3 cuentos cortos de los hermanos Grimm, conócelos

En esta oportunidad, te traemos un artículo en el cual se les brindaran una variedad de cuentos cortos de los hermanos Grimm, todo esto para poder contarle a tus hijos y se diviertan de la mejor manera, desde el cuento de Rapunzel hasta el cuento del clavo, acompáñanos a descubrir estos cuentos cortos de los hermanos grimm.

Cuentos cortos de los hermanos grimm

¿Quienes son los hermanos Grimm?

Los hermanos Grimm son considerados unos de los mejores cuentistas de todos los tiempos, estos se trataban de dos hermanos alemanes los cuales eran originarios de Berlin, Alemania, son reconocidos por ser los autores de una multitud de cuentos cortos de los hermanos Grimm, los mismos se dedicaban a estudiar todo el folclore alemán de la época con la finalidad de poder escribir estos maravillosos cuentos y preservar estas historias a través del tiempo.

Se consideran como los más famosos escritores y readaptadores de cuentos debido a que los mismos son los responsables de tomar las historias folclóricas germanas para poder adaptarlas en cuentos para niños, dentro de sus creaciones más famosas están obras como, la cenicienta, Rapunzel, blancanieves, Hansel y Gretel, entre otros excelentes cuentos cortos que aún se mantienen vigentes en el mundo actual gracias a estos increíbles escritores.

Dentro de los tres cuentos cortos de los hermanos grimm que se abordaran mas adelante, se verán reflejados cuentos muy divertidos e interesantes, por lo cual cada uno de estos cuentos cortos de los hermanos grimm tiene algo que decir, cada uno deja un mensaje de valentía, perseverancia, de amor o una lección de vida importante.

Por esta sencilla razón, en los siguientes apartados se narran tres de los cuentos cortos de los hermanos Grimm más famosos que existen, desde una narración inicial hasta una pequeña reseña al final del cuento, todo para que los más pequeños de la casa puedan entender y disfrutar de estos maravillosos cuentos cortos de los hermanos Grimm, ¡comencemos! Puedes leer aquí el cuento de los tres cerditos

Cuentos cortos de los hermanos Grimm

A continuación se presentarán una serie de tres cuentos cortos de los hermanos Grimm los cuales son muy notorios por su popularidad entre los lectores, comencemos:            

Rapunzel

Érase en un tiempo lejano una hermosa pareja, la cual deseaba desde el fondo de su corazón poder concebir a un hijo. Mucho tiempo esperaron para poder cumplir este deseo, sin embargo, el deseo se les hizo realidad, ambos estaban a la espera de un hijo.

Durante a espera, la madre, siempre se asomaba por su ventana para poder de esta manera observar un exuberante huerto de lechugas vecino. Al ver estas lechugas, a la madre simplemente se le hacían irresistibles, ya que las mismas se veían muy sabrosas.

No obstante, existía un pequeño problema, ese huerto de lechugas que tanto deseaba la madre, le pertenecía a una temida hechicera, por esta razón, nadie se acercaba a tomar una de estas.

De un momento a otro, la mujer solamente pensaba en esas lechugas, de alguna manera se obsesionó con las mismas, no comía nada y de un momento a otro cayó enferma. Su esposo estaba muy preocupado por su mujer, es por ello que una noche, entró al huerto sin ser visto y tomó algunas de las lechugas para su esposa. 

La mujer al ver que su esposo les trajo las ricas lechugas, se las comió todas, sin embargo, en vez de apaciguar su antojo, lo empeoró de forma considerable, es por ello que su esposo se vio obligado a buscar más lechugas del huerto, cuando este ya disponía en marcharse del lugar con las lechugas, la bruja lo descubrió.

–¿Cómo eres capaz de robarme mis preciadas lechugas? –chilló de manera horrible la temible bruja en el huerto de lechugas.

El hombre de inmediato sintió muchísimo miedo, es por esta razón que le empezó a explicar a la bruja que todo se debía a los constantes antojos que presentaba su mujer todos los días.

