbonilla o los renos, según el lugar. Se cree que la presencia de los ocho renos que tiran del trineo fue una adaptación de Sleipnir, el caballo de 8 patas del dios nórdico Odín.
Otras personas dicen que proviene del caballo que tiraba la carroza en la que se desplazaba San Nicolás. Como sea, actualmente todos asociamos a Papá Noel con los renos, que han recibido nombres según escritores y poetas. Los renos serían entonces: Vondín, Danzarín, Chiqui, Juguetón, Cometa, Cupido, Trueno, Relámpago y se le agrega uno más: Rodolfo.
Las cartas de los regalos: el origen de las cartas para pedir regalos en navidad no está claro, pero hay registro de una carta del siglo XIII en la que una niña le escribía al verdadero San Nicolás para que se acordara de ella en Navidad y le dejara algún presente.
Posteriormente, han aparecido cartas en casas antiguas, datadas a finales del siglo XIX y principios del XX, con el encabezado de “Querido Santa”. Sin importar cual sea el verdadero comienzo de esta tradición, tiene cientos de años cumpliéndose y es una buena forma de acercar a los más pequeños a la escritura.
Xmas: seguramente has visto que en la lengua inglesa en lugar de Christmas, muchas personas colocan la expresión Xmas. Esto tiene un origen religioso, ya que en griego, la abreviatura de Cristo es la letra X. Así que no te cohibas si quieres escribirlo así en algún momento.
La canción de navidad más popular: la música es un lenguaje universal y ha servido para expresar los deseos y sentimientos de la humanidad en todo momento. La Navidad no se podía quedar atrás, teniendo cientos o tal vez miles de melodías, de carácter sagrado y profano en todo el mundo.
Sin embargo, podría decirse que la canción de navidad que más se ha traducido y cantado alrededor de todo el globo terrestre, es el villancico Noche de Paz. Desde sus orígenes en 1818, en Viena, ha sido llevada a todos los rincones por los cantantes más famosos y en todos los idiomas posibles.
Besos bajo el muérdago: es normal ver en las películas, sobre todo las estadounidenses, que cuando hay una pareja debajo de un muérdago, estas personas deben besarse. Pero ¿a qué se debe esta tradición? Esto viene de los antiguos celtas, quienes creían que el muérdago era símbolo de fertilidad y prosperidad, gracias a su rápida reproducción.
También lo consideraban un símbolo de paz y protección para quienes estuvieran bajo una de sus hojas o ramas. Al comenzar a utilizar el muérdago como parte de la decoración navideña, el pensamiento de que traía prosperidad y paz se extendió, de forma que cuando una pareja se encontraba debajo de esta planta, debía besarse para fortalecer sus lazos de amistad o amor.
Principales cuentos de navidad
La Navidad ha inspirado muchos cuentos en todos lados, así como canciones, leyendas, poemas, películas, etc. A continuación te presentamos brevemente algunos de los cuentos de navidad más populares de la historia. Así podrás compartirlos con tu familia y transmitirles a tus hijos los valores que contienen estos hermosos relatos sobre la época más bonita del año.
Cuento de Navidad – Charles Dickens
El señor Ebenezer Scrooge era un hombre viejo, de carácter hostil y amargado. Sólo se preocupaba por su negocio y sus propios asuntos, sin prestarle atención a nadie más. Tenía un único pariente directo, su sobrino Fred, que ya había creado familia con su esposa e hijos.
Ebenezer Scrooge trabajaba con su socio Jacobo Marley, hasta que éste falleció y todo el peso de la empresa quedó en los hombros del único miembro activo. El secretario era el humilde señor Bob Cratchit, quien tenía que soportar todos los maltratos y caras molestas de Scrooge.
Este molesto jefe cumplía diariamente con la misma rutina exacta. Despreciaba las celebraciones de la comunidad y decía constantemente que la navidad eran paparruchas. Justamente por esos días se acercaba la Nochebuena, con toda la algarabía que esto implica.
La mañana del 24 de diciembre, Fred pasó por la tienda a desearles feliz navidad e invitar a su tío a cenar en familia, pero Ebenezer lo corrió burlándose de su alegría. Al mismo tiempo, le pidió a Bob que se quedara trabajando hasta más tarde, a pesar de ser Nochebuena y que el día siguiente a la Navidad llegara más temprano. Así podría reponer el día feriado.
Esa noche, mientras todos se reunían a comer y festejar, el señor Scrooge se iba a la cama, en su casa, tan sombría como él mismo. Pero esa noche ocurrió algo realmente inesperado. Apareció un fantasma en la habitación del viejo, siendo el espectro de su antiguo socio Marley, que le advertía la llegada de otros visitantes.
Así, luego se presentó un espíritu anunciando que era el fantasma de las navidades pasadas. Scrooge se levantó de golpe y no pudo evitar ser transportado por el espectro a la época de su infancia. Llegó a ver cuando compartía la navidad con su hermana menor, a quien quería mucho y ya había fallecido. Se vio a sí mismo siendo joven y feliz. Revivió la nostalgia.
Una vez en su habitación nuevamente, se dispuso a dormir, pero llegó otra aparición. Era el espíritu de la navidad presente. Llevó a Scrooge a ver cómo celebraba la familia de su sobrino Fred, cantando, jugando y comiendo. Luego lo hizo ver la gran diferencia en casa de Bob Cratchit, quien tenía un pequeño hijo muy enfermo y casi no tenían para comer, pero aún así celebraban con amor.
De vuelta en la alcoba, Ebenezer Scrooge se encontró con una presencia sombría a la que no podía verle el rostro. Era el fantasma de la navidad futura, quién fue mucho menos amable que los dos anteriores. Le mostró cómo la gente hablaba de alguien despreciable que había muerto.
Algunas personas vendían las posesiones del difunto. También le enseñó la infinita tristeza que embargaba a la familia de Bob Cratchit, pues su pequeño hijo Tim, también acababa de fallecer.
La última visión que le mostró este espectro, fue la de una cama en donde yacía un cuerpo, cubierto por una manta. Al levantarla, se revelaba que la identidad del muerto del que la gente hablaba. Era justamente él mismo, ¡Ebenezer Scrooge!
El susto hizo que de pronto el viejo se cayera de la cama. Pensando que todo había sido un sueño muy real, se quedó reflexionando toda la noche. Al día siguiente, en la mañana de Navidad, era un hombre renovado. Salió muy contento a darles la feliz navidad a sus vecinos y a las personas en la calle.
Decidió visitar a su sobrino Fred y comer con sus parientes. Luego compró el pavo más grande que encontró y lo llevó a la casa de su secretario Bob. En medio del asombro y la alegría, su jefe le había aumentado el sueldo y lo trataba con mucha amabilidad.
La guinda del pastel fue escuchar la alegría de Tim, el pequeño hijo de los Cratchit, diciendo: “¡Que Dios nos bendiga a todos!
Otro cuento tradicional que puedes leerle a tu familia es El Cascanueces.
El Expreso Polar – Chris Van Allsburg
Una noche, cuando yo era muy pequeño, estaba en la cama recordando unas palabras que me había dicho un amigo. “El tintineo de los cascabeles que tiene el trineo de Santa Claus”, decía mi amigo, insistiendo que Santa Claus no existe. Pero yo se que sí existe.
De pronto lo escuché. Todo estaba muy silencioso, pero escuché el resoplido de una máquina de vapor. Al asomarme a la ventana de la habitación, vi que frente a mi casa había un gran tren que iba al Polo Norte. Me emocioné mucho, más todavía cuando el conductor se bajó del tren, sin importar la nevada y me señaló, para invitarme a subir.
Me puse la bata y las pantuflas rápidamente y me escapé de la casa con sigilo. Una vez dentro del tren, vi que había otros niños, también en pijamas. Todos estaban muy contentos, cantando villancicos, jugando y comiendo golosinas con chocolate caliente. El camino era a través de montañas muy altas, bosques oscuros en donde a veces se escuchaba a los lobos lejanos.
