Niños de 3 años, lo que debes saber de su desarrollo y más

Los niños de 3 años son una fuente de entretenimiento constante para los padres y familiares. Nunca habrá aburrimiento. Están llenos de energía y creatividad, lo que hace muy interesante el compartir con ellos. Sigue leyendo para que veas qué debes saber sobre los pequeños cuando se encuentran en esta edad.

niños de 3 años

¿Cómo son los niños de 3 años?

A los 3 años, comienza una nueva etapa en la vida de tu hijo. Los niños de 3 años consolidan lo aprendido en los años previos y se desprenden de la etapa de ser bebés. Aunque suene drástico, realmente es un proceso mucho más interesante y debes estar preparado. En esta nueva fase de crecimiento, el niño comienza a diferenciar a los adultos y va definiendo su personalidad.

Es emocionante ver cómo los niños de 3 años se van haciendo más independientes, pueden hacer hasta dos actividades a la vez, como jugar mientras hablan. De esta manera, también tienden a ser egocéntricos y se frustran rápidamente cuando perciben las limitaciones propias de su edad. Es una etapa perfecta para enseñarles vocabulario, control básico de algunas emociones y hasta ir presentándoles al computador.

Lo ideal es estimular siempre el desarrollo cognitivo, físico y emocional de los pequeños, con diferentes estímulos y actividades. Como les gusta explorar y hacer ruido, les puedes dar tambores o panderetas para jugar. Para ganar vocabulario e imaginación, aquí te dejamos algunos cuentos de hadas.

Características generales de los niños de 3 años

Los niños de 3 años se dan un estirón y aumentan su peso también notoriamente. Recuerda que estas medidas pueden variar dependiendo de la genética y el ambiente en el que habitan los chicos. Por sus destrezas y conciencia de habilidades, pueden comenzar a explorar sus cuerpos, ropas y tratar de vestirse o desvestirse solos. También aprenden cómo utilizar lápices o libros. A continuación te mostramos de forma detallada las características de los niños de 3 años:

Características evolutivas

Durante el tercer año, los niños crecen de forma bastante rápida y en todos los aspectos. Es frecuente que en ocasiones hagan preguntas que resulten incómodas o inesperadas, sin embargo también empiezan a negociar. Físicamente, tienen mayor control sobre los movimientos que antes eran involuntarios y desarrollan más agilidad.

Los niños de 3 años descubren sus genitales y pueden dejar de utilizar los pañales, al menos durante las horas del día. Esta etapa puede ser complicada por los berrinches. Dado que son más autónomos, también actúan de forma egocéntrica, sin diferenciar límites. Es una edad en la que imitan los roles “papá” o “mamá”.

Estos niños por lo general ya tienen facilidad para correr, trepar a baja altura, subir y bajar escaleras, escalón por escalón y hasta pedalear triciclos. Muchas veces, al realizar estas actividades, les gusta hacerlas por sí mismos, sin ayuda de los padres.

niños de 3 años

Principales indicadores de desarrollo

Los niños de 3 años ya son capaces de identificar las emociones ajenas, como el llanto de otra persona. También dan muestras espontáneas de afecto y son más sociables y afectivos.

Comprenden conceptos como la propiedad, así saben que algo es suyo o de alguien más. Esto no significa que sean completamente generosos para prestar sus cosas, pero pueden hacerlo. En esta etapa, también pueden comprender cuando algo está arriba, abajo, adentro, entre otros.

Los niños de 3 años ya empiezan a hablar con más fluidez, a medida que ganan vocabulario. Incluso pueden entender algunos plurales y decir algunas oraciones seguidas. Reconocen su nombre y el de algunas personas de su entorno. También pueden indicar su edad con señas o palabras.

El control de los esfínteres también sucede en esta edad, aunque como mencionamos antes, es algo paulatino. Puede que el niño siga teniendo accidentes cuando ya no use el pañal, o lo requiera durante las noches. Para estar atento a la salud del niño, mira este artículo sobre las enfermedades comunes en los niños.

Desarrollo psicológico

Los niños de 3 años son muy creativos y se valen de las palabras que ya conocen, para recrear su realidad. Es frecuente entonces que tengan amigos imaginarios o hablen de cosas fantasiosas como algo normal. Desarrollan mucho la imaginación, pudiendo inventar personajes o historias.