–Te permitiré llevarte las lechugas que desees hombre desesperado –Comentó la temible bruja–, sin embargo, cuando nazca tu bebé deberás dármelo, porque ese es el pago que pido por mis ricas lechugas. El angustiado hombre no tuvo otra opción que aceptar su destino y de manera triste, aceptó el trato que le propuso la bruja en el huerto de lechugas.

Es por esta razón que apenas nació la pequeña niña, la bruja optó por llevársela y dejar a los padres sin su deseada criatura . La malvada bruja decidió llamar a la hermosa niña como Rapunzel. Rapunzel era una niña realmente hermosa y su belleza iba aumentando con el pasar de los días.

Como esto estaba ocurriendo delante de los ojos de la bruja, ella optó irremediablemente por esconderla de la vista de todos. Lee en este enlace la fabula el cuervo y el zorro

Cuentos cortos de los hermanos grimm

Después de un tiempo, la pequeña Rapunzel cumplió sus doce años, es por esta razón que la bruja decidió esconderla aún más en lo más inalcanzable del bosque de robles, tomo la decisión de encerrarla en una enorme torre a cual no tenía ni puertas ni escaleras para llegar a la cima, es por ello que cuando la bruja iba a visitarla decía: –Rapunzel, tu trenza deja caer.

Cuando Rapunzel escuchaba esto, dejaba caer su larga trenza rubia al suelo para que de esta manera la bruja pudiera subir por ella. Después de unos años, los caminos del destino se juntaron para que Rapunzel coincidiera con el paso de un príncipe que paseaba por el bosque, este escuchó su hermosa voz y se detuvo, Rapunzel cantaba para poder pasar el tiempo.

Es por esta razón que el príncipe inevitablemente se sintió muy atraído por esta hermosa voz y de alguna manera empezó a buscar de donde provenía exactamente. Después de un tiempo vagando en el bosque, pudo encontrar una torre de donde salió la hermosa voz, sin embargo, esta torre no tenía ni puertas ni escaleras, el príncipe estaba muy confundido.

Después de largo rato, el príncipe quedó impresionado con la voz tan dulce de Rapunzel. Esto le incito a dirigirse al bosque todas las veces que le fuera posible hacerlo, solo para escuchar la voz de Rapunzel.

Cuando el sol caía en las noches, el príncipe regresaba inmensamente triste a su castillo, debido a que no podía encontrar una manera de poder subir a la torre. Es entonces que un día pudo observar como una bruja al estar cerca de la torre y le gritaba a la joven. –Rapunzel, tu trenza deja caer.

El joven príncipe se percató de manera hábil que esa era la única manera de alcanzar la torre y conocer a la joven de la dulce voz. Cuando la bruja se marchó, el príncipe vio la oportunidad de poder entre en la alta torre repitiendo las siguientes palabras: –Rapunzel, tu trenza deja caer.

La hermosa joven dejó caer su trenza y el príncipe aprovechó para poder subir por ella. Cuando lo vio, Rapunzel tuvo mucho miedo, esto se debe a que nunca había visto a un hombre antes. No obstante, el príncipe le explicó de manera muy dulce como había escuchado su hermosa voz, cosa que hizo que se enamorara de ella, por lo cual le pidió que se casara con él.

Sin espacio para las dudas, rapunzel aceptó el compromiso del príncipe de inmediato. Esto se debe a que la joven no tenía forma de poder salir de la torre en la cual estaba encerrada, sin embargo, el príncipe le prometió que regalaría prendas de fina seda cada vez que este fuera a visitarla a la torre.

Cuentos cortos de los hermanos grimm

De esta manera ella podía tejer una escalera para poder huir de esa torre para siempre. Para que la malvada bruja no se diera cuenta de nada, el príncipe visitaba la torre solo de noche, sin embargo, un día cometió un grave error al decir lo siguiente:  –Tu pesas muchísimo más que el príncipe. Al escuchar esto la bruja malvada chilló: –¡Me has estado engañando! – Fue tanta la rabia que sentía la bruja que cortó con unas tijeras la enorme trenza rubia de la joven.

Después de esto, la bruja realizó un complejo hechizo, por lo cual mandó a Rapunzel a una tierra desierta e inalcanzable. Después de esto, amarró la trenza a un enorme tronco en la torre, lanzó la trenza por la ventana para esperar a que el príncipe llegara, cuando este trepó a la torre se dio cuenta que había caído en una trampa: –Tu amada Rapunzel, la de la voz más encantadora ya no está –dijo la bruja con voz chillona –, ¡Jamás volverás a ver a Rapunzel!

