La lactancia adelgaza, descubre todo sobre este tema y más

Son muchas las mujeres y madres que aseguran alegremente que la lactancia adelgaza. Para quienes no han tenido la misma suerte en un período corto de tiempo, esto puede parece una vil mentira. Pero lo cierto es que cada organismo es diferente y no todas las mujeres responden igual al proceso de amamantamiento. Aquí te traemos toda la información necesaria para que descubras si en realidad es o no es así.

La lactancia adelgaza

La lactancia adelgaza. ¿Mito o realidad?

Muchas personas comentan que la mujer que está amamantando a su bebé, tiene un proceso de adelgazamiento mucho más rápido. De esta manera, puede volver a su peso anterior al embarazo, o uno cercano, en poco tiempo. La justificación de esta premisa, es que la producción de leche materna se realiza extrayendo la grasa de las caderas y las piernas de la madre, además de todo el gasto calórico de la misma.

Sin embargo, hay muchas mujeres que no logran adelgazar durante la lactancia, sino todo lo contrario. Se mantienen en el peso del post parto o incluso ganan más. Entonces ¿quién dice la verdad? Pues primero hay que aclarar que cada mujer es particular así como su metabolismo, por lo que todos los cuerpos no se comportarán igual.

Por otro lado, hay factores como la alimentación, el funcionamiento hormonal y tiroideo, que pueden interferir en la vuelta al peso ideal. La lactancia es un período en el que hay mucha demanda de energía así como exceso de cansancio para la mamá, por lo que hay que tratar de descartar las conductas que puedan estar jugando en contra de la pérdida de peso.

La lactancia adelgaza

Si eres de esas mujeres que sienten que no han bajado ni un gramo desde que están amamantando, o que estás subiendo de peso, presta atención a las posibles causas que explicaremos a continuación. Puede que incluso teniendo buenos hábitos alimenticios, haya otras condiciones que debas evaluar con un médico. Lee aquí cuál debe ser la cantidad de leche para el bebé.

La lactancia adelgaza, pero a mí no

Estos son algunos de los motivos por los cuales las mujeres no logran adelgazar durante el tiempo en el que realizan la lactancia materna:

Cansancio: las madres suelen estar muy cansadas, sobre todo durante los primeros meses o años de vida del bebé. En ese tiempo, el cuerpo requiere de alimentos ricos en calorías, que le permitan obtener energía de forma rápida. Si sumado a esto, no hay suficiente descanso, mayor será la demanda calórica para recuperar la energía.

La parte negativa es que, por lo general, ese requerimiento se satisface con alimentos altos en calorías, azúcares y carbohidratos, que a la larga se almacenan en el cuerpo impidiendo perder peso. De esta manera, será muy difícil que puedas asegurar que la lactancia adelgaza.

Ansiedad: ¿eres de los que tiende a comer dulces y tortas cuando sientes ansiedad? Pues estas azúcares refinadas en apariencia calman la ansiedad, pero la realidad es que ayudan a crearla. Es mejor que optes por realizar actividades que te ayuden a relajarte, como yoga o meditación, siempre que el tiempo lo permita.

O, en todo caso, optar por alimentos que combatan la ansiedad de una forma más saludable. Prefiere las frutas o el yogur, ya que sus niveles de azúcar y grasa serán menos dañinos para tu organismo.

Exceso de azúcar refinado: la alta cantidad de azúcar refinado en el organismo, se transforma y acaba convirtiéndose en grasa. Para procesar toda esa azúcar, el cuerpo debe generar insulina suficiente que permita captar la glucosa que se encuentra en la sangre.

Esto, a su vez, ocasiona que se repita la sensación de hambre y sigas consumiendo azúcar. Es un círculo vicioso que no ayuda para nada, sobre todo si se presenta junto con la ansiedad.

Hormonas: durante el post parto, las hormonas siguen haciendo de las suyas, por lo que puedes experimentar diversos cambios físicos y emocionales. Un ejemplo es el comportamiento del estrógeno, que tiende a disminuir, por lo que el metabolismo se vuelve más lento. Esto puede significar que el cuerpo retenga líquidos y no logre bajar de peso.

Tiroiditis postparto: en un porcentaje de aproximadamente el 3 al 15% de la población de mujeres que están en proceso de lactancia, suele ocurrir que haya episodios de problemas tiroideos. Entre los 2 y 4 meses después de dar a luz, puede haber casos de hipertiroidismo, en los cuales el metabolismo se acelera y la mujer puede bajar de peso.

Luego, ocurre lo opuesto, hipotiroidismo, una etapa que suele durar mucho más que la anterior y que ralentiza el metabolismo. Esto implica una mayor tendencia a retener líquido y subir de peso. A esto también se asocian episodios de cansancio y depresión, que puede ser considerada “depresión postparto”.

Estos problemas tiroideos suelen desaparecer entre los 12 y 18 meses después del parto, cuando muchas de las madres suspenden la lactancia materna, aunque en muchas otras, se mantiene esta condición. Los médicos deben recomendar una evaluación de tiroides en la mujer desde que está embarazada y otra luego del parto, para descartar posibles complicaciones en el comportamiento hormonal de la madre.

