Muchas veces es complicado salir a jugar o simplemente no se puede. Por eso te traemos un montón de ideas de juegos de interior para niños de 6 a 12 años. Así podrás mantenerlos entretenidos y hacer que se diviertan en la tranquilidad del hogar. También son juegos perfectos para campamentos en espacios cerrados. Sigue leyendo para que sepas más al respecto.
¿Por qué hacer juegos de interior para niños de 6 a 12 años?
Los juegos de interior para niños de 6 a 12 años, así como para infantes de otras edades, permiten la diversión y entretenimiento en espacios cerrados. Ya sea para campamentos o porque no se puede salir a jugar, estos juegos y actividades te sacan de apuros. La regla principal es dejar volar la creatividad.
Pueden ser sólo para mantener a los chicos entretenidos, pero también pueden tener fines educativos. Recuerda que los niños aprenden mientras juegan. Las opciones para divertir a los pequeños en casa son muchas, sólo necesitas un poco de ingenio y buena disposición.
Si tienes hijos entre los 6 y 12 años, puedes pedir que los mayores ayuden a los menores en las actividades. De esta manera, fomentarás también el trabajo en equipo y con certeza será un gran momento familiar. Si son niños más pequeños, también puedes ver actividades para la primavera preescolar.
Algunos juegos de interior para niños de 6 a 12 años
A continuación te traemos una serie de actividades recreativas para que disfrutes de estos juegos de interior para niños de 6 a 12 años:
Dibujo a ciegas
Para este juego se necesitan: papel, lápices y cintas para tapar los ojos. La idea es que cada jugador, sentado alrededor de una mesa, haga un dibujo mientras tiene una venda en los ojos. Los demás jugadores intentarán adivinar qué está dibujando. Antes de comenzar a dibujar, se le debe decir en el oído al participante, lo que dibujará.
Letra prohibida
Aquí no necesitas materiales, sólo mucha atención. Los jugadores se sientan en círculo y deben mantener una conversación entre todos, pero con una condición. No se puede pronunciar una letra en específico, sea una vocal o consonante. Se puede sustituir por otra letra. Por ejemplo: No se pronuncia la “T”, entonces uno pregunta “¿Qué pe provoca comer?” y otro responde “Me provoca chocolape”.
Disparatados
El juego por sí solo ya es divertido, pero se le puede agregar una penitencia con tempera o pinta dedos. Nuevamente todos se sientan en círculos y el que inicia le pregunta al de la derecha “¿para qué sirve (tal cosa)?” y el de la derecha le responderá.
Pero, al mismo tiempo preguntará al que le sigue “¿para qué sirve (tal cosa diferente)?” y así sucesivamente. Cuando terminen, el que comenzó dirá “éste (el de la izquierda) me preguntó para qué sirve (tal cosa), y éste (el de la derecha) me respondió que para…”. Quien no haga un buen disparate, deberá pintarse la cara.
El gato y el ratón
Los niños se sientan en círculo. Se debe tener dos pelotas de diferente tamaño, para que la más grande sea El Gato, y la más pequeña, El Ratón. A un niño se le entrega la pelota grande y a otro que esté a su lado, se le entrega la pequeña. Cuando se dé la señal, deberán rotarse las pelotas entre todos los niños, para que El Gato, intente atrapar al Ratón.
Los radares
Necesitas un despertador u objeto que suene levemente, un pañuelo y cintas para vendar los ojos. Es ideal para grupos de más de 4 niños. Se sientan todos en círculo, pero dejan a unos cuantos en un círculo interno con los ojos vendados.
A estos participantes, se los distribuye por la habitación, mientras que en el centro del círculo se colocan el despertador y el pañuelo. La idea es que los que van vendados, se guíen por el sonido del despertador para encontrar el pañuelo, pero procurando tocar sólo este último. Gana el que lo logre primero.
