Fábulas de animales, narraciones interesantes y mucho más

Para reforzar la educación en los niños, enseñarles lo que son los valores y para qué sirven cuando son adultos, lo mejor son las fábulas de animales o de personas, historias con magia, maldad o amor pero donde al final triunfa la amistad y los buenos sentimiento, es por ello que te invitamos a leer más cuentos educativos.

Fabulas de animales

Fábulas de animales

Los grandes personajes que se dedicaron a escribir fábulas como Samaniego, Esopo y Fontaine, han abordado temas profundos de forma entretenida y a través de personajes que interpretarán sus  historias como el león, los caballos, los zorros, el asno y los ratones quienes eran los principales protagonistas en las famosas fábulas de animales.

Como todos saben, en casi todas las fábulas, son los animales con rasgos de humano quienes dan vida a estos libros, mediante los acontecimientos, aventuras y los percances o inconvenientes que surgen en la historia, permiten que los niños aprendan valores y grandes lecciones sobre lo que es la vida en la actualidad y cómo se deben comportarse.

En muchos libros e incluso en páginas de internet se encuentran un sinfín de fábulas de animales y otros cuentos que hablan sobre valores, para ponerlos en práctica mediante el desarrollo y crecimiento social del niño.

Variedades de fábulas cortas para niños

La diferencia entre los cuentos y las fábulas, es que los cuentos quieren enseñar una moraleja al final, es por ello que muchos padres los usan para ayudarse a educar a sus hijos e inculcarles lo que son los valores, mientras que las fábulas transmiten enseñanzas durante toda la narración, de forma tácita o sobrentendida.

Fabulas de animales

El conejo y la tortuga

En el hermoso bosque habitaba un conejo que se sentía muy orgullo de sí mismo porque era un animal muy veloz, quizás el más veloz del lugar.

Por ello todos los días del año el conejo se la pasaba burlándose de la pobre tortuga.

¡Miren a esa lenta tortuga!  gritaba el conejo a la tortuga, «eh! no corras tanto que te vas a cansar», «Te dará fatiga, por correr tan rápido» exclamaba el conejo con una carcajada y una tonta expresión burlona en su cara.

Una mañana los animales se sentaron a conversar un buen rato y a la tortuga se le vino a la mente la idea de hacer una carrera para descubrir quién es el más rápido, le dijo al conejo, «estoy más que convencido de que voy a ganarte» le respondió el conejo, «no me ganarías a mí que soy tan veloz» insistió.

Como el conejo aceptó, todos los animales del bosque se reunieron para contemplar dicho acto, una vez señalada la ruta de la carrera la misma comenzó, el conejo seguro de que era veloz dejó que la tortuga partiera delante, ya que estaba convencido de que le sobraría tiempo para alcanzarla.

El conejo salió de prisa y le paso a la tortuga velozmente, más adelante se sentó a descansar y cuando cada vez que la tortuga llegaba al sitio donde el conejo descansaba, este se reía de su lentitud y la pasaba de nuevo. Esto lo repitió muchas veces, salvo que en una de ellas se quedó dormido el conejito a los pies del árbol donde descansaba, mientras que la tortuga muy segura de sus pasos lentos siguió el sendero hasta llegar a la meta.

Fabulas de animales

El conejo muy triste de haber perdido la carrera, se dio cuenta que no se debe subestimar a nadie y mucho menos burlarse de otros, ni ser presumido o engreído.

El ratón de campo y el de la ciudad.

Había una vez un hermoso y humilde ratón que habitaba en un campo fresco y tranquilo, tenía una casa muy linda dentro del tronco de un gran árbol, era un ratón muy afortunado, tenía a su lado grandes amigos y una gran variedad de alimentos como granos y frutas, en fin tenía todo lo que un ratoncito que vive en el campo podría desear.

Cierto día llegó de visita su primo que vivía en la ciudad, este ratoncito se sentía muy aburrido por el silencio del campo, la comida tan simple y el olor tan fresco de la brisa. El primo vanidoso espantado por todo lo que su primo tenía, lo invito a unas vacaciones en la ciudad y le dijo que allá si se divertiría.

Un buen día, el ratón del campo se aventuró a visitar a su familiar en la gran ciudad y al poner el primer pie en la ciudad quedó espantado por tanto ruido, la contaminación ambiental y la multitud de personas que habían a su alrededor.

Al entrar a la casa de su primo, quedó encantado con la decoración y las hermosas sillas que tenía su primo, tenía una gran reserva de comida pan, frutas y muchas clases de queso. Disfrutaban de una cena deliciosa cuando de pronto se escuchó un gato maullando sobre ellos.

El conejo de la luna es cuento que también enseña muchos valores.

Fabulas de animales

En ese momento el animal comenzó a perseguirlos y el pobre ratón del campo pensó que era su último día, fue allí cuando decidió regresar a su humilde hogar, sin estrés ni agitaciones, «prefiero vivir en la tranquilidad con mis ricas frutas y no en el lujo de la ciudad expuesto al peligro diario» dijo.

Esta hermosa fabula de animales enseña que el lujo y las comodidades no siempre son sinónimos de vivir feliz, tienes la opción de llevar una vida más modesta y tranquila pero llena de alegría.

El ratón y la rana

Un pequeño ratón que vivía en la tierra se hizo amigo de una ranita de agua, la ranita con malas intensiones amarro al ratón de su pata  y emprendieron camino los primeros días por la tierra para tener alimentos que consumir como el trigo y luego por la orilla del río, lleno de lodo.

De un salto, la rana se adentró a lo más profundo del río arrastrando con ella el pobre ratón, la rana daba saltos y saltos mientras su amigo se ahogaba, quien empapado terminó en la flor de agua atado aún  a la patica de la rana.

