Es muy importante saber cómo detectar el bullying, para poder ayudar a los pequeños cuando haya sospechas de que está ocurriendo. Muchas veces los niños no dicen nada por temor a ser juzgados o burlados, pero los padres y maestros deben poder ayudarlos. Sigue leyendo para que sepas más sobre este tema.
¿Qué es el bullying?
El término bullying es muy utilizado actualmente, sobre todo en el ámbito infantil. Esta palabra de origen inglés se refiere al acoso. Pero es un tipo de acoso que ocurre de forma continuada, en contra de una persona específica. Esta intimidación puede ser ejecutada por un individuo o por un grupo de ellos y los motivos pueden ser muy diversos.
Los padres y profesores deben saber cómo detectar el bullying en los niños. El no lograr ver este tipo de situaciones, pude derivar en consecuencias peligrosas para el infante. Hay que prestar mucha atención a los síntomas que presente el niño, que puedan asomar que está siendo acosado.
Si bien es normal que los niños se peleen de vez en cuando y hasta tengan algunos juegos agresivos, no se compara con el bullying. En este último, se evidencia que hay una mala intención por parte del acosador. Es por ello que no siempre basta con que el agredido responda en la misma medida contra el agresor, pues, muchas veces en vez de mejorar las cosas, las empeora.
El que sabe como detectar el bullying, se dará cuenta de que esto suele ocurrir en los espacios que están muy concurridos, o muy solos. En los primeros, no hay facilidad para concentrarse en alguien específico, como lo es un patio de juegos o de recreación.
En los segundos, la falta de supervisión o de presencia constante de otras personas, permite que se cometan actos de intimidación, por ejemplo, en los baños del colegio. Lee aquí cómo prevenir el acoso escolar.
Cómo detectar el bullying y sus tipos
Hay diferentes tipos de acoso escolar. Puede ser de tipo sexual, cuando hay abuso o inducción a hacer o aceptar conductas sexuales por obligación. También puede ser social, cuando se excluye de un grupo a alguien o se ignora. El bullying psicológico es el que implica manipulación, intimidación o coacción hacia una persona.
El tipo más común de acoso escolar es el físico, que conlleva empujones, golpes y hasta palizas. Con el avance de las tecnologías y el acceso que tienen los jóvenes a ellas, se ve también el bullying virtual, que puede salir del entorno escolar. Éste acoso se realiza a través de mensajes de texto, correo electrónico, redes sociales o cualquier otra plataforma virtual.
¿Cómo detectar el bullying?
Las siguientes actitudes y comportamientos en el menor, te pueden ayudar si quieres saber cómo detectar el bullying:
- Hay cambios de conducta en el niño o adolescente.
- Los estados de ánimo pueden ser muy cambiantes, de tristeza a apatía o irritabilidad y ansiedad.
- Hay trastornos de los patrones de sueño. Puede que el niño sufra de ansiedad a la hora de dormir o tenga pesadillas.
- Los hábitos alimenticios también pueden variar. Se puede caer en la alimentación compulsiva o en la pérdida del apetito.
- El rendimiento escolar se ve afectado. La víctima comienza a mostrar falta de interés por asistir a la escuela o realizar las asignaciones. Mira información acá sobre problemas de aprendizaje.
- Desconcentración y problemas de atención que no eran usuales.
- Presentan dolores de cabeza o dolores en el abdomen sin ninguna causa aparente.
- Pierde interés en ver a sus amigos o relacionarse con otras personas. Incluso si se trata de salidas a excursiones o actividades que antes le gustaban.
- Presenta señales físicas de daño. Ropa rota, moretones, rasguños o golpes que dice que fueron accidentales.
- Pierde objetos de valor, como dinero, relojes o incluso útiles escolares.
¿Qué deben hacer los adultos?
Los padres y maestros cumplen un rol de suma importancia en la detección del bullying. En el caso de los primeros, la convivencia diaria en casa debe incluir preguntas sobre cómo van las cosas en el colegio, cómo se siente el joven y qué le gustaría cambiar o mejorar. La comunicación es la clave para abordar este tema desde el inicio.
En lo que se refiere a los maestros, éstos deben prestar especial atención a los cambios de humor, motivación o rendimiento escolar que tengan los alumnos. Sobre todo cuando ocurren de forma repentina y en personas que no han tenido esas conductas desde el principio del curso.
Hay que dejar de lado el sentimiento de culpa. Tanto el que a veces se le adjudica a los niños por “no saber defenderse”, como el que muchos padres sienten al creer que no cumplen bien su rol de protectores.
Es muy importante que una vez que se haya detectado el bullying, los padres se dirijan a las autoridades del colegio a exponer la situación. La mayoría de los actos de acoso ocurren en la ausencia de un adulto, por lo que el centro educativo deberá reforzar la atención que le prestan a sus alumnos. Esto es principalmente en los momentos de esparcimiento, así como a la hora de entrada y salida de clases.
Este tipo de acciones pueden hacer que el niño se sienta mucho más apoyado por los adultos que le rodean, tanto en casa como en la escuela. Es necesario también que el infante desarrolle y afiance conductas que le permitan elevar su autoestima y sentirse seguro de sí mismo.
Hay que evitar caer en las provocaciones de los acosadores. Incluso si éstos continúan con el bullying, el niño debe poder continuar su camino sin caer en el juego de los agresores. En caso de que se trate de violencia física, será necesario llamar a un adulto para que ayude a resolver la situación.
Los colegios deben hacer campañas de información contra el bullying y establecer normas estrictas cada comienzo de año, en las que se indique que no se aceptan esos comportamientos. Recuerda que el acoso escolar es una forma de violencia y por lo tanto, una violación a los derechos del niño. No importa que el daño sea infligido por otro menor de edad. Lee aquí sobre la prevención del maltrato infantil.