Lanza globos
Sólo necesitas un globo. Los niños, sentados en círculo, se numeran. Uno de ellos se queda en el centro del círculo, con el globo. Debe lanzarlo hacia arriba y decir un número. El jugador que tenga ese número debe levantarse rápidamente y atrapar el globo, mientras el que lo lanzó va a sentarse en el espacio que había desocupado el otro.
El que ahora tiene el globo, debe igualmente lanzarlo hacia arriba y gritar otro número y así en lo sucesivo. Quien no logre tocar el globo o lo deje caer, irá acumulando puntos. El niño con menos puntos al final, gana. Mira aquí más ejercicios de motricidad gruesa para niños de 7 a 8 años.
¡Mira un pato!
Los niños se sientan en círculo y el árbitro (que puede ser mamá), aparenta tener un objeto en la mano. Se lo da al niño de la derecha y le dice “¡Mira un pato!”, a lo que el niño debe preguntar “¿Un qué?”. La mamá contesta “Un pato”. El segundo jugador le pasa “el objeto” al tercero y le vuelve a decir “¡Mira un pato!”, a lo que éste pregunta “¿Un qué?”.
En este momento, el segundo le pregunta a mamá “¿Un qué?” y esta le responde y se devuelve la respuesta para seguir el juego. Hay que prestar atención para no equivocarse. Quien se equivoque, puede hacer una penitencia, como salir del juego o pintarse la cara con tempera.
Calzando la silla, de los mejores juegos de interior para niños de 6 a 12 años
Cada jugador debe tener una silla. Se sientan sobre su respectiva silla y se le vendan los ojos. Se reparten zapatos por el suelo, que pueden ser de los mismos jugadores. A la señal, los participantes deben buscar a cuatro patas un zapato por vez y calzar una de las patas de su silla. Así deberán hacerlo hasta que las calcen todas.
Lo que no deben saber es, que el número de zapatos es menor que el número de las patas de las sillas. Si ya no encuentran más zapatos, pueden “robar” de las sillas ajenas, pero siempre de uno en uno. Gana quien al final tenga su silla completamente calzada.
Quítate de ahí, que voy yo
Todos los niños deben estar sentados, menos uno, que desea encontrar sitio. La forma de hacerlo es decirle a alguno de los que están sentados “Quítate de ahí, que voy yo”. El aludido responde “¿Por qué?”, a lo que el primero dice “Porque tú no tienes (tal objeto: gorro, zapato azul, una flor, etc.)”.
Si el que está sentado, tiene lo que se le pide, lo muestra y se queda en su sitio, mientras el otro debe seguir intentándolo con los demás participantes. En caso de que no tenga el objeto solicitado, el niño debe ponerse de pie y tomar el lugar del otro, buscando entonces los objetos entre los compañeros. No se deben pedir los mismos objetos más de una vez ni desalojar al que te ha hecho levantar.
¿Qué soy?
Debes tener papeles o cartulinas y cinta para colgarlas en la espalda de cada jugador. En cada una debe estar escrito el nombre de un animal fácil de reconocer, como un perro, gato, pollito, caballo, etc. Los niños no deben saber qué animal tienen escrito en su espalda. Para averiguarlo, deben preguntarle a los demás cosas como “¿Soy un animal feroz?, ¿Soy doméstico?, ¿Soy un animal de agua?, etc.”
Las respuestas deben ser solamente “sí” o “no”. Una vez que el jugador responda, puede formular su propia pregunta. El primero que descubra qué animal es, grita el nombre del mismo y se pasa al frente su cartulina. Puede seguir jugando para ayudar a los otros compañeros. Luego de un tiempo establecido, se para el juego, o cuando ya todos adivinen su animal.
El detective
De todos los niños, se escoge a uno que se separa del grupo, dándole la espalda y con los ojos vendados. Éste será el detective. El monitor del juego, que puede ser mamá, comienza a conversar en voz alta con los demás jugadores, hasta que dice “¡Alto!”.