Con mucho dolor en su corazón, el príncipe se arrojó por una ventana desesperado. Sin embargo, para su buena suerte, pudo sobrevivir, debido a que cayó en unos arbustos que estaban bajo la torre. No obstante, las espinas de los arbustos hirieron los ojos del príncipe, y por esta razón quedó completamente ciego. Ahora sin poder ver ¿Cómo podía encontrar a Rapunzel?

Durante mucho tiempo, el príncipe estuvo destinado a vagar por los bosques, este, no paraba de llorar por Rapunzel. Con todos los que se topaba le preguntaba si habían visto a una muchacha muy hermosa, de cabellos rubios, todos les decían que no habían visto a una joven así.

Uno de esos días vagando por el bosque, el príncipe pudo escuchar una hermosa voz a lo lejos, de inmediato pudo saber de quién se trataba, era Rapunzel, la cual cantaba para apagar su tristeza en una tierra lejana y solitaria.

Al poder verlo, Rapunzel corrió hasta los brazos del príncipe, este lloraba de pura felicidad, y de repente algo maravilloso pasó, el príncipe había recuperado su vista, podía ver el hermoso rostro de Rapunzel por fin.  Después de un largo camino, lograron regresar nuevamente al reino, donde lentamente formaron una pareja infinitamente feliz, ambos vivieron muy felices el resto de sus vidas.

Cuentos cortos de los hermanos grimm

Reseña de rapunzel

Este se trata de uno de los cuentos cortos de los hermanos Grimm más famosos que existen, desde que este relato alemán fue adaptado por estos escritores se ha convertido en un auténtico clásico infantil, desde muy pequeños a los niños se le suele contar esta historia romántica entre un príncipe y una joven con cabellos largos y hermosos.

Disney ha adaptado la historia en una de sus películas animadas más divertidas, la misma lleva por título, «Enredados» y tuvo un enorme éxito entre sus fanáticos.

El clavo

Erase una vez un comerciante el cual se esmeraba mucho en su trabajo, todo lo hacía para poder vender todo lo que tenía en su local, de esta forma podía ganar mucho oro y mucha plata, sin embargo, el comerciante estaba impaciente por poder llegar a su casa antes de medianoche.

Es por esta razón que arrojó todo el dinero en su maleta para poder irse, optó por atarla a la montura de su caballo y partió a toda prisa a su hogar. El comerciante decidió parar a medio día en un pueblo cercano a la ciudad de donde había partido, y cuando ya pretendía marcharse, el mozo de cuadra le dice lo siguiente al comerciante:

–Señor, a su caballo le falta un clavo en la herradura de la pata izquierda, eso puede ser peligroso, yo puedo arreglarla si usted me lo permite.–Déjala así, está bien –contestó el comerciante–; Esa herradura puede resistir todo el camino hasta llegar a mi hogar, la verdad tengo muchísima prisa.

Luego, en otro pueblo que quedaba mucho más cerca de su casa, el comerciante paró, y uno de los mozos de cuadra que atendió a su caballo le dijo lo siguiente:–Señor, su caballo tiene muy dañada la pata izquierda, le falta un clavo a la herradura, déjeme llevarlo a la herrería para poder acomodar su pata.

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–No es necesario –contestó–; Solo me faltan dos leguas para llegar a mi destino, el caballo resistirá el ritmo que lleva, no se preocupe por nada. El comerciante se montó en el caballo y empezó a andar a un ritmo muy acelerado, después de esto, el caballo empezó a tropezar lentamente, luego cojeaba mucho, y después de solo un momento el caballo cayó irremediablemente con la pierna rota, sufriendo mucho por el dolor.

El comerciante no tuvo más remedio que dejar el caballo allí tirado, agarró su bolsa y emprendió  muy molesto el viaje a pie por los senderos oscuros en la noche, con mucha rabia dijo:  –Ese maldito clavo ha sido un verdadero dolor de cabeza, si tan solo le fuera hecho caso a los mozos de cuadra, ya estuviera en mi casa. Lee aquí el cuento sobre la paz 

Reseña del cuento corto del clavo

Este es uno de los cuentos cortos de los hermanos Grimm que tiene una importante moraleja para todos los lectores que lo hayan leído, esta se basa en la cuestión principal de que por que una persona haga las cosas a toda prisa no significa que estas salgan bien, es por esta sencilla razón que el comerciante perdió a su caballo y llego muy tarde a su destino, algo que lo hizo enfurecer mucho, todo esto por ignorar todas las advertencias que los mozos de cuadra le habían hecho.

El sastrecillo valiente

Erase una vez un pequeño sastrecillo el cual trabajaba mucho para poder ganarse la vida, era muy bueno tejiendo con hilos, realizaba costuras muy buenas para todos los que le pedían, siempre se encontraba sentado frente a su ventana donde tenía su sitio de trabajo, laboraba del mejor de los humores, cosía cualquier trapo que tuviera al frente, sin embargo, una viejecilla paso frente a su casa diciendo:  -¡Se vende mermelada, muy rica!… Muy barata! ¡Lleve su rica mermelada, muy barata!.

Esos gritos eran música para sus oídos, por lo cual se asomó por la ventana para poder ver quien era la anciana y al final llamó:-¡Señora mía, puede subir, yo le compraré mermelada! -La pobre señora subió las escaleras con la pesada cesta de mermelada a cuestas, el pequeño sastrecillo le hizo abrir todos los frascos de mermelada a la vieja, en cada uno ponía su nariz para poder percibir el aroma que salía de ellos:

-Esta es una muy rica mermelada, es por eso que me llevaré 4 onzas de esta, si me dejas mas no estaré disgustado, -dijo el sastrecillo a la anciana que vendía las mermeladas. Sin embargo, la vieja que esperaba lanzar una venta mucho mejor, se marchó de la casa de muy mal humor, por lo que el sastrecillo dijo lo siguiente:

-¡Vaya! -Dijo el pequeño sastre con cara de impresión-. ¡Que dios pueda bendecir esta rica mermelada y me de fuerza y salud!- Esto le causaba una especial gracia al hombre.

Después de que la doña se fue, pudo sacar un pan el cual tenía guardado. «Esto lo voy a disfrutar mucho,» se dijo para sus adentros. «Antes de probar esta rica mermelada debo terminar mi trabajo.» Pudo dejar el pan sobre la mesa para luego empezar a coser las costuras que tenía pendiente en su espacio de trabajo.

Sin embargo, el aroma de la mermelada era tan dulce que enloqueció a un enorme grupo de moscas que estaban en la casa del sastre, sintiéndose embriagadas por el rico aroma bajaron en muchísimas cantidades. -¡Oigan, nadie las invito a estar aquí! -dijo el sastrecillo, él trataba de espantarlas a todas del pan con mermelada, pero las moscas no entendían ni una palabra de lo que decía y volvían cada vez más enloquecidas por la dulce mermelada que estaba en la mesa.

El pequeño sastre perdió toda la paciencia que le restaba y lanzó un enorme golpe sobre la mesa para poder espantar a todas las moscas de allí, y finalmente terminó exclamando: «¡Esperen un segundo, si quieren de mi mermelada yo mismo les daré!,» siguió lanzando golpes con un trozo de periódico que había cerca, uno tras otro sin parar, hasta que finalmente pudo ver que había matado a unas 20 moscas.

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«¡Bingo!,» se dijo el sastrecillo. «El pueblo debe enterarse» cortó un cinturón para él, hizo un letrero que decía “siete de un golpe ¡No solo la ciudad!,» añadió. «¡El mundo se enterará!» sentía mucha emoción.

El sastrecillo se fue a explorar, su casa le quedaba pequeña a su valor. Buscó en la casa algo útil para su aventura, sin embargo, solo consiguió un pequeño trozo de queso el cual se metió en el bolsillo.Cuando salió vio a un pájaro y también lo guardó en su bolsillo junto al queso. Era muy ágil con sus pies, por ello se movía muy rápido por el bosque.

Subió por una montaña. En la cima se encontró con un enorme gigante que miraba el paisaje de manera pacífica: “¡Buen día! ¿Contemplando el paisaje? Seguiré ese camino a recorrer el mundo, es mi destino, ¿quieres venir conmigo?  El gigante miró hacia abajo y pudo notar al sastrecillo y le dijo: ¡Lárgate de mi camino insecto!

El sastrecillo contestó: “¿Ah sí?” se quitó la camisa y el enseñó el letrero “¡Aquí puedes ver la valentía que tengo!” El gigante leyó: “SIETE DE UN GOLPE”, pensó que había vencido a 7 caballeros y lo empezó a respetar más. Sin embargo, para probarlo, tomó una piedra y la apretó hasta sacarle agua:  “¡Si eres muy fuerte trata de hacer esto pequeño hombre!

“¿Eso es todo?” Dijo nuestro amigo “¡Es pan comido! Metió la mano en su bolsillo y exprimió todo el queso hasta sacarle todo el jugo que tenía. “¿Ves? Pude hacerlo, ¿no quedas satisfecho con esto? El gigante estaba impresionado, no podía creer que el sastrecillo hubiera hecho eso. Luego, tomó una piedra y la arrojó hasta que se perdió de vista. “Eso no podrás vencerlo, pequeño hombre”.

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“Que lanzamiento” dijo nuestro protagonista, “Sin embargo la piedra volvió a caer a la tierra. Observa esto” sacó el pájaro de su bolsillo y lo arrojó al cielo. El pájaro que por fin fue libre, empezó a volar hasta que se perdió por fin de la vista de los dos. “¿Qué tal eso mi querido amigo?” dijo el sastrecillo muy valiente de lo que había hecho.

“Sabes lanzar” dijo el gigante. “Vamos a ver si eres capaz de cargar un gran peso en tus hombros y ver si eres digno de tu nombre” llevó al sastrecillo valiente a un camino donde había un enorme roble, “Veamos si puedes sacar este árbol del bosque”. “¡Claro!” Respondió el sastrecillo  “Tu carga el tronco y yo lo haré con las ramas”.

Cuando el gigante tomó el tronco del gran roble, el sastrecillo se montó en las ramas y el gigante llevó su peso también. El gigante no podía voltearse para ver, el sastrecillo iba muy contento encima de las ramas silbando una tonada que dice: «A caballo cabalgan los valientes» Como si la acción de cargar un enorme árbol no fuera la gran cosa.

El gigante ya estaba cansado después de un enorme tramo, se detuvo y dijo: “¡OYE! ¡Atento allá atrás, debo soltar el árbol, estoy cansado! El pequeño sastre saltó con agilidad al suelo, ya que era muy ágil, y le dijo al gigante: “¡Eres tan grande y no puedes con este árbol!

Siguieron por el camino pasando por un árbol de frutas, el gigante se acercó a las frutas, que estaban es la copa, tomó el árbol y se lo acercó al sastrecillo, de esta manera podía comer. Sin embargo, el hombre era demasiado débil para sostener el árbol, cuando lo soltó el sastrecillo voló por los aires: “¿No puedes sostener esta ramita?”

“No es que me falte coraje” respondió el pequeño sastre. “¿Piensas que para alguien que mató a siete de un golpe esto es algo? Salté por encima del árbol porque vi a unos cazadores, tú no puedes hacer eso” El gigante lo intentó, sin embargo, no pudo lograrlo porque era muy grande, es por ello que dijo: “Ya que tienes coraje, te invitare a mi casa.”

El pequeño sastre aceptó la invitación. Cuando por fin llegaron a la guarida del gigante, había un grupo de gigantes en una cueva, cada uno de los gigantes tenía un cordero en su mano y lo comían alrededor del fuego, cuando vio la cueva, el sastrecillo dijo:

“Esto es mucho más grande que mi casa” El enorme gigante le enseñó al sastrecillo valiente la cama donde dormiría. Sin embargo, esa cama era muy grande, por lo cual se acurrucó en uno de los rincones para estar cómodo, el gigante reía desde la otra cama.

A la mitad de la noche, el gigante creyó que su invitado estaba dormido, se paró y tomó un enorme martillo, lanzó un devastador golpe sobre la cama, Luego se fue a dormir de nuevo, pensando que había matado al sastrecillo.

Al día siguiente, el gigante sin acordarse de su invitado, se disponía a salir de nuevo afuera a buscar alimento, de un momento a otro, vieron al sastrecillo valiente como si nada en la casa, todos los gigantes salieron corriendo de la cueva, pensaban que los iba a matar a todos por el lema que tenía en su pecho.

Nuestro protagonista siguió su aventura, con ánimos y silbando por el camino. Después de mucho recorrido, el sastre llegó al palacio real, se durmió en el jardín por el cansancio que sentía. Mientras dormía se le acercaron varios súbditos del rey, lo revisaron y vieron que en su pecho estaban escritas las palabras “Siete de un golpe” -¡OHH! dijeron. “¿Qué hace aquí este terrible hombre de batallas? Seguro que es un poderoso y temido guerrero de otro reino.

Corrieron de inmediato a decirle a rey que se trataba de un excelente guerrero que podía serles útil en caso de que existiera una guerra con otro de los reinos, es por ello que debían ponerlo bajo sus órdenes.

Al rey le pareció una oferta muy buena, por lo cual mandó a uno de sus súbditos a comunicarle al sastrecillo. Apenas despertó, el emisario le comentó el sastrecillo sus planes con el rey. “Ese es mi destino” Dijo el pequeño sastre. “Estoy bajo sus órdenes”. Fue recibido con todos los honores en el reino.

Sin embargo, los soldados del rey lo veían de manera amenazante, ya que no lo querían en el castillo por considerarlo una gran molestia. “¿Qué es lo que traman?” decían los soldados. Si combatimos contra él, cada uno de sus ataques destruirá a siete de nosotros, no tenemos oportunidad.

Todos tomaron la idea de acercarse al rey y decirle que lo sacaran del reino por el miedo que le tenían. “No estamos contentos” dijeron los soldados, “Para luchar al lado de alguien que puede liquidar a siete personas de un golpe” El rey se molestó por la noticia ya que perdería a soldados por un solo hombre; se estaba lamentando por haber aceptado al sastrecillo como su soldado.

No obstante, no era capaz de despedirlo, tenía miedo de que los matara a todos dentro del castillo y que le robara el reino con su poder.

Le mandó a decir al pequeño sastre que, siendo un temido guerrero, debía hacerle una oferta. En un lugar de su reino había dos gigantes que causaban todo tipo de atrocidades como, por ejemplo, asesinatos, incendios y otros crímenes; nadie podía acercarse a ellos sin salir lastimado o muerto del sitio. Si el sastrecillo lograba matar a los gigantes, el rey le daría a su hija como promesa, para que se casara con él, sería nombrado como caballero real y sería un hombre muy importante en su reino

«¡Nada mal para mí!” se dijo a sí mismo el sastrecillo valiente. «Que me ofrezcan la mano de una hermosa damisela y ser un hombre muy importante en el reino es algo que no se ve todos los días» Así que aceptó acabar con los gigantes. El sastrecillo partió combatir a los gigantes con solo cien jinetes a los cuales les dijo que esperaran en las afueras del pueblo. Puedes leer también otros cuentos divertidos para niños 

De un golpe se adentró solo en el pueblo, buscaba a los gigantes. Después de unos momentos, descubrió a los forajidos. Estaban dormidos cerca de un gran árbol, su respiración era muy pesada y rugían al roncar. El sastrecillo los vio y se metió dos grandes piedras en los bolsillos para enfrentarlos. Luego, se colocó en una rama alta para quedar encima de los malévolos gigantes, acto seguido, lanzó las dos piedras a las cabezas de los rufianes que estaban acostados en el piso.

Los gigantes al sentir los golpes, se levantaron echándose la culpa uno al otro de los golpes recibidos “¿Por qué me pegaste?” dijo uno de los gigantes, “Yo no fui” dijo el otro, los gigantes volvieron a dormir y el sastre volvió a lanzar una piedra, estaban muy molestos y se decían cosas entre ambos, pero luego durmieron de nuevo. El sastrecillo volvió a escondidas sobre uno de los gigantes y escogió la roca más grande de su bolsillo para arrojársela a uno de ellos en el pecho.

