En cada etapa evolutiva de los pequeños, los papás deben establecer normas para su comportamiento. En oportunidades se pueden establecer castigos para los niños, no con el propósito de dañar su integridad física, sino para enseñarles que una acción inapropiada genera una consecuencia.
¿Qué es un castigo?
El castigo puede definirse como una sanción que se aplica a una persona para regular su comportamiento. Tal sanción o correctivo, se genera por diferentes causas.
Todas las personas en algún momento de nuestra existencia hemos cometido algún acto que merece ser sancionado. Pero, lo importante es haber aprendidos del error y corregir nuestra acción. Te interesará leer el enlace sobre doble personalidad.
Los castigos para niños no son otra cosa que corregir a tiempo una determinada acción inapropiada del pequeño. Todo ello con la finalidad de que el infante vaya adquiriendo patrones de comportamiento cónsonos con la sociedad de la cual forma parte. En el siguiente video se muestra la definición de castigo:
Un castigo no puede hacerse de manera impulsiva por parte los padres hacia los menores, pues las sanciones han de poseer una serie de parámetros, entre los cuales pueden resaltarse:
- Emplear sobre una determinada conducta.
- La sanción debe ser claramente establecida.
- El pequeño debe conocer claramente las razones o causa del castigo.
Cuando los pequeños cometen una falta requieren ser sancionados. Sin embargo, los castigos para niños son una forma o manera de disciplinarlos ,no un acto exageradamente punitivo que le afecte.
El último recurso que se debe aplicar en los niños es el castigo. Por tanto, cuando hayan cometido una acción que conduzca a una sanción, los padres deben aplicar otras técnicas antes de castigar, como por ejemplo el diálogo. No obstante, si se requiere asumir una sanción a los pequeños, es preciso, que se conozcan las pautas al respecto.
¿Cómo aplicar los castigos a los niños?
Aplicar castigos para los niños es enseñarles a mejorar su conducta. Pero castigar, no es sinónimo de maltrato. Además la sanción que se deba aplicar a un pequeño en un momento determinado ha de ser racional.
Lo anterior significa, que cuando los padres consideran necesario aplicar una sanción debe hacerse de manera sosegada y evitando que en el castigo se muestre nuestro estado de ánimo, porque en vez de enseñar limita el aprendizaje conductual.
No podemos gritarle a los pequeño, porque éstos van a sentir que más que una sanción es un acto de venganza. El adulto, ante un contexto conflictivo debe mantener la calma y evitar levantar la voz, porque esta forma de abordar la situación no resuelve el problema.
Características de los castigos para niños
Los castigos para niños poseen ciertas características que todos los adultos deberíamos manejar. Así evitaríamos cometer errores al momento de sancionar a los pequeños que hayan ejecutado una acción que amerite un castigo.
Una de las condiciones que se debe tener presente es que el castigo se utiliza como última opción y a su vez, se pone en práctica para modificar de manera positiva la conducta del pequeño.
Los castigos para niños asumidos por los padres deben evitar la violencia física o verbal, porque esto hace que el niño se identifique más fácilmente con un tipo de conducta agresiva.
En este sentido, sancionar a los niños de manera agresiva, alterados y con impulsividad, transmite una imagen negativa de nuestra forma de comportamiento que ellos luego aprenderán a imitar.
Generalmente cuando se aplican castigos para niños, lo que se desea es que éstos construyan formas de comportamientos adaptadas a las normas de convivencia. Pero, deben entender que hay límites en nuestras actuaciones que no debemos transgredir.
Pero claro, esto además significa que cada padre o adulto significativo en la vida de los niños debe ser un ejemplo a seguir. Porque nuestros hijos adoptan comportamientos semejantes a las formas de actuar de sus progenitores.
En este contexto, es importante reforzar conductas positivas en los niños. Estas acciones evitarán que se utilice el castigo, o en su defecto se ponga en práctica un número muy reducido de veces. Debido a que nuestros niños no necesitarán ningún tipo de sanciones.
Sin embargo, habrá situaciones donde los padres tendrán que demostrarles a los pequeños el resultado de sus acciones y la manera de hacerlo es a través de los castigos.
Consideraciones puntuales sobre los castigos
Los castigos para niños han de ser puntuales y orientadas a resolver la situación a la cual se enfrenta en un determinado momento.
De ahí, que el castigo debe ser racional y cuya finalidad debe ser la formación de valores en los pequeños. Por tanto, debe considerarse los siguientes aspectos:
No se debe afectar la autoestima
El castigo no debe perturbar la autoestima del niño. En este caso, la sanción debe ser una manera para que comprenda el error cometido que requiere que le sea aplicada alguna medida o sanción que le invite a reflexionar.
Evitar perjudicar al niño
Los castigos para niños han de ser cónsonos con los actos o acciones realizadas que han dado origen a la sanción. A lo anterior, hay que referirse que en ningún momento lo que apliquemos para hacer reflexionar a los pequeños debe estar asociado al maltrato físico. Porque entonces, no sería un castigo, sino una agresión.
El trato como castigo
Castigar a un niño, es como se ha manifestado hacerle reflexionar sobre sus acciones. De ahí, que se puede dialogar y llegar a acuerdos. Pero sin dejar de aplicar la medida disciplinaria o castigo para que cambie o modifique su comportamiento.
