Hay varias padres que se preocupan por la conducta de sus hijos, ya que muchas veces el bebé hiperactivo adopta un comportamiento que estresa a los padres, los agota y los llena de intriga sobre por qué el de esa actitud, en tal sentido es bueno leer un poco más sobre la hiperactividad y cómo ayudar a controlarla.
Bebé hiperactivo
Se entiende por hiperactivo a cierto comportamiento diferente en un niño o bebé, que puede distraerse fácilmente, pareciera no tener capacidad para concentrarse, le cuesta mantenerse quieto y puede llegar a ser agresivo o compulsivo.
En este caso, los padres suelen preocuparse, no solo por la manifestación de esta conducta sino porque además pueda representar un peligro para los demás en los casos más severos. En ocasiones, niños menores de 2 años de edad, suelen ser erróneamente diagnosticados con hiperactividad según el criterio de sus propios padres.
Sin embargo, según estudios realizados, médicos especialista han llegado a la conclusión de que los bebés no pueden llegar a presentar hiperactividad pero si pueden ser considerados como niños de alta demanda.
Un bebé no puede ser hiperactivo
Con el pasar del tiempo se ha presentado la curiosidad y necesidad de investigar más sobre de qué se trata la hiperactividad, en tal sentido, es necesario que los padres lean al respecto antes de encasillar a los pequeños en un diagnóstico, para lo cual no están realmente calificados.
Es por ello que cuando las personas realizan comentarios sobre los trastornos de este y otros tipos, tan ligeramente, suele ser preocupante ya que, por lo general, no poseen el debido conocimiento sobre tema, a pesar de que existen una gran variedad de información disponible.
Esto conlleva a que los padres a menudo crean gran cantidad de inventos acerca de la hiperactividad que no son ciertos en absoluto. Por ello, muchos especialistas aseguran que solo quien tiene un familiar con este problema y vive el día a día con él, sabe con certeza de que se trata el trastorno.
Uno de los primeros mitos que existe sobre lo que son los trastornos por déficit de atención e hiperactividad, es que se trata de una enfermedad, muchas personas están equivocadas al respecto, no se trata de un padecimiento y tampoco se controla solo con medicamentos, se habla de una alteración que afecta el comportamiento y para la cual no existe una cura total.
A pesar de ello, es posible moderar y controlar su conducta si el problema afecta la vida social o educativa del niño. En la actualidad, el tratamiento que se indica puede utilizar fármacos especiales como apoyo pero principalmente se trata con terapias.
Otro error que cometen las personas, y en ocasiones muchos de los padres, es asegurar que sus hijos padecen de hiperactividad ya que la conducta que presentan es de intranquilidad y nerviosismo, cosa que no siempre es así.
Es un error que los padres lleguen a esa conclusión sin que antes el niños haya sido evaluado por un psicólogo o neuropediatra.
No está de más recordarle a los padres y familiares que cuando el niño o la niña son muy pequeños no hay posibilidad de dar un diagnóstico concreto, ya que es imposible que un bebé sufra de hiperactividad siendo tan pequeño.
Cabe destacar que los niños que presentan conductas desafiantes, rabietas, conductas nerviosas y desobediencia es porque son bebés muy pequeños y es algo normal, justo a la edad entre los 9 meses y el año, comienzan a explorar cosas nuevas. Todos los bebés son diferentes, algunos son más inquietos que otros y otros más activos, sin embargo no se puede llegar a un diagnóstico de hiperactividad hasta que sea mayor de 2 años.
¿Cuáles son los bebés de alta demanda?
La mayoría de los bebés tienen un sueño tranquilo toda la noche, son niños que comen sano y muy bien, son tranquilos y no lloran si no es necesario, en cambio otros no suelen conciliar un sueño profundo toda la noche, duermen solo en intervalos mínimos, gritan por todo y necesitan la atención de la madre durante todo el día.
A estos menores más inquietos se les llama bebés de alta demanda, ya que ocupan la mayoría del tiempo de los padres para poder ser bien criados y cuidar que no les pase nada.
Este término de bebé de alta demanda fue impuesto por el doctor Sears, cuando el especialista tuvo a su sexta hija y empezó a notar que era diferente a los otros cinco, presentando conductas particulares.
- Tenía un llanto irritante y constante, a diferencia de los otros bebés.
- No conciliaba el sueño profundo, dormía por lapsos muy cortos y al más mínimo movimiento o ruido se despertaba.
- Nunca estaba quieta, no le gustaba estar sentada por largos ratos y no soportaba ir en portabebés.