De pronto, una gran ave que por allí volaba tomo al ratón con sus garras llevándose también para la cena a la rana.

Esta fábula de animales enseña que cuando haces cosas con mala intensión estas se devuelven así como le sucedió a la rana.

Fabulas de animales

El perro del agricultor

El señor que tenía por mascota a un perro lo cuidaba y mantenía como a un miembro más de la familia y el hermoso perrito para dar gracias por tanto amor cuidaba muy bien de los sembradíos del agricultor. Cierto día uno de los animales del granero quiso ingerir algo del alimento que el patrón guardaba solo para él, pero el buen perro no le permitió comer siquiera un bocado, se puso firme y le enseñó los dientes, con eso lo ahuyento.

El animal del establo le reclamó al perro, diciéndole «eres muy envidioso no comes ni dejas comer», «el agricultor tiene alimento para cada quien y la alfalfa me toca a mí, porque te pones tan molesto y te metes en lo que no te importa»,  dijo el perro.

Esta fábula sugiere a los niños que no es bueno ser egoísta y que si existe comida o alguna otra cosa que no usarás, es bueno darlo para que otro lo use.

El cuervo enfermo

Érase una vez un pobre cuervo que se encontraba muy enfermo, y un buen día le dijo a su madre, «pide a los dioses por mí y ya no te preocupes ni llores más» a lo que la madre le contestó al cuervo «¿Cuál será de todos los dioses hijo mío que tenga piedad de ti?  ¿habrá que habrá todavía alguno que no le hayas quitado su carne?»

Esta fábula de animales es muy linda y significativa, deja una hermosa reflexión, no tengas muchos enemigos a tu alrededor pues cuando de verdad necesites de un amigo no habrá quien te tienda la mano.

El caballo y el burro

Un buen hombre tenía en su hogar dos animales, un hermoso caballo y un burrito muy cariñoso, un buen día tenían que viajar a la ciudad y el burrito le dijo al caballo que se sentía un poco cansado «ayúdame con mi carga si es que de verdad soy tu amigo y te interesa mi salud» le dijo.

Pero el caballo muy vanidoso no hizo caso de las palabras del burrito, cuando de pronto el pobre burro cayó al suelo por el cansancio y murió, en ese momento el hombre colocó encima del caballo toda la carga del burro más la piel que le quitó.

El caballo se dijo a si mismo que «malo mi destino, por no ayudar al pobre burro con un poco de su carga ahora me toca llevarla toda más su piel».

Esta fábula deja una linda reflexión, cada vez que te hagas el sordo y no prestes ayuda al prójimo, que muy humildemente te lo suplica,  sin darte cuenta te estas dañando a ti mismo.

La hormiguita y la paloma

Un buen día una hormiguita con mucha sed, se vio en la necesidad de ir al arroyo por un poco de agua, mientras casi se ahoga siendo arrastrada por la corriente, una paloma que por allí se encontraba la observó detenidamente y notó el apuro que presentaba la hormiga.

Puede que también te interese saber que existe una leyenda ecuatoriana muy educativas.

Con su pico tomó una ramita y se la lanzó a la hormiga para que allí se montara y así la salvo del agua, la hormiga muy agradecida no sabía cómo pagarle a la paloma lo que hizo por ella. Un día la pequeña amiga observaba a un cazador que se encontraba listo para cazar a la paloma, al ver el peligro que se encontraba su amiga, sin pensarlo de un salto llego a su pierna y  pico al hombre haciendo que el cazador soltara el arma.

En ese momento la paloma voló muy lejos siendo salvada por su amiga la hormiguita quien le devolvió el favor que ella un día le hizo salvado su vida.

Esta es una de las fábulas de animales que demuestra que cuando algún día alguien lo necesite ayúdalo, no sabes en qué momento te encuentres tú en apuros y te devuelvan el favor.

La gallina de los huevos de oro

Érase una vez un hombre humilde, muy pero muy pobre, quizás era el más infeliz del pueblo por su falta de dinero. El señor no contaba ni siquiera con una vaca, un buen día en el trabajo del campo el pobre hombre se encontraba arando la tierra y llenándose de lamentos por su suerte tan mala, de pronto se le presentó un enano y le dijo «querido hombre eres muy bueno y humilde, todo este tiempo he escuchado tus lamentos y hoy voy a hacer que tu suerte cambie para siempre».

Así el ser mágico le regaló al desdichado hombre una hermosa gallina y le dije «toma este regalo, es una mina de oro que todo los días pone un huevo brillante».

El leñador se llevó muy contento a su casa la gallinita que un día después comenzó a poner huevos de oro, el señor sorprendido y muy contento vendió el huevo en la ciudad a un alto precio, pero al día siguiente igual tenia otro huevo de oro, y así pasó todo los días.

El hombre de la noche a la mañana se convirtió en una persona muy rica, el más rico del pueblo, pero no le bastaba con eso, el señor se volvió muy codicioso y un día decidió que esperaría cada día por el huevo de oro si matando a la gallina podía descubrir el secreto de la mina que esta lleva dentro.

Sin embargo, cuando mató a la pobre gallina se dio cuenta que no tenía nada en su interior y que por su avaricia perdió toda la riqueza que tenía, este hombre destruyó el mismo aquello que había anhelando cada día.

Toma en cuenta que como estas hay un sinfín de hermosas fábulas de animales, que les enseñan a los más pequeños de la casa los valores y la importancia de ser buenas  personas y de ayudar a los demás.

Fabulas de animales

Lee con tus pequeños estás y otras fábulas de animales para que puedas enseñarles sobre valores y lecciones de vida.

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