Las fábulas son relatos breves que transmiten una enseñanza moral, la cual hace que quienes leen o escuchan estas narraciones reflexionen sobre un aspecto o valor en particular. En el caso del presente artículo se presenta la fábula el cuervo y el zorro para que recapacite sobre la vanidad y la importancia de aceptarse tal como uno es.
Las fábulas de Esopo
Esopo fue un escritor griego que redactó textos breves asociados a la literatura infantil, donde sus personajes eran animales que personifican acciones humanas y que al final del texto, reflejaba una enseñanza de un valor que invitaba a cavilar y actuar según las normas establecidas en la sociedad. Una de estas narraciones es la fábula el cuervo y el zorro que se relata a continuación:
Fábula el cuervo y el zorro
En este momento y preciso instante, voy a narrarles la fábula el cuervo y el zorro, dos animales carroñeros que se encontraron un día uno por ser vanidoso se quedó sin comida, el otro que es más astuto se burlaba de él cuando le mentía.
Bueno, en la fábula el cuervo y el zorro la historia comienza así: el cuervo negro y horroroso, la carne de unos pastores robó (en otra versión es un trozo de queso), antes de que éstos lo atraparan este pájaro voló y en la rama de un árbol se posó. (Te invitamos a leer la fábula sobre la cigarra y la hormiga también te puede gustar).
En esa rama de un árbol su presa orgulloso lucía, para que los otros cuervos los vieran y así les causará envidia del gran coraje y valentía que este pajarraco tenía, caminaba por la rama como cuál escenario en vivo, para que los otros cuervos quisieran imitarlo, me imagino.
De pronto el zorro su mirada al árbol levantó observando al pájaro con esa presa en su pico, por lo cual queridos amigos este decidió que a ese negro y feo pájaro, ese bocado delicioso, decía aquel zorro: yo se lo quito.
Entonces en la fábula el cuervo y el zorro, este último muy astuto se ideó una fórmula mágica para quitarle su carne que con orgullo en el pico el cuervo a todos quería enseñarles. Así, que el zorro pensó, -con la astucia que me identifica ese trozo de carne me lo llevo hoy a mi barriguita.
El zorro ideó un plan
Así que el zorro le dijo al cuervo. – ¡Dios, qué increíble belleza!, eres un ave majestuosa, cuando te vi llegar iluminaste el camino con luces resplandecientes, ese color negro azabache ningún otra ave la tiene, te combina con tu pico e incluso con la presa que tienes.
-En la fábula el cuervo y el zorro, este último continuó con su plan tanto así que le dijo al cuervo que era un ave digna de admirar, que debería pasearse más seguido para que los animales del bosque le pudieran apreciar.
El cuervo que era muy vanidoso, las palabras del zorro lo hacían regocijar y por la rama caminaba muy erguido como el ave más linda de toda la humanidad, pensó para sí pero sin decirle al zorro: – en verdad que soy hermoso, eso nadie lo puede negar, solo que la envidia de los otros animales, hacen que me digan que soy un feo cuervo negro y apestoso.
Así, que como estaba tan embelesado con las palabras del zorro, el cuervo le dijo entusiasmado: Zorro, querido amigo, tu si sabes de belleza, me describiste, tal cual resplandecen mis plumas cuando el sol en mí se posa, yo pensé que era mentira, pero ya veo tu sinceridad, gracias por alabarme, eres un fiel amigo de verdad.
El zorro, muy sigiloso siguió alabando al cuervo: – Tu belleza solo se compara con el planeo de tu vuelo, es tan majestuoso que hasta el águila te imita, pero no logra tu estilo, por eso te envidia la pobrecita.
La vanidad del cuervo
Cuervo tonto, feo y engreído al zorro le creía todo lo que le decía, mientras el zorro astuto de este se reía, pero este no se imaginaba que la carne que había robado, era solo lo que quería.
Los otros cuervos que por ahí estaban cerca, se dieron de inmediato cuenta la astucia de aquel zorro viejo e intentaron advertirle a su compañero, ellos todos graznaron para que el cuervo se diera cuenta, pero este estaba embelesado disfrutando de las alabanzas que el zorro le decía.
En el relato de la fábula el cuervo y el zorro, fíjate lo que sucedió, el zorro le dijo al ave: – que tristeza con tanta belleza, pero nos sabes cantar, debes hacer un esfuerzo para que puedas aprender y así no halla ave en la tierra que te pueda opacar, solo debes de intentarlo, hazlo cuervo quiero escucharlo.
El cuervo quería demostrarle al zorro que estaba equivocado, que su canto era tan hermoso como los de sus hermanos de al lado, pero con el trozo de carne en el pico, cantar era delicado.
Como el zorro es muy astuto, siguió con sus cumplidos- cuervo, seguro estoy que si lo intentas, opacas a tus hermanos, porque tu voz ha de ser como los dioses que deleitan a todos los seres aquí y allá, más que todos tus hermanos, incluso ruiseñores pueden que de ti intenten copiarse, hazlo ahora para escucharte.
Pudo más la vanidad que la humildad
-Será que me tengo que desilusionar que tu linda voz no pueda escuchar, anda cuervo no seas maluco, ofrece tu voz a todos los de este grupo. La vanidad, del cuervo era tal, que se estiró cual ruiseñor y su pico lo abrió de tal modo para empezar a graznar, pero que sorpresas señores la carne la tuvo que soltar.
El trozo de carne cayó y con la boca el zorro capturó, que de un solo mordisco la tragó, mientras el cuervo se dio cuenta de su error, agachó su mirada triste mientras los cuervos de al lado no dejaban de reírse. Por fin el cuervo entendió que ser tan vanidoso solo le trajo problemas, así que no solo oigas lo que deseas escuchar, es mejor que le hablen a uno con franqueza y pura verdad, no lo que nuestros oídos desean escuchar.
Para finalizar esta fábula, el zorro, miró al cuervo y le guiño el ojo, y después le dijo sonriendo ten más astucia la próxima vez, en vez de alabanzas acéptate cómo eres y deja la sandez
Moraleja
Hay que ser cauteloso con las personas que solo dicen cosas hermosas con el fin de obtener un beneficio nuestro. En el siguiente video se presenta la fábula del cuervo y el zorro: