La agresividad en los niños, ¿cómo manejarla? y mucho más.

Los niños tienen maneras diferentes de procesar las emociones y no siempre lo hacen de manera acertada. Te invitamos a que leas este artículo sobre la agresividad en los niños y aprendas todo lo que necesitas para mejorar la conducta de tu pequeño.

LA AGRESIVIDAD EN LOS NIÑOS

¿Qué es la agresividad en los niños?

Es importante aclarar que cuando hablamos de agresividad, se refiere a todas las conductas físicas y psicológicas que puedan generar un daño a sí mismo u otra persona. Estas conductas se manifiestan de muchas maneras, pero generalmente en los niños se pueden ver en las acciones como empujar, gritar, golpear o morder.

Por otro lado, se debe educar a los padres sobre que no existen niños violentos, sino conductas agresivas y que estas pueden ser modificadas con el tiempo. Cuando definimos a un niño como agresivo, encasillamos a este pequeño en un lugar que puede afectar su autoestima y como lo perciben otras personas, además de que se juzga sus reacciones como definitivas, cuando no lo son.

Al momento de la concepción, traen consigo varios instintos, amorosos y agresivos, estos se van a ir desarrollando mientras el niño crece y se relaciona con su entorno. Dentro de la crianza del niño, la relación que establece con sus padres y familiares puede afectar y definir las conductas del pequeño en un futuro.

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La influencia de la familia.

Los niños son unas esponjas, capaces de absorber toda la información y conductas que son presentadas, ya que pueden autorregularse, no importa si lo que ven es malo o bueno, estos van a aprender este comportamiento. De tal manera, la familia representa un papel muy importante, debido a que son un elemento sociocultural importante par su desarrollo.

Varios estudios han demostrado que la familia es uno de los factores más influyentes de la agresividad en los niños y sus conductas. El tipo de disciplina que la familia aplique será responsable de la agresividad con la que pueda responder el niño ante una situación, además claro de que si a él como individuo, no se le enseña otra reacción, entonces el determinará que esta es la manera correcta de actuar.

Por otro lado, la relación entre padres e hijos debe estar basada en el amor, la compresión mutua y el respeto, solo así se logrará que la conducta de un niño no se torne agresiva, sino que por el contrario, sea un niño capaz de demostrar y procesar sus sentimientos de manera efectiva.

La familia como el ambiente, deben ser lugares y personas positivas, capaces de dejar una enseñanza al niño y que esta no influya negativamente en su educación ni en su desarrollo como personas íntegras de esta sociedad.

Los padres son las primeras personas responsables en asegurarse de que el niño posea tanto las herramientas como el lugar ideal para su desarrollo. 

Señales que se debe tener en cuenta.

La conducta de los niños es un tema muy delicado, ya que no existe el manual perfecto que nos pueda describir cómo son las reacciones correctas que pueden tener. Los niños, al igual que los adultos, son individuos particulares, que van a procesar el dolor, la ira, la tristeza y la soledad de maneras diferentes.

Sin embargo, existen señales que los padres pueden tener en cuenta cuando las conductas de su hijo no tienen sentido o cuando estas muestran matices de ser violentas. Son señales que nos pueden dejar ver si una conducta específica es preocupante o es una reacción normal, algunas de estas señales son:

  • El niño muestra dificultad para hacer lo que se le pide, ya que protesta cada acción que se le indica.
  • El humor del niño va frecuentemente hacia el enojo durante todo el día.
  • Expresa sus emociones mediante conductas físicas agresivas: El niño grita, golpea objetos o a sí mismo, insulta.
  • Las conductas agresivas son continuas e incluso, persisten a medida de que el niño va creciendo.

Aunque los niños deben pasar por etapas naturales en su desarrollo, es importante saber que el periodo donde no existe una expresión de sentimientos correcta es corto y si las conductas agresivas siguen, entonces es posible que se desarrolle una situación que merece ser arreglada.

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LA AGRESIVIDAD EN LOS NIÑOS

Consejos para corregir conductas.