Predica con el ejemplo para corregir la conducta de los niños
Es de gran importancia que los adultos en especial los padres actuemos de acuerdo a las normas de comportamiento socialmente aceptadas. Para que en el momento de asumir o aplicar castigos para niños, sean aceptados por ellos, debido a que observan en nosotros una conducta adecuada.
Formas de castigos para niños según la edad
La mejor manera de que nuestros niños entiendan que han cometido un error es la comunicación y en todo caso un método positivo como castigo para que los niños aprendan. Así que la sanción en vez de ser negativa, se transforma en una acción de enseñanza que les servirá para su comportamiento futuro. Te sugerimos leer sobre la depresión infantil
Esta forma de castigo, irá generando en los niños adecuados patrones de comportamiento enmarcado en genuinos valores familiares, que les serán realmente útiles para su desarrollo integral y su posterior habilidad para desenvolverse de manera adecuada en la sociedad que le circunscribe.
Ahora bien, los castigos para niños deben aplicarse tomando en consideración las edades de los pequeños que reciben la sanción, porque de esta forma el mensaje será asimilado correctamente.
En tal sentido, la sanción debe ir a la par con las etapas de desarrollo infantil para que los pequeños entiendan, internalicen y puedan llegar a reflexionar sobre el bien y el mal de acuerdo a su nivel de comprensión.
Desde los 2 años hasta los 5 años
Entre los 2 y 5 años de edad los castigos deben hacerse inmediatamente a la par con la conducta disruptiva del pequeño, este procedimiento le permitirá entender que la sanción está vinculada con su conducta disruptiva y entonces podrá adoptar un comportamiento adecuado.
Entre los castigos para niños que se pueden llevar a cabo durante este etapa o periodo infantil, se destacan:
Hablarles con tono enérgico y firme.
Entre los dos y 5 años los pequeños son muy sensibles, por lo que cuando se habla fuerte y de forma directa al pequeño, entenderá que lo que estaba haciendo es incorrecto.
Esta acción funciona cuando el niño está acostumbrado a ver a sus papás felices. Por ende, cuando le trata con tono enérgico, entiende que esa actitud del adulto es por su mal comportamiento.
Retirada de privilegios
Una sanción o castigo para el mal comportamiento del niño, puede ser suspender el uso de su juguete favorito por un lapso de tiempo, generalmente un día.
Si a un niño en estas edades se le suspende el uso de su juguete como medida de castigo, entenderá de manera precisa que sus actos inapropiadas, generan resultados poco favorables.
La sobre-corrección.
El refuerzo es una técnica que puede utilizarse como castigo a los niños a partir de los tres años. Esta forma es beneficiosa porque ayuda al niño a evitar o minimizar sus malos hábitos después que se ha intentado con otros tipos de sanciones.
Sin embargo, hay que aplicar esta técnica con mucho cuidado a objeto de hacer que los niños reflexionen sobre sus acciones. Pero esta técnica, a veces no resulta ser tan efectiva.
Se basa en técnicas en donde se obligue al niño pero sin maltratos, el corregir u organizar el daño que fue ocasionado, sea a otra persona, un lugar, etc. Por ejemplo, si el niño ensucio algo, pues se le debe enseñar a limpiarlo y que lo haga él mismo, para ello será importante supervisarlos y si es necesario, también se puede controlar sus manos.
El tiempo fuera
Uno de los tipos de castigos para niños relacionados con conductas disruptivas o desobedientes, es el tiempo fuera. Significa apartarlo del lugar donde se ha suscitado la situación. Esto le ayudará a adoptar una nueva forma de comportamiento.
Desde los 5 a los 12 años
Los niños entre los 5 y 12 años están en una etapa de su desarrollo donde ya son capaces de reconocer cuando han cometido un error. En estas edades puede seguir resultando la retirada pero esta vez, se intensifica las maneras:
Prohibición de ver TV
Se elimina en los niños su programa favorito para que entienda que la conducta exhibida no es la adecuada.
No salir a jugar
Suspender por un periodo sus juegos y pasatiempos. En otras palabras, para que reflexionen sobre sus acciones.
Suspender el uso de la tecnología
Utilizar como castigos para niños de esta edad la suspensión del manejo de la tecnología, como por ejemplo su Tablet, eso le generará pesar y por ende, entenderá las consecuencias de sus acciones.
Tiempo fuera
Esta técnica de castigo puede ser útil hasta los 10 años aproximadamente.
A partir de los 12 años
Cuando el joven alcanza los 12 años está en la etapa del adolescente, así que hay que manejar los castigos para niños con más detenimiento y mirando claramente los cambios observados una vez aplicada la sanción.
Durante esta etapa de desarrollo, la sanción más efectiva sigue siendo la retirada de privilegios, pero cada vez más acentuada, como por ejemplo:
- Suspender las salidas con sus amigos.
- Eliminar por un tiempo el uso de su celular.
- No utilizar las redes sociales por un periodo de tiempo.
Durante estas edades, es importante que el joven reflexione sobre sus acciones y entienda el porqué del castigo. Por ende, los papás deben ser capaces de mantener una comunicación fluida con él.
En el siguiente video se presenta las características del castigo: