Cómo educar a un niño rebelde, consejos, sugerencias y más

Para saber cómo educar a un niño rebelde se necesita mucha paciencia, amor y respeto. También hay que establecer límites claros y cumplirlos. Pero por si necesitas algunos consejos, te recomendamos leer este artículo para tener más información.

cómo educar a un niño rebelde

¿Qué es un niño rebelde?

Todos, en algún momento, hemos presenciado a un niño que grita, patalea, llora y desobedece. Esto lo pueden hacer todo junto, para obtener o rechazar algo de sus padres o incluso con los maestros. Estos son los llamados niños rebeldes, aunque ya existe un nombre médico para esta condición: el Trastorno Negativista Desafiante.

Un padre que no sabe cómo educar a un niño rebelde, por más amor y paciencia que tenga, se enfrentará a una tarea difícil. Si es un niño que sólo quiere que se cumplan sus caprichos y no acata las normas, debe ser sometido a una evaluación psicológica pronto.

Si no se corrige este trastorno a tiempo, el niño crecerá con un cúmulo de infelicidades y sin la capacidad de relacionarse bien con otras personas. También puedes leer acá cómo detectar el bullying.

¿Por qué son rebeldes los niños?

Existen diferentes causas por las cuales un niño es rebelde. También hay que tomar en cuenta que esto puede ser una etapa breve y no una condición permanente, pero no por eso debe pasarse por alto.

Un modelo educativo en casa o en la escuela que sea muy sobreprotector o, por el contrario, autoritario, puede generar rebeldía en el infante. Una forma de cómo educar a un niño rebelde es logrando el equilibrio entre las normas establecidas y las libertades que se le dan.

Otra razón por la que los niños pueden ser rebeldes, es el mencionado Trastorno Negativista Desafiante, que está relacionado con el Trastorno por Déficit de Atención, ya sea que incluya o no la Hiperactividad (TDAH).

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No obstante, si hay una buena educación en casa y en la escuela, además de saber que el niño no presenta ningún trastorno, hay que considerar otros motivos. Cuando el niño se encuentra en los 3 años, muchas veces es egocéntrico y quiere hacer las cosas a su modo, lo que puede ocasionar que a veces haga berrinches o pataletas. Esto no significa que el chiquillo sea necesariamente rebelde.

Si es un infante que recibe la llegada de un nuevo hermanito, puede que aparezcan celos y por eso quiera llamar la atención. Esto lo hará a través del llanto, los gritos, o comportamientos inadecuados y que antes no eran usuales. Los celos de hermanos también deben tratarse a tiempo y con mucho amor y comprensión.

No se debe perder de vista el tratamiento que se le da a cada niño según su edad y la forma de rebeldía que tenga. Algunos sólo se limitan a ignorar a los padres, gritar o responder de mala manera, pero otros pueden recurrir a acciones más agresivas. Comportamientos como romper objetos de la casa, cosas personales de los padres o golpear, no deben tolerarse bajo ningún concepto.

¿Sabes cómo educar a un niño rebelde?

Para comprender cómo educar a un niño rebelde debes armarte de paciencia y disciplina. El amor y el respeto, comunicación y comprensión tampoco deben faltar. Sigue estos consejos para que aprendas a manejar estas crisis de comportamiento:

Actuar con disciplina y firmeza, pero de forma amorosa, sin autoritarismo. Esto significa que si hay que aplicar alguna sanción, ésta no debe dejarse pasar. El niño debe conocer cuáles son las normas, pero si las incumple, entonces el castigo debe ser de acuerdo a su edad.

Las normas y límites deben ser claros. No hace falta que sea una larga lista, mientras el niño sea consciente de lo que está permitido y lo que no. En todo caso, se puede comenzar estableciendo pocas normas y a medida que el niño las acata, se incorporan más. Por ejemplo: recoger los juguetes después de jugar, la tv sólo se usa después de hacer los deberes escolares, etc.

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Si los niños son pequeños, debes habar de los límites uno por uno. Así, el infante podrá procesarlo mejor que si les dices una larga lista en un momento.

No caer en provocaciones. Si el niño se muestra manipulador para que termines evitando el castigo o cediendo a sus caprichos, debes aplicar el castigo que corresponda.

Evita contradecirte o a tu pareja. El niño no debe sentir que anulas la autoridad del otro padre, ya que puede aprovecharse de ésta situación. Por otra parte, si aceptas que el pequeño le falte el respeto a los familiares más cercanos, pronto lo hará con las personas fuera de casa. El respeto es un valor que se aprende primero desde el hogar.

Entre las faltas de respeto se cuentan los gritos. Si permites que el chiquillo te alce la voz o la mano, luego será más difícil de controlar esta actitud irrespetuosa. Debes indicarle de inmediato que tú eres la autoridad, pero sin caer en los gritos ni la violencia. El niño debe entender que ese comportamiento no es tolerado.

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Si ya le has indicado al niño que no está bien lo que está haciendo y sigue sin obedecerte, deberás aplicar una sanción adecuada. Mientras más oportunidades le des para corregir sus acciones, sentirá que lo estás retando y más lo hará. Infórmate acá sobre la interpretación de dibujos de niños.

Por más que a veces cueste, evita reírte de sus maldades o travesuras. Si haces esto, el niño pensará que estás aprobando su comportamiento. Si te ríes, aunque luego lo regañes, te estarás contradiciendo y será un mensaje ambiguo para el niño.

Evita hacer comparaciones. Tal vez pienses que le estás dando ejemplos de quién se comporta mejor que él, pero el niño puede adoptar un sentimiento de inferioridad que puede derivar en más rebeldía. Tu hijo debe sentirse único y amado por lo que es.

Debes procurar ser un ejemplo, un modelo y eso sólo se logra con la cotidianidad. El niño aprende de todo lo que ve de ti, por eso debes evitar golpear, gritar, menospreciar o criticar a otros, si no quieres que el infante haga eso mismo.

Fomenta la escucha activa, prestando atención a todo lo que el niño tiene para decirte y demostrando interés genuino en ello. Compartir tiempo de calidad en familia o con los amigos cercanos es muy importante para que el niño se sienta parte importante del grupo.

Demuestra afecto cada vez que puedas. No sólo con palabras, sino con abrazos, besos, caricias y tiempo para compartir. La comunicación efectiva también es una forma de demostrar amor, respeto y atención.

Siguiendo estos consejos, seguramente la situación de rebeldía mejore pronto. Debes tener en cuenta que no basta con hacerlo una sola vez, sino que debe volverse un hábito. Para entender cómo educar a un niño rebelde se requiere de un trabajo constante y dedicado. Practica el refuerzo positivo de sus buenas acciones y hazle sentir amado y valorado.

Si ninguna de estas estrategias parece dar resultado, quizás debas ir con un psicólogo para que te oriente al respecto. Para que tengas otras herramientas ante posible manipulación por parte de tus niños, mira estas excusas para el colegio.

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