Cuento del Mago de Oz, una tradicional enseñanza y más

El cuento del Mago de Oz es una historia entretenida para grandes y chicos. Compártela con tus hijos para que conozcan esta maravillosa historia. Sigue leyendo para que la repases y te enteres de cuál fue su origen.

cuento del mago de Oz

Cuento del Mago de Oz

En una vieja granja de Kansas, vivía una niña llamada Dorothy. Era un lugar poco poblado, en el que las casas estaban muy distantes una de otra. Dorothy estaba jugando en casa con su único compañero de diversión, su pequeño e inteligente perrito llamado Totó.

De pronto, escucharon un fuerte ruido y al asomarse por la ventana, vieron que se trataba de un enorme tornado que se aproximaba. Decidieron quedarse en casa para mantenerse a resguardo, pero el tornado levantó la casa y se mantuvieron dando vueltas en el aire por un buen rato.

De pronto, Dorothy y Totó sintieron que la casa finalmente aterrizó, pero cuando salieron, se dieron cuenta de que estaban en un lugar totalmente distinto a lo que ellos conocían.

Decidieron caminar para ver si encontraban a alguien que les pudiera indicar dónde estaban. Encontraron entonces a un grupo de personas entre las cuales había un hada. Cuando la niña les preguntó cómo podía volver a su casa, las extrañas personas le respondieron que debía ir a ver al Mago de Oz, para que la ayudara. Para eso, debía seguir un camino cuyas baldosas eran amarillas. Lee aquí más cuentos de hadas.

Así lo hicieron la pequeña Dorothy y su perrito Totó. En el trayecto, se encontraron con un espantapájaros que les saludó al verlos pasar. ¡La niña gritó de asombro por ver que el espantapájaros podía hablar! Éste le respondió que efectivamente podía hacerlo, pero que decía puros sin sentidos, porque no tenía cerebro.

Dorothy se compadeció de él y le dijo que tal vez el Mago de Oz podría ayudarlo a tener un cerebro, así como la ayudaría a ella a volver a casa. Siguieron entonces su camino los tres personajes. Más adelante, escucharon unos quejidos, como el rechinar de latas oxidadas. Vieron que se trataba de un hombre de hojalata que se encontraba bajo un árbol a orillas del sendero.

Cuando le preguntaron por qué se veía tan lastimero, el sujeto respondió “¡Es que no logro tener ningún sentimiento de verdad, porque no tengo un corazón!”. Así como hizo con el espantapájaros, Dorothy invitó al hombre de hojalata a que los acompañara a buscar al Mago de Oz, pues de pronto él podría concederle un corazón.

Cada vez se iba haciendo más grande el grupo de viajeros que buscaban al Mago de Oz. De repente, escucharon unos rugidos apagados y vieron la melena de un león. Asustados, se quedaron inmóviles hasta que el león apareció frente a ellos.

La sorpresa para todos fue que el recién llegado león no los atacó, sino que se quedó mirándolos con temor. El espantapájaros le preguntó qué sucedía, a lo que el felino contestó. Acá puedes ver más cuentos de emociones.

¡Es que ustedes se asustaron de mí, pero yo me asusté de ustedes porque no puedo ser valiente!”.

Cuando le dijeron que tal vez el Mago de Oz podría darle valentía, el león se puso contento y decidió acompañarlos en su travesía. Después de mucho andar, llegaron a la tierra de Oz y encontraron al Mago. Éste les dijo que podía ayudarlos a conseguir lo que deseaban, pero que primero debían acabar con la bruja malvada que merodeaba por la zona. Los viajeros aceptaron la condición y salieron a buscar a la bruja.

En su aventura, se encontraron con un campo de amapolas que debían atravesar. Al intentarlo, se quedaron profundamente dormidos. Cuando por fin despertaron, se dieron cuenta de que habían sido secuestrado por los terribles secuaces de la bruja malvada y ahora estaban en su poder.

La bruja se reía de ellos porque ahora nadie podría detenerla. Justo en ese momento, Dorothy logró hacerse con una cubeta de agua que había en el calabozo y se la arrojó a la bruja, sin saber que esa era la forma de acabar con ella. La terrible hechicera se desvaneció en el aire cuando fue bañada por el agua.

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En ese instante, todos los que habían sido prisioneros de la bruja malvada quedaron liberados. A cada uno se le fueron concediendo los deseos que habían pedido al Mago de Oz y Dorothy, que comenzó a sentirse aturdida, sujetó a Totó para que no se perdiera. Sentía como si nuevamente estaba en medio del tornado y deseaba fuertemente poder volver a su casa.

Justo entonces, escuchó la voz del mago en su cabeza, que le decía:

Si quieres volver, debes pensar: no hay lugar como el hogar”.

Dorothy pensó en esa frase y en un instante despertó en su casa. Al abrir los ojos, quiso comprobar donde estaba. Se asomó por la ventana y vio a sus parientes trabajando en las labores de la granja, sin ninguna alteración. ¡La niña se percató de que todo había sido un sueño!

Sin embargo, cuando Totó llegó a su lado, tenía trozos de paja en su pelaje y Dorothy también vio que la suela de su zapato tenía rastros de pintura amarilla… FIN

¿Quién inventó este cuento?

El Cuento del Mago de Oz es una historia inventada por Lyman Frank Baum en 1900. Es uno de los cuentos más conocidos a nivel mundial. Este es el primer relato infantil que tiene una parte ambientada en los Estados unidos, específicamente en Kansas. Antiguamente, todas las historias para niños se ambientaban en Europa.

Desde su publicación, el cuento del Mago de Oz ha tenido muchas adaptaciones en la literatura, el teatro y el cine. Es un relato cargado de valores como la valentía, la bondad y la amistad. Por su trama tan ingeniosa, ha logrado captar la atención de niños y adultos de todas las épocas.

Cada personaje encierra en sí mismo una serie de cualidades y peculiaridades. Éstas hacen que tanto los lectores como los espectadores, se puedan sentir identificados al menos en un aspecto con ellos. El papel que juegan Dorothy y Totó es lo que impulsa al resto de grupo a dejar de quejarse de sus carencias y por fin salir en busca de lo que necesitan. Te recomendamos también estos 3 cuentos cortos de los hermanos Grimm.

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