Entendemos que para muchos, las conductas de los niños, ya sean positivas o negativas, pueden generar mucha incertidumbre y emociones contrarias en nuestro ser. Es por eso que debemos comprender, que a diferencia de los adultos, los niños no poseen las herramientas para lidiar con las emociones de manera pacífica.

Además de esto, se tiene que considerar que los arrebatos agresivos son comunes. Sin embargo existen maneras en las que puedes mejorar el comportamiento de un niño y en este artículo te mostramos una lista de 5 consejos para moldear su conducta a una más deseada.

1.- El niño debe entender y saber las reglas de la casa: Parece normal, pero es importante recordarle a los padres que los niños no tienen manera de saber las reglas de la casa hasta que estas no son enseñadas. Esta parte es muy importante en la crianza de un niño, ya que es normal que en su desarrollo sean curiosos y deseen explorar todo lo que los rodea, sin embargo no siempre pueden hacerlo, dejar los límites claros será muy importante en la conducta de un niño.

2.- Amenazar no es efectivo: Si algo nos ha dejado claro la información que existe ahora sobre la crianza, es que la amenaza nunca es eficiente, el niño desarrolla miedo en vez de respeto hacia sus padres. Es más eficiente utilizar el reforzamiento positivo en las conductas que se deseen y enseñarle maneras alternativas de conducta.

3.- Las distracciones saludables son buenas: A la hora de cambiar una conducta existen muchos métodos que puedes ejercer para que esta cambie, uno de los hechos es proponer distracciones saludables, esto alienta al niño a cambiar en la manera en la que está respondiendo. Es importante, que esta distracción no sea un soborno, sino algo que el niño pueda apreciar como un beneficio a la hora de responder de manera correcta.

4.- No uses la palabra «contrólate»: Como hemos dicho antes, para los niños, el proceso de control no existe todavía, de hecho los niños por naturaleza poseen poco autocontrol, de nada sirve exigir a un niño que se “controle” cuando este no sabe hacerlo. Debes enseñarle las conductas que desees que él cumpla y la manera correcta de expresar sus emociones.

5.- Supervise las situaciones en las que se encuentra su hijo: Aprender a resolver un conflicto es una parte natural que debemos desarrollar a medida de que vamos creciendo. Supervisar cómo estos se enfrentan a estas situaciones es importante, si el conflicto se torna violento y agresivo entonces debes intervenir.

Diferencias entre una disciplina y un castigo

Una de las dudas más importantes a las que debemos enfrentarnos cuando tratamos de corregir una conducta de un niño, es la diferencia que existe entre la disciplina y el castigo. Para muchos padres ambos términos relacionados a la agresividad en los niños significan lo mismo, sin embargo no lo son:

  • La disciplina: Nos referimos específicamente a la manera en la que enseñamos, además de que cuando esta se hace correctamente, permite que la relación entre padres e hijos mejore significativamente. Dentro de la disciplina se busca elogiar al niño mientras se le otorga instrucciones firmes, esto permite que el niño mejore la conducta.
  • El castigo: Viene de sufrir las consecuencias de manera negativa hacia una conducta no deseada. Esto es parte de la disciplina, pero no la rige.

LA AGRESIVIDAD EN LOS NIÑOS

Es muy importante recalcar que el entendimiento de los niños sobre el castigo va a variar según su edad y su desarrollo. De hecho, podemos decir que hasta los tres años e incluso un poco después, los niños no entienden el concepto de un castigo.

Es por eso que es más efectivo poner límites claros, ya que estos son conceptos más fáciles de comprender y normalmente tienen efectos positivos dentro de la conducta de los niños. La educación de los niños no es perfecta, de hecho está llena de altibajos que cada familia debe sufrir, el criar un individuo desde cero es tal vez, una de las tareas más difíciles que tiene el ser humano, sin embargo la ha estado haciendo desde el principio de los tiempos.

Hoy en día, los padres cuentan con muchísima más información sobre cuáles son las maneras más efectivas de criar a un niño y cómo ayudarlo para que este se desarrolle como un ser humano integral para la sociedad que lo rodea.

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