Esto es porque el embarazo por sí mismo puede causar descontrol en el funcionamiento de la glándula tiroides, alterando el metabolismo y causando complicaciones hormonales en la mujer. Sea que tengas alguna de las condiciones anteriores o no, lo mejor que puedes hacer para recuperar tu peso ideal lo antes posible, es ser cuidadosa con tus comidas, descansar y hacer algo de actividad física.

Ten en cuenta que lo ideal es comer 5 veces al día, alternando los grupos de alimentos y disminuyendo las porciones en cada comida. Habla con tu médico o nutricionista para que pueda diseñarte un plan alimenticio que se adapte a tu cuerpo y tus necesidades.

La lactancia adelgaza

Relación entre producción de leche y pérdida de peso

Para poder producir la leche materna, el cuerpo extrae de sus propias reservas algunas sustancias. Sintetiza entonces los ácidos grasos para obtener lípidos; con glucosa y galactosa elabora la lactosa y con los aminoácidos produce proteínas. Sin duda hay muchos más elementos en la leche materna, pero éstos provienen del plasma sin ser modificados.

Mientras el organismo hace este proceso, es normal que la mujer baje un poco de peso, pues la grasa que pueda tener almacenada en los muslos o la cadera se trasforma en otro producto. Esto requiere un gasto de aproximadamente 550 kcal diarias, lo que equivale a una hora de trote, aproximadamente.

Esto es lo que hace que muchas personas piensen eso de que la lactancia adelgaza, pero la realidad es que no es tan fácil como parece. Tal como se ha mencionado antes, esto sólo será posible si la mujer tiene un descanso adecuado y una alimentación saludable, similar a la que llevaba antes del parto. Aquí puedes saber cómo producir más leche materna.

¿Qué hay de la alimentación?

Hay mujeres que desde el embarazo deben someterse a dietas especiales para no subir de peso en exceso, mientras que hay otras que lo hacen ya después del parto. Y es que por ansiedad o cansancio, se descuida lo que se come, buscando lo primero que encuentren para satisfacer el hambre.

En cambio, si eres de las que ha mantenido una dieta estricta y saludable, tanto durante el embarazo, como después de él, y sigues sin poder bajar de peso, puede ser un problema endocrino.

Ten en cuenta que estar embarazada es como una especie de menopausia. ¿Qué quiere decir esto? Que no menstrúas porque tus niveles de estrógenos son sumamente bajos, tal como ocurre una vez que desaparece la menstruación. Durante el tiempo de lactancia, esta condición de bajos estrógenos se mantiene, por lo que muchas mujeres tienden a retener líquidos y su metabolismo se hace más lento.

Papel de la genética

Los genes de cada persona son completamente individuales, así como el comportamiento de su organismo. Tal como se ha descrito antes, ciertamente la lactancia adelgaza, mientras no estén presentes los factores ya mencionados, pero también cuando los genes colaboran. Esto se refiere a que si tienes propensión hereditaria a engordar, es probable que con el embarazo aumente esta condición.

Hay algunas que comen cualquier cosa que les provoque y no suben de peso, otras sólo logran engordar si cuidan todo lo que se les pase por el frente. Pero también están las que, sin importar lo mucho o poco que cuiden su alimentación, igual aumentarán de peso.

Por esta razón es que se vuelve necesario seguir haciéndole evaluaciones a la mujer después del parto. No tiene mucho sentido que durante el embarazo se les pida todo tipo de exámenes médicos y luego la atención se desvíe por completo hacia el bebé.

Si bien el recién nacido requiere atención especial, la madre también seguirá experimentando cambios hormonales después de dar a luz. Si a eso le sumamos todos los posibles factores como el cansancio, la ansiedad o los desórdenes alimenticios, su calidad de vida y su bienestar pueden disminuir notoriamente.

La lactancia adelgaza, pero ¿Cómo lo logro?

Ya conoces cuales son las principales razones por la que muchas mujeres piensan que las que dicen que “la lactancia adelgaza”, mienten. Ahora fíjate en lo que puedes hacer para que tú también puedas adelgazar durante tu proceso de amamantar al bebé.

Mantén una dieta sana: tomar suficiente agua al día, al menos unos 8 vasos y mantener una alimentación balanceada, son prácticas fundamentales para producir suficiente leche materna y que sea de calidad. Algunos médicos recomiendan vitaminas o suplementos alimenticios, dependiendo del estado de salud de la madre.

Antes de hacer dietas orientadas a la pérdida de peso, es mejor que consultes con el médico o nutricionista qué alimentos debes consumir y en qué cantidad. Si es necesario, te pedirá que te realices ciertos exámenes para descartar problemas endocrinos. Trata también de no esperar mucho tiempo entre las comidas principales, o de incluir meriendas saludables entre ellas.

Como contraindicación, evita las comidas muy condimentadas o saladas, así como evitas los azúcares en exceso. Prefiere las frutas o probióticos cuando sientas ganas de comer, en lugar de alimentos muy dulces o de bajo valor nutricional. Recuerda comer con calma, masticando bien.