- Necesitaba de atención de sus padres todo el día, sobre todo para que no se lastimara.
- Los juegos o películas no la distraían por largo rato.
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Estos bebés no tienen realmente un trastorno de hiperactividad, simplemente son bebés que necesitan de mucho cuidado y los expertos certifican que el comportamiento se da solo por algunos años.
¿Cómo se diagnostica hiperactividad en la infancia?
Tal vez el pequeño sea un niño de alta demanda y necesite un cuidado constante, por eso en muchas ocasiones las madres pueden creer que sufre de trastornos del comportamiento, no obstante es fundamental recordarles que no es posible llegar a una conclusión de este tipo cuando se trata de bebés.
Según los especialistas los 7 años de edad es el tope para poder dar un diagnóstico certero de que el menor sufre de hiperactividad o que tenga alguna deficiencia de atención. Entre los 5 y 7 años los niños todavía no llegan a presentar un tipo de conducta permanente debido a que en esta edad todavía están creando su personalidad.
Sin embargo, a partir de los 4 años comienzan a presentar varios indicios o signos que logran alertar a los padres sobre la posibilidad de que el niño sufra en el futuro de hiperactividad.
Cuando comienzan el preescolar, en ciertas ocasiones, algunos comportamientos en los bebés pueden encender la alerta de las madres mostrando señales de que el niño puede sufrir eventualmente de trastornos de la conducta si no se aborda el problema con tiempo.
Algunas de las conductas que los niños presentan son:
- Se molestan y hacen berrinches frecuentemente, a medida que pasa el tiempo las malcriadeces continúan y demuestran de forma desmedida el desacuerdo que tienen con algo o alguien.
- No les importa perder las cosas ya que son muy despistados.
- Su conducta es irracional, primero hacen las cosas y después piensan en las consecuencias.
- Siempre tienen peleas con sus compañeros.
- Son niños que no miden el nivel de peligro que pueda representar algo, no les importa arriesgarse.
- Son bebés muy explosivos de carácter y esto le va causando problemas en la sociedad.
- En muchas ocasiones las maestras se molestan y se quejan con los padres por el comportamiento que presentan, ya que no siguen normas ni respetan las reglas que el docente impone.
- No prestan atención a las órdenes de los padres o maestros.
- No prestan atención cuando se les habla, pareciera que están en otro mundo.
Estos son algunos de los indicios que pueden indicar cierta alerta sobre un bebé hiperactivo, sin embargo es fundamental recordar que no existe en realidad dicho diagnóstico en los bebés y que solo los especialistas en psicología y neuropediatría tienen la capacidad de diagnosticar si el niño sufre algún trastorno del comportamiento.
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Es fundamental resaltar que la hiperactividad en los niños afecta el nivel de aprendizaje y de lenguaje, ya que les cuenta mucho comunicarse con otras personas, sobre todo desconocidas o fuera de su círculo familiar. Además, sufren frecuentemente de depresión, ya que por su comportamiento la mayoría de sus compañeros los evitan o no les hablan, incluso en muchas ocasiones esto también les impide conciliar el sueño.
Tratamiento para un niño hiperactivo
Un niño hiperactivo o un niño con trastorno conductual, puede ser tratado mediante terapias, charlas y servicios de educación, estos factores pueden ayudar mucho a controlarse y mejorar su conducta.
De no ser así, se suele recurrir a los fármacos vía oral, llamados anti estimulantes. Estos medicamentos ayudan al cerebro a bajar los niveles de los neurotransmisores en ocasiones son bastante efectivos. Algunos de ellos son las anfetaminas y Metilfetinidatos
La cantidad administrada de estos medicamentos varía de acuerdo a la edad y el peso del niño, también influye que tan acentuado se encuentre el trastorno de hiperactividad.
Llegar a la dosis perfecta toma un poco de tiempo y cabe destacar que no se suele recurrir a este tratamiento en bebés, ni siquiera en aquellos altamente demandantes y que en aquellos niños a los que se les prescribe el medicamento, debe ser administrado bajo vigilancia médica para observar que no cause efectos secundarios.
Muchos de los especialistas también recomiendan el apoyo mutuo entre padres y niños, la compresión y el cariño, debido que el bebé necesita, para sentirse seguro, estar al lado de sus padres y seres queridos.
Se les sugiere a los padres leer y obtener más información sobre lo que es un trastorno por hiperactividad y un bebé hiperactivo, para que puedan ayudar a sus hijos.