En ese momento, le pregunta al detective quién ha sido el último en hablar. Si el detective lo identifica en el primer intento, entonces cambian de lugar. Si no, tiene dos intentos más para adivinar. En caso de que no logre hacerlo, debe cumplir una penitencia y otro jugador ocupará su lugar.
Juegos de interior para niños de 6 a 12 años: Las sardinas escondidas
Parecido al juego del escondite, este tiene una variación. Se apagan las luces de la habitación y todos se esconden menos un jugador. Éste debe contar hasta 20 y luego va en busca de los demás. A medida que va encontrando personas, éstas le ayudan a buscar a los demás. Gana el último jugador que sea encontrado.
La mano desconocida
Así como el juego del detective, este también requiere de un investigador que va a jugar a ciegas. Pero antes de eso, debe examinar las manos de todos los demás jugadores. Al que hace de detective se le vendan entonces los ojos mientras los demás cambian de lugar. Al regresar, el detective debe palpar solamente las manos de cada jugador e intentar identificar al participante.
Si lo logra, el recién descubierto debe esconder sus manos para no seguir participando en los próximos intentos. El detective gana puntos por cada persona identificada. Todos deben ser el detective en algún momento, así que el que haya ganado más puntos, será el vencedor.
La brújula
Puede jugarse con pañuelos para tapar los ojos, o simplemente cerrándolos. Un jugador que hará las veces de monitor señalará una pared o espacio como “norte”. Luego todos los demás participantes deberán cerrar los ojos.
El monitor se encargará de decir entonces las direcciones, como “este, oeste, sur o norte”, para que los jugadores las sigan. Si alguno de desvía, el monitor debe acercarse y decirle que se perdió y está eliminado. Esto será así hasta que sólo quede un jugador, que será el ganador.
La carrera de las hojas
Este juego es agradable sobre todo para los niños más pequeños. Se le pedirá a cada niño que busque una hoja de papel, o incluso una hoja seca de árbol, pero deben tener más o menos el mismo tamaño. Se colocan todos los niños uno al lado del otro, con sus respectivas hojas al frente.
La idea es que cada niño haga avanzar su hojita sólo soplando, como en una especie de carrera. Con una línea meta establecida, el ganador será quien logre llevar primero su hoja hasta ese punto.
El dibujo en equipo
Se necesitan algunos folios de papel y lápices. Esto es ideal para grupos grandes de niños. Se debe hacer equipos, de entre 4 a 6 niños cada uno. Se sientan en fila india, un equipo al lado del otro. Los que están al inicio de cada fila deben tener al frente, pero a una distancia de mínimo un metro, el folio de papel y el lápiz. Habrá un monitor que dirá una palabra o frase, por ejemplo “El bosque”.
Cuando lo diga, el primero de cada fila saldrá rápidamente hacia el folio y comenzará a dibujar algo relacionado con lo que dijo el monitor. Dispondrá de tiempo limitado y cuando el monitor diga “¡Siguiente!”, deberá dejar el lápiz y regresar a su fila, para colocarse al final. Será entonces el turno del integrante que estaba de segundo en la fila para continuar el dibujo, y así hasta que pase el último del equipo.
Al final, el equipo que haya hecho un mejor dibujo de lo que se indicó, gana. Se puede repetir el juego varias veces o cambiar la instrucción del dibujo.
Importancia de los juegos de interior para niños de 6 a 12 años
A veces tienes una fiesta infantil pero cae un gran aguacero que no deja hacer nada al aire libre. En esos casos, es mejor tener actividades que permitan que los niños igualmente se diviertan aunque estén en un espacio cerrado. Otras veces es por falta de espacio en casa o por alguna otra situación que complica salir a un espacio más grande.
Como sabemos, los chicos entre 6 y 12 años son muy activos y siempre buscan algo que los entretenga. Por eso, estas actividades y juegos de interior para niños de 6 a 12 años son perfectas para compartir en familia o incluso aprender jugando. Otra buena idea son las actividades de reciclaje para niños.