Al descubrir sus órganos sexuales, es normal que revisen esa área con regularidad. Es una forma del niño de auto conocerse y aprender a distinguir entre los sexos. Esto les permite también ir creando un sistema de roles relacionados a cada género. El científico Sigmund Freud llamó a este hecho, como la “etapa fálica”.

En su afán por conocer y controlar lo que sucede a su alrededor, los niños de 3 años necesitan rutinas. El tiempo es un concepto que se empieza a manejar en esta etapa. De esta manera, la presencia de rutinas o hábitos ordenados diariamente, les genera confianza y seguridad en lo que ocurrirá. A esta edad también pueden seguir instrucciones cortas.

Tienen un comportamiento egocéntrico

Quizás te parezca curioso que tu bebé, si está alrededor de los 3 años, pueda ver una y otra vez la misma película o tengan fijación con un mismo cuento. Esto sucede porque ya saben lo que sucederá y se sienten confiados. Por eso es tan importante que los niños de 3 años tengan rutinas.

De allí parte también esto del egocentrismo. A los niños en esta etapa les gusta sentirse autosuficientes, al saber lo que sucederá y que controlan o poseen lo que les rodea. Esto incluye a sus padres, sus juguetes y demás cosas. Aunque puedan prestar algún objeto en determinado momento, luego lo exigirán de vuelta porque saben que es suyo.

Habilidades de socialización

A esta edad, los niños orientan toda su hiperactividad en los juegos y actividades en grupo, o que permitan socializar. Es muy importante fomentar este tipo de comportamientos, para que el niño se dé cuenta de lo que es suyo y lo que es de otros, sin que esto interfiera en que pasen un buen rato juntos.

Estas actividades ayudan al bebé a desarrollar empatía básica. Lo van logrando al ponerse en el lugar de la otra persona, inicialmente en juegos. Puedes jugar con tu hijo enseñándole a imitar tus caras de tristeza, alegría o enojo. Así, es más fácil que el niño aprenda a relacionar estas expresiones, con sentimientos.

niños de 3 años

Si hay otros niños que puedan jugar con tu pequeño, debes incentivarlo y enseñarle valores como el respeto y la generosidad. Si no hay más niños, debes ser tú quien juegue con él o ella. Los niños de 3 años también pueden jugar solos y es otro rasgo importante a desarrollar.

Si bien la socialización es vital, no siempre se dan las condiciones. Puedes brindarle juguetes o tareas simples que llamen su atención mientras tú estás preparando la comida o haciendo otra cosa.

Expansión del lenguaje

Los niños de 3 años inventan palabras, porque la falta de vocabulario no los detiene al momento de contar sus historias. Puede ser gracioso cómo relacionan ideas sin sentido para referirse a un objeto o acción. Esto cambia a medida que van creciendo y aprendiendo nuevas palabras. Estos niños también tienen la capacidad de comunicarse usando entre dos y tres oraciones de forma consecutiva, aunque sean frases cortas.

¿Cómo se debe tratar a los niños de 3 años?

Como con cualquier niño, el amor, el respeto y la comprensión deben prevalecer. Los niños de 3 años tienden a ser un poco más desprendidos de los padres y eso hay que aceptarlo. De todas formas, los padres deben estar siempre atentos a los requerimientos del pequeño y ayudarlo también en los momentos en los que debe socializar.

Como se mencionó anteriormente, se deben respetar las rutinas. No obstante, el niño debe comprender también que en algunas ocasiones, estas rutinas pueden variar o dar paso a nuevos hábitos, un poco distintos a los que ya conocían. Esto puede representar un momento incómodo para el niño, pero debe ir acostumbrándose para aceptarlo.

¿Cuándo se debe acudir al médico?

