El cuento de la amistad es una herramienta muy buena para inculcar este valor en los niños. Aquí te dejamos dos opciones, para que luego escojas cuál compartes con tus hijos. También les puedes hacer modificaciones, si lo deseas.
Cuento de la amistad: Lobo, Sapo y Mirlo
Había tres animalitos que eran muy buenos amigos. Ellos eran Lobo, Sapo y Mirlo. Pasaron en cierta época por un huracán que los alejó mucho y cuando por fin se reencontraron, quedaron en que no querían separarse de nuevo. Para ello, decidieron discutir entre todos a dónde irían a vivir.
Lobo quería irse a la montaña, porque allí había nieve y frío. Sapo era más afín al río, ya que lo suyo era nadar. En cuanto a Mirlo, quería un bosque, donde pudiera hacer su nido en la copa de un gran árbol. Se dieron cuenta de que debían ponerse de acuerdo y ceder en algo, para poder escoger el sitio ideal. Lo reflexionaron por un rato.
Lobo descartó rápidamente el río, porque no le gustaba el agua. Sin embargo, pensó que podría adaptarse al bosque, si así podía estar junto a sus amigos.
Sapo se negó a ir a la montaña, porque allá estaba su rival la serpiente. No obstante, pensó que vivir entre los árboles no sería tan malo, si estaban cerca sus amigos.
Mirlo decidió que se podría acostumbrar a la montaña, incluso haciendo un esfuerzo por estar cerca del río. Todo con tal de no perder de nuevo a sus amigos.
Comenzaron a hablar los tres, dando sus opiniones sobre cada ambiente, cuando un oso apareció por el lugar. Les dijo que había escuchado lo que conversaban y que él conocía un lugar perfecto para los tres amigos.
El oso les contó que vivía en un lugar ubicado en plena montaña, que sería muy agradable para Lobo. Había muchos árboles muy altos, en donde Mirlo podría hacer su nido. Y también pasaba frente a su cueva, un caudaloso río que sería perfecto para Sapo. Así, los tres podrían estar cómodos y muy cerca uno del otro.
Cuando Lobo, Sapo y Mirlo vieron que podían ir a ese hermoso lugar natural que describía el Oso, se alegraron mucho. Lo mejor era que cada quien podía estar en su hábitat preferido, manteniendo cerca a sus amigos y ahora con un nuevo integrante.
Comprensión lectora de este cuento de la amistad
Luego de haber leído este cuento con tus niños, podrías hacerles algunas preguntas a modo de conversación. Así podrás ver qué tan bien comprendieron el mensaje del cuento.
- ¿Cuáles eran los mejores amigos del cuento?
- ¿En qué querían ponerse de acuerdo los protagonistas?
- ¿Quién les ayudó a encontrar la solución?
- ¿Cuál fue la recomendación del oso?
Estas preguntas las puedes adaptar o modificar según se vaya dando la charla con los niños. Recuerda que lo cuentos siempre permiten hacer una reflexión al final. Aquí también tienes un cuento de la tolerancia.
Cuento de la amistad: Manolito está solito
Manolito era el niño nuevo en un salón de clase que ya había empezado el curso. Sus padres se habían mudado de ciudad por motivos de trabajo, así que Manolito no conocía a nadie. Se sentía muy solo y era muy tímido para acercarse a alguien. Sólo había visto a la maestra el día que sus padres lo inscribieron en el colegio.
El día que llegó al salón, Manolito se sentó en una esquina, alejado de los demás niños, para pasar desapercibido. Todos jugaban y charlaban, pero él no se atrevía a hablarle a nadie. Cuando llegó la maestra, le dijo a los niños que les presentaría a alguien.
Todos los niños, excepto Manolito, se sentaron en círculo alrededor de la maestra. Ella lo llamó y le dijo que se sentara a su lado. Él fue, caminando despacio y mirando hacia abajo. Este es Manolito, niños. Desde hoy será su nuevo compañero. Vamos a darle la bienvenida. Dijo la maestra.
¡Hola, Manolito! ¡Bienvenido!. Dijeron los niños. La maestra los invitó a presentarse cada uno y decir lo que más le gustaba hacer. Y así fueron, uno a uno, presentándose. Manolito le respondía a cada niño con un saludo personal. Al principio lo hacía con timidez, pero luego se fue sintiendo más confiado.
El último niño en presentarse, dijo: Hola, Manolito. Yo soy Carlos. Lo que me gusta es que tengo muchos buenos amigos y quisiera que tú también lo fueras, si te agrada la idea. Manolito se emocionó mucho y le respondió: ¡Hola, Carlos! ¡Claro que seremos amigos!
Después de esa actividad, Manolito pasó el día de clases mucho más animado. Desde ese momento, todos se hicieron amigos de Manolito muy pronto y él ya no se sintió solito.
Importancia de la amistad en la infancia
De seguro recuerdas algún amigo cercano que tuviste en tus primeros años de escuela. No importa que se hayan dejado de ver hace mucho tiempo, porque lo sigues recordando. Así les sucederá a tus hijos, porque los primeros amigos generalmente permanecen en la memoria. Puedes ver un ejemplo de eso con este cuento de la hormiga y la paloma.
A veces estos personajes son del entorno escolar. Otras veces pueden ser vecinos de la comunidad o también familiares, como los primos. Tal como se ha demostrado en el cuento de la amistad de los animalitos o en el de Manolito, los amigos son muy importantes. Gracias a ellos, comenzamos a interactuar con personas fuera del círculo familiar.
En muchos casos, estos amigos de la infancia perduran hasta la adultez. Son de esos que terminan siendo considerados como parte de la familia. Los amigos siempre ayudan a desarrollar las habilidades afectivas de los niños.
También son pilares en el desarrollo social y en la seguridad en sí mismos. Esto se gana al sentir que pertenecen a un grupo de iguales, porque todos suelen tener la misma edad. Así mismo, se abren a nuevas formas de comprender el mundo desde un punto de vista más cercano al propio, sin la intervención de los padres o familiares.
Si bien hay amigos que a veces son un modelo negativo para nuestros hijos, muchos pueden ser modelos muy positivos. Lo importante es que el niño tenga la guía necesaria para ver por sí mismo qué le conviene y qué no. Aquí te dejamos otra opción para compartir con tus hijos, si les gustan los cuentos de hadas.