Una de las partes del cuerpo que más cambios sufre cuando vas a tener un bebé son los senos. Las modificaciones naturales de los pezones y el embarazo son motivo de interrogante para muchas mujeres, quienes experimentan diferentes síntomas en esta etapa. Por eso te traemos este artículo para que despejes todas tus dudas al respecto.
Los pezones y el embarazo: ¿cómo son los cambios?
Cuando una mujer está embarazada, puede comenzar a notar los cambios en su cuerpo desde las primeras semanas. La relación entre los cambios en los senos, especialmente los pezones y el embarazo, implica aumento de volumen, escozor y sensibilidad, entre otros.
Recuerda que como mamíferos que somos, nuestro tejido mamario se adapta a las necesidades propias del embarazo. Desde que entras en esa condición temporal, los pechos comienzan a prepararse para la producción de leche que alimentará al bebé.
Hay cambios que se hacen más o menos evidentes en algunas etapas del embarazo. A continuación te explicamos cómo se van modificando tus senos en cada trimestre de la gestación. De todas formas, también te recomendamos leer este artículo si eres una embarazada primeriza.
Primer trimestre
Lo primero que notarás seguramente es mucha sensibilidad en los pechos. Los cambios en los pezones y el embarazo consisten en aumento del tamaño y en ocasiones, un poco de dolor. Para muchas mujeres es parecido a cuando tienen la menstruación.
Esto se debe que hay una mayor producción de hormonas y vascularización de las venas, lo que hace que éstas se noten más. Como hay una variación en la estructura de los senos, posiblemente tengas que comprar sujetadores de talla más grande.
En algunos casos, los senos crecen gradualmente durante todo el embarazo. Pero también puede suceder que crezcan de forma más rápida en el primer o el último trimestre. Esto es normal, pero debes tomar las precauciones de ropa adecuada, que sea entre una y dos tallas más grandes que lo usual.
Lo recomendable es que compres sujetadores sin costura, o especiales para embarazo. Evita aquellos que tienen aro, para que no te molesten a medida que tus pechos van aumentando de tamaño. Seguramente tendrás que ir cambiando de talla conforme pasen los meses hasta el momento del parto, o incluso después.
Segundo trimestre
En esta etapa, tus pechos comienzan a producir leche. Alrededor de la semana 15 dará inicio este proceso, cuando se activen las células que generan la leche materna. Sin embargo, esta leche por lo general es absorbida por el cuerpo, porque las hormonas que la segregan durante el embarazo, también evitan que se acumule en el organismo.
El efecto en las areolas de los pezones y el embarazo es que tienden a oscurecerse y hacerse más grandes. Si no los habías visto antes, puede que también notes unos bultitos alrededor de la areola. Son los tubérculos de Montgomery, los cuales se encargan de segregar una sustancia hidratante para el pezón. Esto permite que tus areolas no se infecten ni duelan tanto cuando comiences a amamantar.
No hace falta que extraigas ese aceite de los pezones, primero, porque es completamente natural y, segundo, porque su olor es parecido al del líquido amniótico. Esto significa que también ayudan al bebé a encontrar más rápido el pezón cuando se esté alimentando.
Un hecho común cuando crecen repentinamente los pechos, es el picor y la aparición de estrías. Para evitar esto, debes mantener la piel bien hidratada y humectada. Puedes utilizar cremas o aceites como el de almendras. Si bien la genética tiene mucho que ver con esto y no hay mucho que hacer si ya hay predisposición en tu cuerpo a generar estrías, no dejes de cuidar tu piel.
Tercer trimestre
En este lapso, todo el cuerpo, pero en especial los pezones y el embarazo en general dan los últimos toques al desarrollo. Los pechos tienden a notarse más sensibles y dolorosos, sí como pesados. Incluso es buena idea utilizar sujetadores durante la noche, mejor si son de los deportivos, que cuentan con un mayor refuerzo.