Los niños de 3 años deben estar en capacidad de hacer unas cuantas cosas, pero si se presenta uno de los siguientes cuadros, es importante consultar con un especialista:

  • Si tiene dificultad para lanzar la pelota más arriba del hombro, le cuesta manipular juguetes simples como las piezas de encajar o hasta girar manijas.
  • Al subir escaleras, tiende a caerse demasiado, no lo logra o hay dificultad para hacerlo.
  • Cuando hay otros niños, no les presta atención, no juega con ellos, ni con los juguetes.
  • No se expresa con oraciones que tengan más de tres palabras.
  • Cuesta entenderle cuando habla o presenta babeo.
  • Evita el contacto visual con otras personas, o no responde a las interacciones de personas fuera del grupo familiar.
  • No comprende las instrucciones simples como vestirse, ir a dormir o usar el inodoro.
  • Le cuesta utilizar lápices entre los dedos o hacer garabatos.
  • Tiende a perder habilidades que ya había adquirido.

Algunos consejos para estimular el desarrollo de los niños de 3 años

  • Establecer hábitos, como ordenar o recoger los juguetes después de jugar. En este punto, es muy importante felicitarlo por lograr hacerlo él solo. Los elogios son grandes motivadores.
  • Enseñarle a respetar turnos de palabra y participación en las actividades grupales. Es necesario también incentivarlo a hablar y explicarse con sus propias palabras. Mira estos ejemplos de cooperación.
  • Animar al niño a explorar su entorno, bien sea caminando, corriendo o en algún juguete como un triciclo, que le permita ejercitarse.
  • Facilitarle juguetes que estimulen su creatividad, como plastilina no tóxica, juegos de construcción o rompecabezas sencillos.
  • Crear situaciones en las que el bebé pueda compartir con otros niños de edades contemporáneas y fomentar la solidaridad, el respeto y la amabilidad.
  • Estimular acciones como vestirse y desvestirse por sí mismos, usar el inodoro, cepillarse los dientes y hasta comer sin ayuda de otras personas.

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¿Y qué hago con los berrinches?

Son muchos los momentos maravillosos que vivimos cuando estamos con niños de 3 años, pero no olvidemos que, al igual que nosotros, ellos también se molestan. A esta edad, el vocabulario es limitado y muchos niños no saben expresar de forma adecuada sus emociones, por lo que se frustran y recurren a los famosos “berrinches”.

Estas rabietas ocurren por diferentes razones. En algunos casos, pueden ser por mera manipulación, pero hay ocasiones en las que la causa puede ser más seria. La clave es siempre mantener la calma y actuar desde la comprensión.

Hay momentos en los que no se deben ignorar estos episodios: si el niño está expuesto a algún riesgo o puede salir corriendo a la calle; o si está mordiendo o golpeando algo, incluso haciéndose daño así mismo. En cualquiera de esos casos, es necesario sujetar con firmeza al niño y hacerle entender que esa forma de comportarse no es permitida.

De todas formas, mira estos consejos para lidiar con un berrinche:

  • Dedicarle atención suficiente al niño y hacerle elogios específicos cuando se porte bien.
  • Si el pequeño se encuentra en plena rabieta, intenta distraerlo, bien sea cambiándolo de habitación, dándole algo en lo que pueda concentrar su atención o incluso cantando una canción o jugando.
  • No pasar por alto los comportamientos agresivos, como golpear, lanzar, patear o morder cosas. Este tipo de conductas no deben ser toleradas y el niño debe aprender esto desde temprana edad.
  • Conocer los límites del niño también ayuda a controlar la reacción frente a las rabietas. Si sabes que se debe a que tiene sueño o hambre, procura brindarle el alimento o el espacio para descansar, a la brevedad posible. Así será menos desagradable para ambos.
  • Debes saber escoger cuáles batallas se pueden librar. Esto significa que en algunas ocasiones puedes ceder ante el berrinche del niño, pero esto no debe ser una pauta. Como figura de autoridad, debes ser respetado por el niño y éste debe entender que no siempre puede conseguir lo que quiere por hacer un berrinche.
  • Si te encuentras en un momento de gran estrés o frustración y tienes el apoyo del otro padre, un familiar o amigo de confianza, puedes pedirle ayuda. Es válido y muchas veces necesario turnarse con otra persona para lidiar con estas rabietas del niño.

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Pero no todo está perdido. Recuerda que esta fase no suele durar mucho más allá de los 3 años. En caso de que así fuera y tu hijo se apoya en los berrinches para conseguir lo que le plazca, debes consultar con un médico. Si este artículo te ha gustado, puedes ver muchos más con contenido similar en nuestro blog «Hablemos de familia».

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