Después de un largo recorrido, llegamos a una planicie enorme. Era el Polo Norte. Había muchas fábricas muy grandes, en donde se hacían todos los juguetes de la Navidad. El conductor del tren nos explicó lo que sucedería a continuación.
Íbamos a bajar del tren para dirigirnos a la plaza central, donde estaban reunidos todos los duendes. Allí, Santa Claus haría entrega del primer regalo de esta navidad, para dar inicio al recorrido por todas las casas.
Cuando nos dijeron que ese primer regalo sería para uno de los niños que estábamos en el Expreso Polar, todos gritamos de la emoción. Nos bajamos del tren en fila y fuimos guiados a la plaza. Vimos a todos los duendes, muy emocionados esperando a Santa. En el centro, estaba su trineo con los renos, que cabeceaban y hacían sonar sus cascabeles. Ese fue el sonido más mágico que jamás había escuchado en mi vida.
En medio de los aplausos y la alegría de todos, llegó Santa. Se escuchaban gritos de “¡Bravo!”, “¡Santa llegó!” y “¡Navidad!”. Cuando Santa Claus se acercó a todos los niños, adivinen a quién señaló para darle el primer regalo… ¡A mí! Me sentí como el niño más afortunado del planeta. Me senté en sus piernas y cuando me preguntó qué regalo quería, le pedí uno de los cascabeles de sus renos.
Santa le pidió el favor a uno de los duendes de cortar uno de los cascabeles y, justo antes de dármelo, anunció en voz alta “¡Este es el primer regalo de la Navidad!”. Todos estallaron en aplausos y vítores. De regreso en el tren, los otros niños me pedían ver el cascabel, pero al buscar en los bolsillos de la bata, no lo encontré. Me sentí muy triste, porque pensé que se me habría caído y ya estábamos en marcha.
Me quedé dormido y desperté en mi cama, cuando ya era la mañana de Navidad. Salí corriendo a buscar los regalos debajo del árbol, junto con mi pequeña hermana Sarah. De pronto vimos una cajita con una nota. Adentro estaba el cascabel y en la nota decía “Encontré este cascabel en el asiento de mi trineo. Deberías remendar el agujero de tu bolsillo”. La firma era simplemente “Señor C.”
Nos deleitamos con su mágico sonido, pero nos pareció muy extraño que ninguno de los adultos pudiera escucharlo. Mis amigos también lo escucharon por mucho tiempo, pero luego dejaron de poder hacerlo. Incluso Sarah dejó de escuchar el cascabel una Navidad. Yo ya estoy viejo, pero todavía lo puedo escuchar. Creo que, como yo, pueden escuchar este dulce sonido los que verdaderamente creen.
Otra actividad maravillosa para hacer con los más pequeños de la casa, en esta época tan especial son los Juegos de navidad para niños.
La Navidad y el comercio
Uno de los principales motivos por los cuales la navidad es tan esperada por todos, es por el intercambio de regalos entre amigos y familiares. Esto es un excelente aliciente para todos los comerciantes, quienes decoran sus establecimientos con los adornos más vistosos y música navideña.
No importa si se trata de objetos o comida, todo el mundo comparte el deseo de motivar a los posibles compradores a llevar los regalos de las fiestas. Muchos establecimientos y empresas hacen promociones navideñas, para comprar con descuento.
Como se mencionó antes, Santa Claus o Papá Noel es el protagonista comercial de esta celebración en todo el mundo. Por doquier es posible ver toda clase de adornos y artefactos con la imagen de este señor viejo y de sonrisa amigable, con su típico bigote y barba blanca.
La campaña iniciada hace años por la empresa Coca-Cola, al comprar los derechos de la imagen de Santa, ha sido fundamental para llevar este personaje a todos los rincones.
La música no se queda atrás. Cada año, hay cientos de nuevas producciones musicales en todos los países, inspiradas en la temática navideña. No sólo se trata de los éxitos del pop, sino de los géneros musicales propios de cada país o región. Si se intentara clasificar todos los géneros o estilos de música navideña que hay en el mundo, sería una labor titánica.