Para este tiempo, deberías tener o ya ir comprando los sujetadores para lactancia. Estos serán de gran ayuda al momento de amamantar a tu bebé. Debes tomar en cuenta que tu caja torácica también estará más ancha, como consecuencia del espacio que le deja el cuerpo al bebé, por lo que el sujetador puede variar en talla de espalda.
Es normal que tus pezones comiencen a segregar el calostro o la primera leche materna. Recuerda que esto podría comenzar meses antes, pero no es igual en todas las mujeres. En caso de que ya lo estés segregando, puedes colocar toallitas absorbentes en la parte interna del sujetador para evitar manchar la ropa.
Otra característica que puedes percibir en este trimestre o incluso desde meses antes, es que los pezones puedan tener varios tonos de pigmentación. Igualmente, hay casos en los que salen manchas o pecas en el rostro, así como se oscurecen las areolas y la línea alba. Todo esto sucede porque hay mayor producción de melanina.
Otros cambios de los pezones y el embarazo
Además de los cambios mencionados en cada trimestre, hay aspectos que pueden resultar interesantes en ciertos casos como:
- El desarrollo del escote, sobre todo cuando la mujer era de busto pequeño antes del embarazo.
- La aparición de venas que se ven más azules o verdes en los senos, por la vascularización.
- Los pezones pueden arder un poco, como resultado del aumento de tamaño y la picazón.
- Aunque no les pasa a todas, algunas mujeres producen calostro desde el segundo trimestre, mientras que a otras les ocurre ya en la fecha cercana al parto.
- En algunos casos, se pueden sentir bultos sensibles en los senos, que pueden ser causados por un conducto de leche tapado.
- Puede que también haya parte del tejido mamario en otras zonas donde antes no había, como en las axilas, por ejemplo. Recuerda que cualquier bulto que sientas, debe ser revisado por el médico especialista.
¿Qué tiene que ver la menstruación?
Es normal que al comienzo del embarazo, muchas mujeres tengan síntomas parecidos a los de la menstruación, y los asocien a ella. En las primeras semanas, ya aumenta la sensibilidad y la sensación de pesadez en los senos y los pezones y el embarazo es la causa. Recuerda que esto se debe a todos los procesos hormonales que dan inicio en el cuerpo desde el momento de la fecundación e implantación del embrión.
En todo caso, las sensaciones pueden variar de una mujer a otra. Mientras hay quienes los experimentan desde el comienzo con mucha intensidad, hay casos en los que estos cambios son más graduales o menos perceptibles. Si quieres saber más sobre los múltiples cambios del período de gestación, puede que te interese este artículo sobre el dolor de muela en el embarazo.
Consejos para cuidar los senos durante el embarazo
El cuidado corporal general es imprescindible durante el embarazo. No obstante, en lo referente a los senos, debes tomar en cuenta las siguientes recomendaciones:
- Lo principal es mantener una dieta saludable e hidratación constante y adecuada. Tu cuerpo ya sabe naturalmente lo que debe hacer para prepararse para el parto, así que no hace falta que modifiques demasiado tus rutinas.
- Es importante que mantengas un soporte correcto de los senos. Con el sujetador o sostén adecuado, evitarás la flacidez, así como el peso y el tirón de la fuerza de gravedad.
- Prefiere los productos de composición neutra, hipoalergénicos. El uso de jabones muy astringentes o secos, puede perjudicar tu piel, que debe ser más sensible durante el embarazo.
- Evita las duchas con agua caliente, para que no pierdas firmeza en la piel de los senos ni cause resequedad.
- Aprovecha el aumento de la sensibilidad de los pezones y el embarazo, para mejorar tu vida sexual, pues, sobre todo en el segundo trimestre, los cambios hormonales favorecen una elevación de la líbido.
¿Y qué hacer con los sostenes de embarazo?
Tanto si usas sostenes o sujetadores normales, como si usas crop-tops, lo ideal es que tengas las precauciones necesarias durante el embarazo:
- Procura que los sostenes que utilices tengan un buen soporte, con tiras anchas que no te lastimen, pues poco a poco tus senos serán más grandes y pesados.
- Evita los sujetadores con aro, pues se pueden hincar en la piel del seno y llegar a bloquear los conductos de leche materna.
- Lo más recomendable para que la piel respire, mientras se le da soporte al pecho, son los sostenes elaborados con material de algodón.
- Es común que sufras dolor de espalda causado por el peso de los senos, por lo que el sujetador debe quedar bien ajustado y tener un buen soporte para la espalda.
- Para que la vida útil de tus sujetadores de lactancia sea mayor, te recomendamos que los laves a mano. Sin embargo, en caso de lavarlos en lavadoras, mételos dentro de una bolsa de tela para que no se deterioren tanto.
¿Qué pasa con los brotes por el calor en los pezones y el embarazo?
En las estaciones de mayor temperatura, o simplemente en los momentos en los que hace mucho calor, hay mujeres que desarrollan ciertos brotes en su piel. Específicamente en la zona de los pliegues bajo los senos, tienden a formarse pequeñas burbujas de sudor en la piel.
Estas erupciones tienden a ser muy molestas porque suelen picar y a veces doler. Si esta situación se prolonga por mucho tiempo, puede ocasionar infecciones bacterianas de la piel. En caso de que esto ocurra, simplemente debes mantener el área irritada lo más fresca posible.
Evita usar jabones muy secos o perfumados y procura secarte al aire. Si los síntomas persisten, recuerda que debes consultarlo con un médico, pues podría tratarse de una infección que requiera tratamiento antibiótico.
¿Cuáles son los cambios en los senos después del parto?
A los pocos meses después de dar a luz, es normal sentir que los pechos están más llenos y por lo tanto, más firmes, por la mayor producción de leche. Sumado a esto, también hay mayor circulación de sangre en los pechos e, incluso, de los líquidos linfáticos. Esto es una respuesta natural del cuerpo ante la menor producción de hormonas del embarazo.
Muchas mujeres manifiestan sentir una congestión en los pechos durante estos días posteriores al parto, sin embargo el malestar no suele durar mucho. De cualquier manera, es recomendable que, a pesar de las molestias, se siga amamantando al bebé si se encuentra en las posibilidades para hacerlo.
¿Y qué pasa durante la lactancia?
Es normal que durante el primer trimestre de lactancia sientas los pechos bastante llenos antes de amamantar a tu bebé. Esta situación va a ir cambiando a medida que el bebé vaya creciendo. No implica que la producción de leche haya disminuido y menos aún si la lactancia materna es exclusiva y se la das a tu pequeño según la demanda.
Ahora, los pezones y el embarazo evolucionarán de una forma contraria a la que venía sucediendo durante el período de gestación. Es decir, dejarán de crecer y más bien disminuirá parte del tamaño que obtuvieron desde las primeras semanas de formación del bebé. No hay razón para preocuparse, pues no estás perdiendo leche y sólo está disminuyendo el tejido alrededor de las glándulas mamarias.
Luego de los seis meses, te darás cuenta de que tus pechos llegarán a un volumen similar al que tenían antes de quedar embarazada. Esto se debe a que los senos están trabajando de una manera más eficiente y el tejido mamario se está redistribuyendo.
¿Qué sucederá con los senos después de destetar al bebé?
Una vez culminado el período de amamantamiento, indistintamente de cuándo (unas semanas, tres meses o tres años), el proceso de lactancia se invierte. Esto trae como consecuencia que el estado de los senos cambie una vez más y vuelva al tamaño natural que tenían antes del embarazo.
Sin embargo, debes tener en cuenta que desde el momento en el que vuelves a quedar embarazada, todo el proceso comenzará desde cero de nuevo, como ya ocurrió previamente. Finalmente, no olvides que si estás embarazada, debes cambiar algunos hábitos y rutinas de tu vida cotidiana por un tiempo. Por eso te recomendamos las siguientes comidas para embarazadas.