Como padre o madre, seguramente has tenido días en los que te preguntas ¿por qué los niños no quieren comer? Son muchos los factores que pueden influir, especialmente por las rutinas que estos tengan diariamente. Conoce más de este tema en Hablemos de Familia.
¿Por qué los niños no quieren comer?
Es muy común que nos preguntemos por qué los niños no quieren comer, pues hay momentos en su crecimiento que pueden empezar a manifestar su falta de apetito. Sin embargo, esto se puede evitar siempre y cuando tengamos con ellos los hábitos adecuados, desde que son muy pequeños.
Hay veces en los que ellos quieren comer de todos, pero también hay días o semanas en los que cuesta que coman adecuadamente. Pero no te preocupes, usualmente es una manera de actuar de ellos, debido a que si están comiendo lo que le corresponde para su edad, solo que en cantidades diferentes.
Cuando te preguntes por qué los niños no quieren comer, es importante que tengas en cuenta que los hábitos alimenticios de ellos van cambiando a medida que van creciendo. Lo cual se debe, a que si comieran siempre las mismas cantidades puede que empezarán a tener inconvenientes con su peso adecuado.
Falta de apetito
Una de las causas por qué los niños no quieren comer, es evidentemente porque no sienten atracción por ciertas comidas. Hay etapas donde ellos ya son capaces de decidir lo que quieran comer. Aunque siempre debes estar manteniendo para ellos una dieta balanceada, adaptada a su proceso de crecimiento.
Asimismo, el por qué los niños no quieren comer, no solo se debe necesariamente a la falta de apetito, también puede deberse a que no les provoca la comida la primera vez que la vez. Es decir, no quiere decir que no tengan hambre, más bien se refiere a que quizás el lugar o la manera cómo está servida, no cautiva su atención.
Sí, hasta el aspecto de los alimentos es muy importante tenerlo en cuenta cuando te preguntes el por qué los niños no quieren comer. Recuerda que ellos están en proceso de crecimiento y cada vez más van descubriendo cosas nuevas y una de esas novedades es los colores, texturas y el aspecto llamativo o atractivo de un determinado elemento.
Para mejorar esto y hacer que vean el alimento de forma más atractiva, lo que puedes hacer es que permitas que él tenga su propio plato de comida, posiblemente de su dibujo o personaje de caricatura preferido. También puedes acompañar ese plato con los cubiertos del mismo motivo o de colores, así como el vaso. De esta manera, te darás cuenta que cada vez que vaya a comer lo hará con mayor gusto.
Puedes incluso servir la comida de una manera muy llamativa. Por ejemplo si vas a prepararle un pan, puedes picárselo en una de sus formas favoritas. Lo mismo puedes hacer con el cereal, preparándole su preferido o incluso con las frutas y ensaladas, organizándolas en el plato de una forma divertida. Conoce también acerca de las sopas de verduras para niños.
Ausencia de hábitos alimenticios
Si te percatas que la razón de por qué los niños no quieren comer, es porque no tiene apetito cuando le sirves la comida. Lo que tienes que empezar a aplicar es el control de su hábito natural de comer. Esto lo logras prestando atención al mejor momento en que tiene apetito, también otorgándole tiempos determinados a la comida y permitiendo que poco a poco él mismo vaya controlando su hábito alimenticio.
Lo que debes tener en cuenta es que no tienes que obligarlo a comer. Evidentemente tiene que comer, pero si lo obligas costará mucho más que lo haga. Colócale su dieta correspondiente pero alternada en las horas que estableciste para su comida. De esta forma, verás que comerá todo tipo de alimentos, sin ningún reclamo.
Recomendaciones
Para que te dejes de preguntar por qué los niños no quieren comer, es indispensable que empieces a cambiar muchas de las acciones que estás tomando a la hora de comida de ellos. Por lo tanto, puedes considerar las siguientes sugerencias:
Evitar interrumpir sus actividades
Ten en cuenta que mientras transcurre el tiempo los niños van estableciendo más responsabilidades y ocupaciones. Pero también empiezan a tener espacios para jugar o hacer alguna actividad que les guste. Por lo tanto, equilibra que la hora de la comida no interrumpa ninguna de estas actividades, pues de esta manera ellos irán sin ningún inconveniente a comer.
Comer en la mesa
Esta es una de las costumbres principales. El comer en la mesa, fomenta a que crezca cada día la unión familiar. Por lo tanto, a la hora de la comida lo recomendable es que toda la familia se siente en la mesa y coman sin ninguna distracción cercana. Evita que vean televisión o que usen algún dispositivo electrónico que no permita que se centren en la comida.
Has que el espacio donde comen sea muy agradable y organizado. Esto permitirá que ellos se hagan el hábito de comer siempre allí. Conoce también acerca de las recetas vegetarianas para niños.
Mantener una dieta equilibrada
Siempre da el ejemplo de comer de forma saludable, así los niños te imitarán y comerán lo mismo que tú. Enséñales a disfrutar de la comida y a tomarse su tiempo para comer. Recuerda que masticar correctamente permite que se saboreen mejor los alimentos y queden totalmente satisfechos.
Servir las raciones adecuadamente
Recuerda que según la edad en que se encuentren los niños, comerán raciones acordes a lo que su cuerpo y proceso de crecimiento necesite. Por lo tanto, sirve cantidades que sepas que ellos van a comer y en el caso de que pidan más, puedes servirle de nuevo.
Establecer los horarios
Lo mejor para que te dejes de preguntar el por qué los niños no quieren comer, es que fijes los horarios adecuados en los que más les de hambre. Sin embargo, al crearle hábitos desde pequeños, a comer en horas determinadas, estos siempre tendrán apetito a la misma hora de cada día.
También ten presente que pueden comer alguna merienda. Lo ideal es que esta sea un alimento saludable como las frutas. En caso de que sean golosinas, contrólaselas también para que no se acostumbren a comer más de la cantidad adecuada.
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