“¡Pagaras por eso!” dijo uno de los gigantes, este le propinó un golpe tan fuerte a su compañero que lo arrojó al árbol, haciendo que este se golpeara muy fuerte, el segundo gigante tomó un árbol y golpeó al otro en la cabeza, ambos acabaron muertos por los golpes que se dieron uno al otro

“Que suerte tuve de que no arrancaron el árbol donde estaba yo” se dijo el sastrecillo a sí mismo, “si no hubiera tenido que escapar de alguna manera” el sastrecillo tomó su espada y les hizo unos tajos a cada gigante muerto en el pecho y les dijo a los caballeros ante los que se presentó, lo siguiente:

“Ya acabé con todos los gigantes, fue un duro trabajo, tuve que defenderme de ellos, ya que tomaron árboles para golpearme, pero no es nada comparado con alguien que puede matar a siete de un golpe” los caballeros le preguntaron si no estaba herido ya que no podían creer que había acabado con estos monstruos. “Para nada” dijo el héroe. “Fue fácil”.

El sastrecillo se internó en el bosque con los caballeros y allí estaban los gigantes que flotaban en su propia sangre, todos los árboles estaban arrancados de raíz, los jinetes estaban impresionados. Fue al castillo del rey pero este quería deshacerse de él. “Antes de que te de la mano de mi hija y te quedes con la mitad del reino. debes atrapar a un unicornio peligroso”

El pequeño sastre dijo “Si dos gigantes no fueron un problema para mí, un unicornio menos lo será” El sastrecillo se internó en un bosque armado con su espada para buscar al unicornio. Sin embargo, el unicornio se le presentó de frente buscando ensartarlo para matarlo. “Esto no será tan fácil unicornio” le comentó al unicornio.

El sastrecillo valiente se paró frente a un árbol, esperando la embestida del unicornio, cuando emprendió a atacarlo, el sastre se quitó del medio, al hacerlo, el unicornio clavó su cuerno tan profundo en el árbol que quedó atrapado.

“Ya te tengo” dijo el sastre saliendo de su escondite, cortó el cuerno del unicornio de raíz y se lo llevó al rey para reclamar su recompensa. Sin embargo, el rey se negaba todavía a cumplir su palabra, es por ello que le dejó un tercer trabajo para que este lo cumpliera, debía cazar a un jabalí feroz que estaba en el bosque, “Será un juego de niños para mí” dijo el sastre.

Dejó que los cazadores se quedaran en el borde del bosque y fue completamente solo a buscar al jabalí para poder completar la tarea encomendada. Cuando pudo ver al sastrecillo, el feroz jabalí apareció y se lanzó sobre él con sus peligrosos colmillos y su boca espumante, el héroe corrió con todas sus fuerzas para poder escapar del ataque, de modo que se escondió en una capilla.

De un solo salto pudo subir por una ventana, para luego salir de nuevo. El jabalí se fue a la capilla para capturarlo; sin embargo el sastre pudo encerrarlo dentro de la capilla, el jabalí era tan pesado que no podía saltar por la ventana para salir, luego, los cazadores vieron que el jabalí estaba encerrado y lo mataron finamente.

El rey finalmente cumplió su promesa y le cedió la mitad del reino al sastrecillo, de modo que ya podía casarse con su hija, nuestro valiente héroe por fin se había ganado la confianza de todos por sus proezas, de esta manera logró lo imposible.

Reseña del sastrecillo valiente:

Dentro de los tres cuentos cortos de los hermanos Grimm que ya abordamos, este simboliza la proeza de un espíritu fuerte, sin importar su tamaño, el pequeño sastre siempre fue un hombre muy valiente, decidido y no dudaba en hacer sus hazañas, es por esta razón que se trata de unos de los cuentos más interesantes de estos escritores, y sin lugar a dudas merece estar en esta reseña de los cuentos cortos de los hermanos grimm.

Y es así como finalizamos este interesante artículo sobre los cuentos cortos de los hermanos Grimm, una compilación de tres divertidas historias que puedes contar a tus hijos, ¡gracias por visitarnos!

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