Ejemplos de aprendizaje cooperativo, todo a saber y más

Te traemos varios ejemplos de aprendizaje cooperativo, para que conozcas cómo funciona este proceso. Así podrás ponerlo en práctica con tus chicos. Sigue leyendo para saber mucho más de este interesante tema.

Ejemplos de aprendizaje cooperativo

¿Qué es el aprendizaje cooperativo?

El aprendizaje cooperativo es aquel que, como indica su nombre, se obtiene por medio de la cooperación y coordinación entre dos o más personas. Es preciso mencionar que aprender de esta manera no se logra de la noche a la mañana. Es por ello que resulta fundamental inculcarlo desde temprana edad.

Existen muchos beneficios del aprendizaje cooperativo en los niños, específicamente en las aulas de clases, aunque no es un proceso sencillo al principio. Lo que resulta un obstáculo en ocasiones, es el trabajo en equipo, pues requiere que todos estén dispuestos y contribuyan para conseguirlo. Teniendo esto presente, cuando finalmente se logra, sus resultados son excelentes.

Para saber más, puedes revisar este interesante artículo sobre la colaboración.

Estrategias de aprendizaje cooperativo

A continuación te explicamos algunas actividades, estrategias y ejemplos de aprendizaje cooperativo en niños:

Estrategia segmentada

Para lograr un aprendizaje cooperativo efectivo y entretenido, hay que utilizar estrategias. Debes tomar en cuenta las diferentes edades, personalidades y gustos de los chicos. Lo primero entonces, es organizarnos por períodos de tiempo, colocando ciertos objetivos fáciles de lograr por medio de fases de trimestres.

Fase 1: en el primer trimestre, debemos fomentar el espíritu y las costumbres cooperativas, la armonía grupal y la colaboración de todos. Se puede conseguir formando parejas y grupos pequeños al momento de realizar actividades sencillas. Esto, a fin de conocer las peculiaridades grupales, maneras de relacionarse, de gestionar y trabajar articuladamente en el caso de cada uno.

Fase 2: teniendo los conocimientos que nos dejó lo anterior, ya podremos formar equipos un poco más grandes. Así podrás asignar roles un tanto más específicos y llevar a cabo tareas más metódicas. En esta etapa es pertinente ir corrigiendo los fallos y acciones inapropiadas, haciéndoles el debido seguimiento.

Fase 3: ya debemos terminar de consolidar estas actividades grupales y profundizar un poco más en mejores resultados, ya sea en cuanto a la labor en sí, o al tiempo de realización.

Igualmente, debemos recordar que estos son tiempos tentativos. No todos los niños se adaptan fácilmente a las labores cooperativas, o igual de rápido. Por tal motivo, los educadores o responsables de estos grupos infantiles deben tomarse el tiempo pertinente para conocer a cada niño. Es necesario visualizar detalladamente las fortalezas, debilidades y capacidades de cada uno.

Ahora, lo recomendable para la formación de estos “grupos pequeños” es que sean de 4 a 5 participantes cada equipo. Incluso podrían ser 3, dependiendo de la cantidad de niños en el aula. Otro aspecto a tener en cuenta es la diversidad de estos grupos. Procura que estén conformados por niños y niñas balanceadamente, y con diferentes rendimientos, habilidades y estilos.

Esto ayudará a crear un hábito de convivencia, aceptación y valoración del otro. Así mismo, permitirá hallar la manera de unir los puntos fuertes que tienen por separado. Puedes complementar este ejercicio con las normas de convivencia escolar.

Ejemplos de aprendizaje cooperativo

Ejemplos

Antes de determinar alguna actividad en específico, puede ser muy buena idea dedicar algunos días de charlas y reuniones previas. En ellas, los niños empezarán a conocerse, generar confianza y sentirse más cómodos, es decir, “romper el hielo”.

Además, en estas sesiones podemos hablar superficialmente sobre las actividades que estaremos realizando luego.

De esta manera, los chicos podrán tener una idea e ir alistándose de forma positiva para cuando deban realizar las asignaciones. En palabras resumidas, es un período de contacto, socialización y preparación.

Actividades de aprendizaje cooperativo

Te ofrecemos una breve lista de actividades que te pueden ayudar a practicar el aprendizaje cooperativo:

Resoluciones intelectuales-espaciales: Una vez divida el aula en grupos de 4 a 5 estudiantes, procedemos a asignar puzles sencillos a los equipos. Si son 5 niños, entonces serán 5 puzzles para que todos resuelvan uno, ya sea rompecabezas o tangram. Cada equipo tendrá un sobre para cada integrante, los cuales tendrán piezas desordenadas de varios puzles.

Los participantes no pueden hablar ni pedirse piezas entre sí. Cada uno debe estar pendiente de las piezas de los demás y darle voluntariamente, en silencio, las piezas que cada quien necesite para completar su puzzle. El equipo que logre completar todos sus puzzles primero, ganará.

Este ejercicio resulta excelente para que en todos los niños surjan costumbres para estar atentos a sus compañeros y ayudarlos en lo que necesiten. Puede realizarse con infantes de primaria y secundaria, graduando la dificultad de los puzles acorde a su edad y capacidades.

Resolución de conflictos en equipo: La dinámica del lobo y el puente es uno de tantos ejemplos de aprendizaje cooperativo:

“Un pastor debe cruzar al otro extremo de un río con una lechuga, una cabra y un lobo. Tiene un barco pequeño en donde sólo cabe él y uno de los tres elementos que mencionamos. Si la cabra se queda sola con la lechuga, se come la lechuga. Si el lobo se queda solo con la cabra, se come la cabra.”

Sólo queda una opción posible para que todos los elementos sobrevivan. El pastor debe llevarse a la cabra consigo. La ciencia de esto es que los equipos deduzcan cuál es la correcta y por qué.

Esta actividad, así como cualquier otra de resolución de conflictos, aparte de ser divertida, ayuda a exteriorizar las ideas y formas de pensar de cada uno. Facilita los debates y la defensa de los puntos de vista personales.

Ejemplos de aprendizaje cooperativo

Lecturas grupales: Cada equipo recibe una lectura, que bien pudiese ser académica o recreativa. Un integrante comenzará a leer en voz alta uno, dos o tres párrafos, dependiendo de qué tan extensos y complejos sean.

Al finalizarlos, uno de sus compañeros, que será elegido por el docente, tendrá que decir, en voz alta igual, un resumen al respecto.

Si sus compañeros concuerdan, luego debe continuar la lectura, con la misma cantidad de párrafos que su compañero anterior, y así sucesivamente. Se debe velar por que todos lean y hagan un resumen previo correcto, que concuerde con sus compañeros, hasta finalizar la lectura.

Si uno o más miembros del equipo no concuerdan con un resumen, deben debatirlo en voz alta hasta que todos coincidan y puedan dar continuidad a la lectura. Esta actividad puede realizarse también en parejas, con la misma metodología. Es una tarea que ayuda a definir criterios, aprender a escuchar versiones y puntos de vista diferentes.

Incluso puedes probar estas actividades para enseñar diferentes contenidos. Aquí te explicamos cómo enseñar los números. Si te ha gustado este artículo sobre Ejemplos de aprendizaje cooperativo te invitamos a que continúes leyendo los artículos que tenemos en hablemosdefamilia.com

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