Las mejores películas de Navidad
La industria del cine también ha explotado la celebración navideña para ambientar toda clase de películas. De esta manera, es posible encontrar historias de amor, comedias, terror, suspenso y drama en los días festivos por el nacimiento de Jesús de Nazaret. Aquí te ofrecemos una lista de las 10 películas clásicas más famosas sobre la Navidad:
- La novicia rebelde (The sound of music): el musical que cuenta la historia de la novicia austríaca María, que cambia drásticamente cuando debe ir a cuidar los 7 hijos del capitán Von Trapp. Se desarrolla entonces una intensa historia de amor que te dejará entusiasmado.
- Mi pobre angelito (Home alone): justamente el día que tus padres sin querer deben salir de casa y dejarte solo, llegan dos ladrones a asaltar por el vecindario. Por suerte, eres un niño de 8 años muy creativo, que logra sacar de quicio a los ladrones que, por cierto, son bastante torpes.
- El Grinch (The Grinch): la típica historia de un personaje gruñón que detesta la Navidad. Odia los villancicos, las comidas y las celebraciones de estas fechas y, para más remate, es verde y peludo. Todo cambia cuando una serie de acontecimientos logran tocar su diminuto corazón. Una película para ver siempre.
- Eduardo Manostijeras (Edward Scissorhands): Eduardo es un chico que resultó de un experimento inconcluso, cuando el inventor que lo estaba creando, falleció. Una mujer muy alegre lo encuentra y lo lleva a casa, a pesar de que en vez de manos, tiene afiladas tijeras.
- Gremlins: una ciudad pintoresca y pacífica se sumerge en el pánico cuando unas criaturas muy tiernas se convierten en terribles monstruos. Este es un clásico de fantasía y terror en época de Navidad.
- Pesadilla antes de Navidad (The Nightmare Before Christmas): un macabro personaje del mundo de los muertos busca secuestrar a Santa para robarse la Navidad. Por si esto fuera poco, intenta sustituir los regalos tradicionales por objetos terroríficos para los vivos.
- Qué bello es vivir (It’s a Wonderful Life): una hermosa historia en la que el protagonista, George Bailey, atraviesa una gran crisis. Tratando de mantener a flote su pequeño banco familiar, sufre una gran pérdida de dinero en diciembre, por lo que decide terminar con su vida. El milagro ocurre cuando el espíritu de la Navidad aparece frente a él.
- Un padre en apuros (Jingle All the Way): dos padres hacen todo lo que está a su alcance y hasta más, para poder cumplir con el regalo de sus hijos. El raro muñeco “Turbo Man” le complica las navidades a estos padres en este clásico de la comedia navideña.
- Una Navidad con los Muppets (The Muppet Christmas Carol): los famosos Muppets son los intérpretes del Cuento de Navidad de Charles Dickens. Combinado con su típico estilo musical, es una película para disfrutar en Navidad con toda la familia.
- Santa Cláusula (The Santa Clause): Un publicista se ve obligado a disfrazarse de Santa Claus, cuando cae por el techo de su casa en la Nochebuena. Es la única forma de hacer que su hijo no pierda la ilusión de la Navidad.
Estas opciones son sólo una muestra de la gran cantidad de películas que puedes encontrar para ver en Navidad. Son perfectas para hacer una maratón familiar y entrar en el ambiente festivo con todo el entusiasmo. Prepara tus palomitas de maíz, botanas y ¡a disfrutar se ha dicho!
Para finalizar, te recordamos que sin importar lo mucho o poco que puedas tener, la Navidad es una fiesta para compartir amor. Incluso si estás solo para esta fecha, no te sientas mal. Piensa en tu familia y en tus seres queridos y envíales amor y paz. Si tienes niños, pasa tiempo de calidad con ellos. Para eso te recomendamos también estos 3 cuentos cortos de los hermanos Grimm.