La lactancia adelgaza

Aprende a controlar el estrés: el estrés, la ansiedad y los estados depresivos pueden hacer que produzcas menos leche materna. Procura mantenerte serena, buscar lugares que fomenten la relajación cuando vas a amamantar o meditar antes de hacerlo.

Incluso respirar profundo por algunos minutos te puede ayudar a calmarte en situaciones tensas. Escucha la música que te gusta y ponte cómoda, para que también le transmitas esa tranquilidad a tu bebé.

Consulta con tu médico sobre los medicamentos que tomes: esto incluye a los que son de venta libre y a los que requieren prescripción. Esto es porque algunos fármacos pueden interferir en tu producción de leche o afectar a tu bebé por medio de la lactancia.

Evita fumar: para nadie es un secreto que fumar hace daño. Peor aún cuando estás embarazada. Si ya tienes a tu hijo en brazos, el humo del cigarrillo también le puede afectar mucho, tanto si eres tú quien fuma o algún pariente cercano. Cuando la madre es fumadora, la producción de leche también se ve afectada, al mismo tiempo que las sustancias tóxicas del cigarrillo pueden llegar hasta el bebé a través de la leche materna.

Modera o evita el consumo de alcohol: si bebes alcohol, trata de hacerlo después de amamantar al bebé, o extraer la leche de tu pecho. Si ya has ingerido alguna bebida alcohólica, procura no darle el pecho al infante por al menos 2 a 3 horas. El alcohol puede ser muy tóxico para tu pequeño y lo recibirá cuando lo amamantes.

Cumple con tu control médico: informa a tu médico tratante sobre cualquier duda o planteamiento que tengas y no pierdas las citas de control. En cada una de estas consultas, el especialista te evaluará y puede recomendarte medicamentos, dietas o actividades que te permitan cumplir mejor con la lactancia materna y cuidar de tu salud.

Requerimientos nutricionales durante la lactancia

Para poder responder ante la necesidad de energía durante la lactancia, la mujer debe comer constantemente y de forma balanceada. Esto no significa que va a comer de manera desordenada o mucho menos cualquier cosa que se le antoje. Son necesarios los horarios, el control de las cantidades y la calidad de los grupos alimenticios en cada comida.

Para poder bajar de peso saludablemente, no es necesario ceñirse a un estricto plan bajo en calorías, sólo hay que saber combinar los alimentos. También hay que ser conscientes de que adelgazar lleva su tiempo.

Es muy acertado incrementar el consumo de proteínas durante el embarazo y la lactancia. Lo ideal es que por cada kg de peso corporal, se ingieran 2 gramos de proteína al día. Mejor aún si son proteínas de origen animal, conocidas también como las de “alto valor biológico”. Esto es porque contienen mayor cantidad de aminoácidos esenciales. Algunos ejemplos son los lácteos, los huevos y las carnes.

La lactancia adelgaza

Respecto a las grasas y los carbohidratos, no hay una regla que indique que deban variar las cantidades. Procura tener siempre alimentos como yogur, frutas y verduras, frijoles o vegetales que contengan almidón, como el maíz o la papa.

En cuanto a los minerales, no debe faltarte el calcio, hierro y el fósforo. Son fundamentales para una buena calidad de la leche materna, así como para ayudar en el fortalecimiento de los huesos y el desarrollo neurológico del bebé.

El yodo también es un mineral muy importante en la alimentación de las mujeres que amamantan. Está presente en marisquería y pescados, teniendo muchas proteínas como la carne de res, pero con menor cantidad de grasas. Las vitaminas sí deben aumentar también, todas las que puedas, no importa si son liposolubles o hidrosolubles.

Si en condiciones normales, cualquier persona adulta debe mantener un buen nivel de hidratación para estar saludable, más aún una mujer embarazada o lactante. Esto te ayudará luego a poder decir con libertad que “la lactancia adelgaza”.

Recuerda que la leche materna tiene como principal componente al agua, por lo que tus requerimientos hídricos serán mayores. Trata de consumir por lo menos 2 litros de agua al día, o tal vez más, si puedes.

Finalmente, no pierdas de vista que la lactancia adelgaza, pero a ritmos diferentes según el organismo y los hábitos de cada mujer. No te desesperes ni te compares con otras mamás que logran bajar de peso antes que tú. Si tu salud está bien y no existen otros motivos para alarmarse, entonces sólo debes tener paciencia.

En la medida de tus posibilidades, abre espacio en la agenda diaria para realizar algunos minutos de ejercicio de bajo impacto. De seguro te ayudará a recuperar tu silueta deseada con más facilidad y una sensación de bienestar general en tu cuerpo.

No olvides que, a pesar de todos los posibles inconvenientes que puedas experimentar, la lactancia materna es una etapa en la que te conectas de una forma mucho más íntima y especial con tu bebé, así que busca siempre que el momento de alimentarlo sea especial y agradable.

Para más información, te invitamos también a que revises nuestro artículo sobre la menstruación después del parto.

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